Anuncios

Vinícius y el Balón de Oro

MADRID, SPAIN - NOVEMBER 28: Vinicius Junior of Real Madrid celebrates after scoring their side's second goal during the La Liga Santander match between Real Madrid CF and Sevilla FC at Estadio Santiago Bernabeu on November 28, 2021 in Madrid, Spain. (Photo by Denis Doyle/Getty Images)
A ver, bajadme ese 'hype'. (Foto: Denis Doyle/Getty Images)

En lo que va de temporada, varias personas me han sugerido documentar el cambio de opinión de muchos tertulianos acerca de Vinícius Junior. Por ahora, no he accedido. Que levante la mano quien no esté sorprendido, cuando no boquiabierto, con la metamorfosis de este futbolista, de meme a crack en apenas un verano. Podríamos reseñar, por supuesto, algunos comentarios especialmente sangrantes, como las reiteradas faltas de respeto de Cristóbal Soria —valga la redundancia—, pero para constatar que estábamos ante una sandez no hacía falta que Vinícius le diera una patada a un bote.

Este lunes, después del golazo al Sevilla, el diario ‘As’ publicaba en Twitter un fotomontaje del futbolista controlando con el pecho, como hizo ante Lucas Ocampos, en el que la pelota había sido reemplazada por el Balón de Oro. Y no parece casualidad que, a unas horas de la dichosa gala, la portada de ‘Marca’ rece: “Misil de oro”.

Vincular la carrera de un futbolista al Balón de Oro es, aunque no lo parezca, un flaco favor. Se pretende entronizarle pero normalmente se le acaba lastrando. No sé qué percepción tendríamos, por ejemplo, de Marco Asensio si, cuatro o cinco años atrás, varios periodistas no nos lo hubieran vendido como el futuro mejor jugador del mundo. Es posible que se valoraran más sus aciertos y menos sus lagunas. Tomás Roncero —uno de los que le vaticinaron ese futuro dorado— aventuró también que Robinho lo ganaría en 2009 y Benzema, en 2013. En 2011, Eduardo Inda plasmó en una portada de ‘Marca’ que Mesut Özil reinaría más pronto que tarde. Cuando el Real Madrid lo vendió al Arsenal coincidiendo con la llegada de Gareth Bale, Inda —ya fuera del periódico— aseguró que el galés se haría con el premio, sin la menor duda.

Aunque los medios seguimos concediendo una importancia suprema a esta votación, organizada por una revista que nadie lee en España, celebro que el Balón de Oro vaya, poco a poco, a ser lo que fue: un tema del que se habla durante, aproximadamente, una semana al año. La marcha de Leo Messi y Cristiano Ronaldo habrá sido nefasta para la Liga, pero nos ha evitado meses de debates cansinos. Recuerdo que, la misma noche en que el Madrid ganó una de sus tres Champions seguidas, el debate en ‘El chiringuito’ no versaba acerca de la final ni del título, sino sobre cómo podría favorecer las aspiraciones de CR7 para conquistar de nuevo su ansiada pelotita dorada. Lo ideal sería volver a los tiempos de Luis Suárez, el único ganador español, al que le hicieron unas fotos con el trofeo, una entrevista y... listo. Cuando los futbolistas no vestían frac ni pisaban alfombra roja, pero escucharles resultaba interesante.