Virginia Elizalde: de su gran regreso a la TV a su historia de amor y su pasión por el deporte

Virginia Elizalde
Virginia Elizalde

A Virginia Elizalde le gustan los retos, tanto que no dudó en ser parte de The Challenge Argentina, el desafío, el nuevo reality de Telefe, que se estrena el próximo lunes, a las 21.15. Orgullosa de sus 68 años recién cumplidos, le interesa dar un mensaje bien claro: “La edad no es un límite sino que los límites los pone la cabeza”. En diálogo con LA NACION, la exmodelo y conductora habló de su regreso a la televisión y de los proyectos deportivos que tiene, una pasión compartida por sus hijas, nietos y esposo . “No conocía el reality, pero cuando me llamaron también me mandaron imágenes y me vi casi todos los capítulos. Acepté porque donde hay un desafío, yo voy. Me encanta y me divierte. Siempre digo que hay que ponerse metas en la vida y The Challenge fue una. Entrené mucho y la verdad es que estuvo increíble”, remarcó.

-Entrenás habitualmente, ¿pero cuánto tiempo lo hiciste más enfocada el reality?

-Ya venía entrenando porque en este momento tendría que estar escalando el Aconcagua, haciendo cumbre justamente el 13 de febrero, día en que se estrena el reality. Entonces estuve entrenando todo el año para eso.

Virginia Elizalde quiso sumarse al nuevo programa de Marley: "Acepté hacer The Challenge porque donde hay un desafío, yo voy. Me encanta y me divierte"
Virginia Elizalde quiso sumarse al nuevo programa de Marley: "Acepté hacer The Challenge porque donde hay un desafío, yo voy. Me encanta y me divierte"

-¡Cambiaste la meta!

-Sí, voy a escalarlo el próximo verano. Tuve que elegir porque al principio no se sabía bien en qué fecha se iba a hacer el programa y no quería quedarme afuera. Me gusta demostrarle a las mujeres y a los hombres que a pesar de la edad que tengan, nada es imposible. Y pensé que con el programa lo iba a demostrar mucho más que subiendo el Aconcagua. Me parece muy bueno ese mensaje porque yo soy la más grande de todos los participantes y podría ser la mamá de cualquiera, menos de Fernando Burlando (risas).

-¿Hiciste una buena performance?

-Sí y estoy re contenta porque además se armó un grupo increíble. Casi no conocía a nadie y siempre hay dudas sobre lo que puede pasar en la convivencia. A diferencia de Gran hermano, competíamos cada dos días entonces estábamos enfocados en eso. Cuando hay espíritu deportivo, el clima es diferente. Estoy acostumbrada a correr carreras largas y siempre hay camaradería porque todos tenemos la misma meta y no hay competencias. El deporte es amistad, compañerismo.

Virginia Elizalde junto a sus compañeros de reality y el conductor
Virginia Elizalde junto a sus compañeros de reality y el conductor - Créditos: @Bernardino Avila

-¿Qué otros planes tenés para este año?

-Deportivamente, este año vamos a correr una carrera con Sol, mi hija más chica que ya tiene 25 años. En diciembre de 2021 subimos al Lanín juntas porque soy madrina de una fundación para chicos con discapacidad en San Martín de los Andes y uno de los señores que está ahí y es no vidente, quería subir y bajar el Lanín en el mismo día, y armamos un grupo para acompañarlo. Nos entrenamos todo el año con Sol y la experiencia fue increíble. Me encanta compartir los deportes con mis hijas. El año pasado íbamos a hacer una carrera, pero no se dio así que la hacemos este año, posiblemente en abril porque después Sol se va a vivir a Australia con el novio, por un tiempo.

-Lograste que tus tres hijas heredaran ese amor por el deporte...

-Por suerte, sí. Angie vive cerca de casa y es mamá de cinco de mis nietos y Catalina vive en Cancún y es mamá de dos. Con Cata compartimos windsurf, y con Angie corrimos varias carreras de aventuras largas, de 500 km, y con su marido también. Lo hicimos durante varios años. Sol nos acompañaba en algunas carreras con asistencias cuando era chiquita y se quedaba ayudando a quienes nos ayudaban así que lo mamó. Y un día me dijo que quería correr una carrera conmigo, que lo puso como desafío en el colegio y nos fuimos a correr la media Misión y después corrimos otras.

Virginia Elizalde comparte el amor por el deporte con su familia y se ponen desafíos para cumplir juntos
Virginia Elizalde comparte el amor por el deporte con su familia y se ponen desafíos para cumplir juntos

-¿Y tus nietos son deportistas?

-Si, los hijos de Angie tienen los genes de los dos, y mi yerno también es deportista; con él corrimos muchas carreras. Así que los chicos salieron más deportistas que nosotros, me parece. Y mis nietos mayores, que viven en México, lo mismo: Niko cumple 12 años y juega fútbol americano y Kayla hizo gimnasia artística y ahora vóley.

-¿Sos una abuela dedicada a los nietos o más independiente?

-Ayudo mucho a Cata porque vivimos cerca y con cinco chicos siempre necesita una mano. Soy una abuela muy presente y cuando alguno juega al fútbol vamos todos a verlos o cuando una de ellas hacía gimnasia artística también íbamos, o la llevaba y la iba a buscar a los entrenamientos. Somos todos muy unidos.

-Tu marido, Coco Fernández, es uno de los directivos de eltrece, ¿también es deportista o te espera en casa con el mate?

-Yo no lo sabía cuando lo conocí, pero a Coco le quedaba una materia para recibirse de profesor de educación física. Después empezó a trabajar en los medios y dejó. Me acuerdo que un día estaba en su casa y agarré una remera que decía “triatlón de San Isidro” y le reproché habérmela robado. Me respondió que era suya y que había corrido esa carrera. Así que habíamos compartido un triatlón y no nos conocíamos. Con su trabajo no tiene el tiempo que quisiera para entrenar, pero corrió varias carreras y también corrimos juntos tres Iroman en posta, con Angie y Sol: él nadó, yo hice bici y alguna de las chicas corría. Tratamos de compartir porque es muy lindo tener un objetivo en común.

-¿Qué comen en una casa en la que todos son tan deportistas?

-De todo, pero sano. A Coco y a Sol les encanta cocinar y a mi también, pero cuando ellos me dicen que cocinan, soy feliz (risas). Aparte, con un tomate y un pollito me arreglo. Como sano, nada complicado. Ellos tienen el arte culinario más despierto que yo.

"Cumplí 68 años el pasado 30 de enero y a veces pienso que si hubiera parado de hacer deportes, hoy me dolería todo el cuerpo", asegura Virginia Elizalde
"Cumplí 68 años el pasado 30 de enero y a veces pienso que si hubiera parado de hacer deportes, hoy me dolería todo el cuerpo", asegura Virginia Elizalde

-Hacía tiempo que no estabas en los medios...

-Es verdad. En pandemia hice un micro de gimnasia en La jaula de la moda, y después seguí al año siguiente.

-Fuiste modelo durante muchos años, pero te hiciste popular en 360 todo para ver, ¿es así?

-El primer programa que hice para televisión fue en ATC y era de deportes. Les hacía notas a deportistas y después hice uno con Víctor Sueyro en Canal 13 que se llamaba La cacería fantástica: yo estaba en un helicóptero y dos parejas jugaban en el piso y era como la búsqueda del tesoro; adivinaban algo, yo iba a buscarlo en helicóptero y siempre la última prueba era de deportes. Por ejemplo, una vez salté del helicóptero al río y nadé a una boya a buscar un papel, o anduve en moto en una pista de motocross. La gente empezó a conocerme así más que como modelo porque en ese entonces no había redes. A los dos años me llamaron de 360 porque en ese momento ya corría mis primeras carreras de aventura, como por ejemplo el tetratlón de Chapelco y el pentatlón de San Rafael, y lo pasaban en El deporte y el hombre. Así me convocaron para hacer turismo aventura en 360, y eso se transformó en deportes extremos.

-¿Te queda algún deporte extremo por hacer?

-En una época me había quedado pendiente el bobsleigh (deporte de nieve con un trineo ligero) porque habíamos ido especialmente a Suiza, pero la pista se rompió porque no hacía tanto frío. Después lo hice. Una vez los contamos con mi marido y son más de 55 deportes los que hice.

-¿Hay uno que te guste más que otro?

- Los de agua me encantan, yo arranqué haciendo windsurf a los 28 años. Antes era cero deportista.

-¿Por qué empezaste a practicar deporte a esa edad?

-Hacía taekwondo, pero más por un tema de defensa personal que por otra cosa. A los 18 años me compré mi primera moto, con la primera foto que hice como modelo, y a los 20 me compré una de 400 cilindradas con otra publicidad, y era raro en esa época ver a una mujer andando en una moto grande. Después se me despertó el bichito porque mis padres eran muy deportistas; mi mamá remaba, jugaba al tenis, al golf y no era común en esa época. Desde los 18 a los 28 años trabajé muchísimo como modelo y apenas tenía tiempo. Y a los 28 nació Cata, le di de mamar un año, me relajé un poco, trabajé menos y una amiga me invitó a aprender a hacer windsurf, que era un deporte nuevo. Yo soy de las que piensa “persevera y triunfarás”, así que no paré hasta que me salió. Después empecé a hacer regatas, a correr.

-Y no paraste más...

-(Risas) No, nunca hay que decir que no podés, siempre tenés que intentarlo al menos. Cumplí 68 años el pasado 30 de enero y a veces pienso que si hubiera parado de hacer deportes, hoy me dolería todo el cuerpo.

-Nunca escondiste tu edad, al contrario...

-Lo que más me divertía en The Challenge era saber que iba a estar con gente mucho más joven que yo. Está buenísimo que vean que la edad no es un límite, sino que el límite es la cabeza. Si no entreno, me duelen todos los huesos. Creo que haciendo ejercicio tenés una vejez mejor. Hay que hacer deporte para sentirte bien, no hace falta correr carreras. Además hace bien a la mente también y es un rato que te dedicás a vos. Hay que animarse porque se puede.

-¿A tu marido lo conociste en 360?

-Sí, era productor ejecutivo del programa y fue su primer trabajo en Canal 13. Después de un par de años nos enganchamos en un viaje que hicimos a la Polinesia.

-Muy romántico...

-Totalmente. Coco tenía una cámara para grabar abajo del agua y fue como camarógrafo. Yo me había separado hacía más de un año y nos enganchamos. En marzo cumplimos 26 años de casados.