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Virreyes Rugby Club, marcado por una bendición: la de dar

La interacción de Virreyes Rugby Club con la comunidad se expresa en solidaridad y deporte; en este caso, el Centro de Primera Infancia Michinguito.
La interacción de Virreyes Rugby Club con la comunidad se expresa en solidaridad y deporte; en este caso, el Centro de Primera Infancia Michinguito.

Santiago Gómez Cora contaba, en una charla que tuvo en la semana con la Agrupación Veteranos de Rugby, que uno de los compromisos que tomó el grupo de los Pumas 7s durante la preparación que culminó en la medalla olímpica fue dar algo todos los días. “A veces sólo pensamos en llevarnos. Lo que sea: una camiseta, los mejores botines, el mejor buzo, dinero. Nosotros nos propusimos dar: por el de al lado, por el equipo, por los amigos, por los que se quedaron en el camino. Dar todos los días. Porque, además, eso es lo que aprendimos en nuestros clubes”, completaba el entrenador del seleccionado de seven.

Gómez Cora es un lujo para el rugby argentino. Está al nivel de los que mejor piensan y hacen, intelectual y técnicamente, el deporte en el país. Pero será otro momento para referirse a él en amplitud. Ahora toca abordar el concepto que trajo para el recorrido del largo camino que desembocó en el bronce en Tokio. Dar es primo hermano de agradecer.

Virreyes es una creación empática del gran Rodolfo "Michingo" O'Reilly.
Virreyes es una creación empática del gran Rodolfo "Michingo" O'Reilly.


Virreyes es una creación empática del gran Rodolfo "Michingo" O'Reilly.

En Virreyes Rugby Club, que en 2022 llegará a las dos décadas de vida, el dar forma parte esencial de los principios fundacionales. En verdad, como en todos los clubes del país. Aquí, quizás, el abordaje alrededor del rugby tiene otros matices y otras necesidades. Y, además, Virreyes es también un punto de partida para otros clubes y proyectos que en los últimos tiempos se abrieron a toda la sociedad.

La pandemia tuvo a los clubes cerrados casi un año. Descendió la cobranza de la cuota, cientos de jugadores abandonaron, cientos de socios se dieron de baja. La competencia recién retornó hace algo más de un mes, tras estar interrumpida desde fines de 2019. Nada distinto a lo que sucedió en el mundo, aunque al rugby lo golpeó especialmente. Cada uno tuvo que buscar nuevas fórmulas para no desintegrarse. En Virreyes se juntaron las madres de los jugadores, y con sus hijos y con todos los que aportan en el día a día, enfocaron al rugby a la nueva realidad. Empezaron por la comida. A lo largo de varios meses entregaron 125 mil viandas a los vecinos de los barrios, en una de las zonas más postergadas de San Fernando.

Ocuparse de los chicos es mejorarles sus vidas en el futuro.
Ocuparse de los chicos es mejorarles sus vidas en el futuro.


Ocuparse de los chicos es mejorarles sus vidas en el futuro.

Esa acción se sumó a otra que en el club es prioritaria desde el kilómetro 0: la educación. Se fortaleció el apoyo escolar, la orientación vocacional y la inserción universitaria. Y desde allí surgió el flamante Centro de Primera Infancia (CPI) para niñas y niños de 3 y 4 años. Empezó a funcionar para familiares de jugadores y cuando se logró la habilitación oficial, se inscribieron 60 chicos en dos días. El jardín de infantes se llama Michinguito, en homenaje a Rodolfo Michingo O’Reilly, alma mater y símbolo del club, ex entrenador de los Pumas.

En el segundo piso de la casa del club se terminó de construir hace dos meses, gracias a aportes privados, especialmente, y estatales, una ampliación que contiene el aula para el CPI y un salón de danza. La primera está a cargo de Carolina Iraola; la segunda, de Camila Alegre. En ambas la dirección es de Ángela Billoch, una de las fundadoras. El proyecto y la obra fueron del arquitecto Fernando Carafí, uno de los tantos que un día fue a ver de qué se trataba y se quedó colaborando.

En pocos años, Virreyes se hizo un nombre en el rugby argentino y tiene chapa de club solidario.
En pocos años, Virreyes se hizo un nombre en el rugby argentino y tiene chapa de club solidario.


En pocos años, Virreyes se hizo un nombre en el rugby argentino y tiene chapa de club solidario.

La intención de Virreyes RC es articular con el municipio de San Fernando la educación temprana de los niños. Al aula se le sumó una plaza de juegos. A los días, una escuelita de fútbol. Al fútbol ya lo jugaban las mujeres y ahora se agregaron los hombres. Son 210 en total. La dirige Marcos Pérez, jugador de la primera camada del club y hoy integrante de la comisión directiva.

Virreyes está compitiendo en la Primera C de la URBA. Viene de dos ascensos consecutivos. El plantel superior recién va por su primera década. Hay 500 jugadores de rugby, 210 de fútbol y unos 100 alumnos entre el jardín de infantes y la escuela de danza. Marcos Julianes, locomotora y fundador, dice que quiere que a través del club sea una bendición vivir en Virreyes. La bendición de dar.

Tiempo, capacitación, bienes materiales, cariño; dar es una bendición.
Tiempo, capacitación, bienes materiales, cariño; dar es una bendición.


Tiempo, capacitación, bienes materiales, cariño; dar es una bendición.