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Besiktas o el ocaso europeo de la carrera de 'Chicharito' Hernández

Los rumores son una constante en la dos vidas de Javier ‘Chicharito’ Hernández: la profesional y la personal. La última perla que podría depararle el futuro es su posible marcha como cedido al Besiktas turco después de una corta etapa en el West Ham United, club por el que firmó en 2017 por tres años.

Si finalmente se ejecutan estos ensordecedores rumores, la carrera de este maestro de la contradicción viviría otro episodio que prueba un axioma, por definición, irrebatible: la separación entre el amor y el odio que directores técnicos y aficionados le tienen a ‘Chicharito’ cuenta con un grosor idéntico al hilo con en el que se cose un botón.

El ariete mexicano nunca convence del todo porque es niño bonito y ‘enfant fatal’ a la vez. Su inevitable naturaleza le impide que sea capaz de lo mejor y de lo peor y se haya acostumbrado a vivir en el limbo futbolístico del toma y daca, del darse y quitarse a sí mismo de manera constante. Y últimamente hay más de lo segundo que de lo primero.

Sus chispazos sobre el pasto, ya sea entrando de suplente o antes de ser sustituido, tambalean las teorías del odio que le profesan sus detractores. Mientras que su deambular indiferente como durante la derrota en la Copa ante Tottenham Hotspurs hace dos semanas provocan que los periodistas que cubren a los Hammers se le echen a la yugular.

Salir cedido al Besiktas acercaría el final de ‘Chicharito’ en la bella y grandilocuente Europa en la que lleva viviendo durante ocho años, desde que de chavo abandonó Guadalajara con el equipaje cargado de sueños tras cautivar al mismísimo Alex Ferguson, a quien considera como un padre. La carrera de CH14 es envidiable, primero porque caer parado en Old Trafford está al alcance de muy pocos, y segundo porque cualquiera hubiera soñado con alcanzar dos títulos de la Premier League (Man City) y un Mundial de Clubes (Real Madrid).

Pero la insoportable levedad de este ser apodado ‘Chicharito’ se hace cada día más pesada. Cada cesión a otro club le pone en un lugar difícil por lo que ello significa: falta de minutos, falta de confianza de los técnicos, falta de suficientes cosas como para que vaya rulando de un lado a otro mientras da vueltas sobre sí mismo como una peonza. La marcha de Ferguson y la llegada de Louis van Gaal en el United desestabilizó el áurea de Hernández. La cesión al Real Madrid, donde fue un suplente de lujo y al que no quisieron comprar al final del contrato. En su regreso a Manchester, el director técnico holandés tampoco se lo quiso quedar y el Bayern Leverkusen le abrió las puertas para que se reencontrara con su versión más deseada. Allí se convirtió en el jugador mexicano con más partidos jugados en la Champions League después de Rafa Márquez.

La carrera de ‘Chicharito’ en el Viejo Continente se apaga irremediablemente con 30 primaveras y sus respectivos inviernos. El ocaso europeo está cada vez más cerca, así como su potencial llegada a la MLS estadounidense, donde hace años le esperan con los brazos abiertos. Si finalmente encuentra su próxima ‘novia’ futbolística en el Besiktas de Turquía, ésa podría ser su última relación antes de volver a cruzar el charco.

Y en este baile de cambios y transiciones, ‘Chicharito' sí parece tener claro que su última novia, la sentimental, es la niña de sus ojos, tan acostumbrados a cambiar de alcoba como de equipo. Y todo, por supuesto, documentado en sus redes sociales, el único lugar público en el que el ariete se siente libre para mostrar los secretos de una personalidad enigmática.