Vizcaya se prepara ante un riesgo creciente en el futuro de Miami: el cambio climático

Construido al borde de la Bahía de Biscayne hace unos 100 años, el fastuoso Vizcaya Museum and Gardens, de inspiración renacentista italiana, es una de las propiedades más pintorescas del sur de la Florida.

También es una de los más vulnerables ante las marejadas ciclónicas y el aumento del nivel del mar.

Tras el paso del huracán Irma en 2017, Vizcaya invirtió meses y millones de dólares en retirar escombros y reparar los jardines —que se asientan a cuatro pies sobre el nivel del mar—, y que se llenaron con cinco pies de agua salada. Los golpes de las olas fueron tan fuertes que dejaron ondas en el suelo arenoso. El techo del pabellón de la casa de té voló, trozos de la barcaza de piedra fueron arrastrados a la bahía, paredes y estatuas fueron derribadas y el agua de la inundación atravesó las pesadas puertas anticiclones y entró en la cafetería y el sótano del museo.

El Jardín Marino fue restaurado a su estado histórico (izquierda) después de que el huracán Irma derribara muros y dejara escombros (derecha).
El Jardín Marino fue restaurado a su estado histórico (izquierda) después de que el huracán Irma derribara muros y dejara escombros (derecha).

Fue una llamada de atención para el personal: preservar el grandioso pasado de Vizcaya significaba adoptar medidas para protegerlo de un futuro cada vez más afectado por las fuerzas del cambio climático.

Ian Simpkins, director de Sostenibilidad de Vizcaya, dijo que nunca olvidará la contemplación de los exuberantes jardines mientras Irma se acercaba al sur de la Florida.

“Caminé por los jardines pensando que mis 10 años de trabajo se iban a ir al traste”, dijo Simpkins, quien lleva 16 años trabajando en Vizcaya. “Lo que me mantiene aquí es que siempre estamos mejorando, buscando nuevos retos”.

El desafío para Vizcaya y gran parte de la costa del sur de la Florida es desalentador. Irma, por ejemplo, estuvo lejos de ser un golpe directo. El ojo de la tormenta cruzó Cayo Hueso y golpeó el suroeste de la Florida, por lo que todo el oleaje y las aguas de inundación que llegaron a la costa de Miami provenían de una tormenta a unas 100 millas de distancia.

Tras consultar con ingenieros, Simpkins descubrió que se necesitaría algo más que un método para proteger las 50 hectáreas del lugar y una considerable cantidad de dinero. Como Vizcaya es administrada por una organización sin fines de lucro, pero es propiedad del condado, la finca puede recurrir al financiamiento del condado para los proyectos.

El Vizcaya Museum and Gardens es una propiedad frente a la bahía que se encuentra a unos cuatro pies sobre el nivel del mar. El huracán Irma arrastró a la bahía de Vizcaya partes de la barcaza de piedra y concreto situada frente a la propiedad en 2017. Desde entonces, la barcaza ha sido restaurada a su estado histórico.
El Vizcaya Museum and Gardens es una propiedad frente a la bahía que se encuentra a unos cuatro pies sobre el nivel del mar. El huracán Irma arrastró a la bahía de Vizcaya partes de la barcaza de piedra y concreto situada frente a la propiedad en 2017. Desde entonces, la barcaza ha sido restaurada a su estado histórico.

Barrera portátil

Un método es una pieza de protección portátil llamada dique tigre: tubos de vinilo reforzado que pueden apilarse, unirse, anclarse y llenarse de agua salada. La barrera flexible se compró con una subvención de $194,000 en 2019 del Programa de Mitigación de Pérdidas por Huracanes (HLMP) de la División Estatal de Gestión de Emergencias que Vizcaya igualó con $115,140.

El museo ha realizado dos prácticas de despliegue del dique tigre, que tarda unas 12 horas y requiere de 10 a 12 personas para inflarse por completo. Con un personal de administración de jardines de solo nueve personas, Simpkins dijo que el plan es usar una combinación de personal y mano de obra contratada para desplegarlo.

“Es todo un esfuerzo montarlos y desplegarlos, pero teniendo en cuenta el esfuerzo que tendríamos que emplear para que los jardines volvieran a ser lo que deberían después de las inundaciones, no hay comparación”, dijo Simpkins.

El Vizcaya Museum and Gardens tiene previsto usar unos tubos inflables de agua llamados dique tigre, que están diseñados para bloquear el agua de las inundaciones de los jardines y las zonas bajas de la Casa Principal durante los huracanes.
El Vizcaya Museum and Gardens tiene previsto usar unos tubos inflables de agua llamados dique tigre, que están diseñados para bloquear el agua de las inundaciones de los jardines y las zonas bajas de la Casa Principal durante los huracanes.

En 2012, Vizcaya recibió una subvención del Distrito de Navegación Interior de la Florida para construir un dique en el muro norte de la propiedad a siete pies sobre el nivel medio del mar. Eso resultó no ser suficiente.

“Nuestras investigaciones indicaron que [los muros de siete pies de altura] serían adecuados para casi todas las tormentas, y casi cinco años después no solo se habían desbordado, sino que se habían desbordado hasta el punto de depositar escombros en los jardines”, explicó Simpkins.

En el lado norte de la finca, los paneles de cristal del acuario se adosarán al muro existente, elevando la altura pero manteniendo el ambiente abierto para los visitantes. El dique del lado sur de la propiedad, situado a una distancia de la bahía de entre 20 y 30 pies, según la marea, se ampliará hasta 9 pies con estructuras de contención flexible y una imposta de concreto.

Para esta ampliación del muro, que se realizará este año, se usarán $260,216 del programa de subvenciones Resilient Florida del Departamento de Protección Medioambiental de la Florida. El proyecto total tiene un presupuesto de $528,609.

Otro proyecto que se pondrá en marcha este mes es la sustitución del cristal y la adición de contraventanas anticiclones en todas las ventanas exteriores de la histórica Casa del Superintendente, y la sustitución de la logia, un pasillo exterior cubierto, por un nuevo sistema contra huracanes, para lo cual usarán una subvención HLMP de $194,000. Vizcaya espera contribuir al proyecto con $12,786.

Daños en el Vizcaya Museum and Gardens tras el huracán de 1926.
Daños en el Vizcaya Museum and Gardens tras el huracán de 1926.

Historial de inundaciones por huracanes

Los jardines tienen un historial de fuertes inundaciones por huracanes como los de 1926, 1938 y el huracán Andrew de 1992, pero no fue hasta el huracán Wilma, en 2005, cuando Vizcaya empezó a registrar graves marejadas ciclónicas.

“Incluso en el tiempo que llevo aquí ha habido un aumento en la cantidad de inundaciones”, dijo Simpkins.

El nivel del mar que rodea al vecino de Vizcaya, Virginia Key, ha subido 8 pulgadas en los últimos 100 años. El ritmo se está acelerando, con cerca de 3 pulgadas solo en los últimos 10 años, según un reporte de la Universidad Estatal de la Florida (FSU) que usa datos de la NOAA.

Pero Simpkins cree que una de las principales razones por las que la propiedad sigue existiendo es porque el anterior propietario de los terrenos, James Deering, conservó sabiamente los manglares que controlan la erosión cuando construyó la finca.

Vizcaya trabaja con la administración de Protección del Medio Ambiente y Recursos Medioambientales de la Florida para eliminar y sustituir las plantas exóticas. En el proceso han crecido nuevos manglares.

Vizcaya sigue esforzándose por preservar la propiedad histórica, pero también quiere comprometerse con la comunidad.

En 2021 Vizcaya puso en marcha Vizcaya Climate Collaborative para ofrecer a la comunidad un compromiso de cara al exterior con el cambio climático.

“Durante mucho tiempo se ha creído que los museos son instituciones neutrales, que nuestro objetivo es presentar información para que el público y los visitantes hagan lo que quieran con ella”, dijo Rebecca Peterson, coordinadora del programa comunitario de Vizcaya. “Con el tiempo, sin embargo, ha quedado muy claro que, al tener una iniciativa sobre el cambio climático que proteja a nuestro estado y a nuestra comunidad contra el cambio climático, estamos adoptando una postura”.

Sus programas abarcan todas las edades, público escolar de cuarto a duodécimo grados, programas para familias y para jóvenes adultos, todos tratando de responder a la pregunta: ¿Qué podemos hacer para proteger el planeta?

El personal de Vizcaya colabora estrechamente con científicos del clima y organizaciones como el instituto CLEO para que los temas sean digeribles para cualquier persona interesada y para hacerlos divertidos. El próximo evento, el 30 de agosto, es una fiesta de desove de corales en luna llena.

“La teoría es que es muy difícil cambiar cuando todos los mensajes que recibes son de catástrofes y dicen que el mundo se va a acabar”, dijo Peterson. “El objetivo es demostrar que podemos cambiar las cosas”.

Visitantes pasean por los cuidados jardines de inspiración europea del Vizcaya Museum and Gardens, el 19 de mayo.
Visitantes pasean por los cuidados jardines de inspiración europea del Vizcaya Museum and Gardens, el 19 de mayo.

Este reporte sobre el clima fue financiado por la Lynn and Louis Wolfson II Family Foundation, en colaboración con Journalism Funding Partners. El Miami Herald conserva el control editorial de todo el contenido.