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Los coleccionistas de zapatillas pierden la cabeza (y la decencia) tras la muerte del diseñador Virgil Abloh

Virgil Abloh en pleno proceso de reinterpretación de unas Jordan 1 High OG que han alcanzado un precio estratosférico tras su fallecimiento.

El coleccionismo de zapatillas es un mundo muy complejo, en el que se mueve mucho dinero y en el que los escrúpulos no siempre están a la orden del día. Calzado deportivo que se compra a un precio razonable en la mayoría de los casos y luego se revende por cifras astronómicas que, en ocasiones, multiplican por diez su valor original. Una tendencia que en momentos concretos se escapa de las manos, como sucede actualmente tras la muerte del diseñador Virgil Abloh, creador de la codiciada marca Off-White y protagonista de colaboraciones y reinterpretaciones con Nike y Jordan Brand que son puro objeto de deseo en los círculos de compra-venta.

El fallecimiento el pasado 28 de noviembre de Abloh, con sólo 41 años, tocó diferentes sectores de la sociedad actual, desde la moda al diseño, pasando por el deporte. Estrellas de diferentes disciplinas lloraron su muerte. Desde el mundo del fútbol con iconos como Megan Rapinoe o Kylian Mbappé hasta astros de la Fórmula 1 como Lewis Hamilton o de la NFL como Odell Beckham Jr. Pero sobre todo por jugadores de baloncesto, tanto de la NBA como de la WNBA. LeBron James, Russell Westbrook, PJ Tucker, Sue Bird... Todos haciendo referencia al legado y la aportación cultural y social del diseñador. Un mensaje completamente opuesto al que se puede leer entre líneas cuando, en el mercado de reventa, el precio de las zapatillas diseñadas por Abloh se disparaba sólo unos minutos después de que se hiciese oficial su muerte.

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Para poner cifras sobre la mesa, unas zapatillas Off-White Air Jordan Retro High OG Chicago han recibido ofertas de 10.000 dólares (casi 9.000 euros) en el portal de reventa Stockx, basado en un modelo de subasta holandesa y con la intención de acabar con la idea de precio de venta al público. Una cantidad que roza lo ridículo si lo comparamos con la original de 190 dólares (aproximadamente 170 euros) por el que se vendía ese modelo allá por 2017. Desde Stockx se justifican. "Como es el caso de cualquier mercado vivo, los acontecimientos de la vida real repercuten en el rendimiento del mercado. Tras la trágica noticia del fallecimiento de Virgil Abloh, aumentó el interés por los productos relacionados con el icono". Un aumento de interés que se materializó en un incremento del 1.000% de búsquedas de productos relacionados con el diseñador.

“El mercado del calzado deportivo se ha convertido en una especie de mercado de acciones al estilo de la bolsa. Stockx lo ha probado con las zapatillas y quiere abrirlo más allá”, me explica Kike Marina, la persona a la que acudir cuando se trata de hablar de calzado deportivo en nuestro país, más allá de gurús y sneakerheads al uso. “Se ha convertido en el sistema de venta directo para los jóvenes, que hoy por hoy no distinguen entre comprar en reventa o comprar en tienda”.

De un tiempo para acá, la funcionalidad y la comodidad de las zapatillas de deporte han pasado a un segundo plano. Da igual que se practique el deporte para el que están creadas o que se idolatre al jugador en cuestión que las da nombre. Gente que no ha visto un partido de baloncesto en su vida ni podría hablar de la carrera deportiva de Michael Jordan lleva sus zapatillas. La mayoría de los compradores, especialmente en estos círculos de compra-venta, buscan la exclusividad como objetivo primordial. De ahí que la reventa legal haya dado un paso adelante. El propio Kike Marina lo explicaba a la perfección en un artículo de la prestigiosa revista Esquire publicado en 2019. “La diferencia entre el precio de venta y lo que el comprador está dispuesto a pagar ha crecido, provocando un mercado secundario de reventa, consumidores que pasan de compradores a vendedores en cuestión de minutos”. Dicho de otro modo y por poner un ejemplo, un comprador adquiere, normalmente pasando un proceso de sorteo para poder hacerse con ellas debido a lo limitado del número de pares disponible, unas zapatillas Nike Dunk por el precio estándar de 110 euros. Acto seguido se convierte en vendedor y las saca al mercado de reventa por un precio completamente desorbitado pero que muchos están dispuestos a pagar. Como intermediario de todo este proceso se encuentran portales como Stockx.

La marca en cuestión (siguiendo con el mismo ejemplo, Nike) no rompe ningún tipo de código ético, pues vende su producto al mismo precio de siempre sin importar el momento o la tendencia (o en el caso del que hemos partido, la muerte de Virgil Abloh). Stockx se escuda en “el aumentó el interés por los productos relacionados con el icono” y todo el peso moral recae sobre el (re)vendedor y el comprador. Queda en su conciencia. En la misma que, como ya hemos dicho, busca la exclusividad por encima de todo. Distinto es cuando las marcas lanzan ediciones limitadas en portales de reventa, entrando entonces en un pantanoso terreno en el que parecen estar dando su beneplácito a este tipo de mercado. Pero eso es otra historia, que podríamos contar mientras entornamos los ojos en gesto de desaprobación.

Vídeo | Miami acogió el emotivo desfile final de Virgil Abloh para Louis Vuitton.

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