Vanina Correa, la capitana y símbolo de la selección argentina, busca hacer historia en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda

Vanina Correa jugará su cuarto Mundial con la selección argentina, es decir que estuvo en todos los que disputó nuestro país
Vanina Correa jugará su cuarto Mundial con la selección argentina, es decir que estuvo en todos los que disputó nuestro país - Créditos: @AFA

AUCKLAND.- “Lo más difícil de la historia es hacerla”. Quien habla es Vanina Correa, arquera y capitana de la Selección Argentina. En la previa mundialista, la santafesina, de 39 años, lo afirma con el peso de la experiencia que lleva en los guantes: estuvo en cuatro Mundiales, todos los que jugó la albiceleste en su historia.

De pocas palabras, Vanina es discreta a la hora de hablar. Sin embargo, su metro ochenta de altura y su entrecejo fruncido marcan presencia bajo los tres palos. Y el entrenador Germán Portanova lo sabe: “Tiene una esencia y una ubicación en el arco increíbles”. Palabras similares usó Martín Tocalli, coordinador de arqueras de Argentina en el Mundial de Francia 2019. La describió como una guardameta con buena ubicación, siempre lista para tapar pelotas de media altura, su punto más alto.

Hace una semana, la Selección se despedía de Argentina en el Estadio San Nicolás frente a 20 mil personas. Más de 50 familiares de Vanina viajaron desde Santa Fe para ver la victoria 4 a 0 frente a Perú. Era fácil reconocerlos: todos tenían puesta una camiseta con el apellido “Correa” en la espalda.

Su madre, Adriana Ojeda, miró todo el partido pegada a una de las barandas de la platea, delante de las filas de las butacas. Junto a sus nietos, vio parada a su hija. Cada vez que ve a su hija en el arco, la adrenalina y la ansiedad no le permiten relajarse. Los penales y los tiros libres de las rivales jamás los ve. Y a pocos días de que arranque el Mundial confiesa que está orgullosa de su hija, pero risueñamente lamenta que haya elegido el puesto más criticado del fútbol. “Si una jugadora se equivoca, no pasa nada. Si la arquera se equivoca, la matan”, repite.

Vanina es madre de mellizos. En 2014, tras el tratamiento de fertilidad que hizo con su compañera de entonces, nacieron Romeo y Luna. Ahora, tienen 9 años. Aquellos primeros años de maternidad, Correa se retiró del fútbol, colgó los guantes.

Vanina Correa, arquera de la selección Argentina, en su casa junto a sus hijos, en Rosario, en una imagen de 2020
Vanina Correa, arquera de la selección Argentina, en su casa junto a sus hijos, en Rosario, en una imagen de 2020 - Créditos: @Marcelo Manera

En 2017, el exentrenador de la Selección, Carlos Borrello, la llamó y le comentó que quería que volviera a vestir la celeste y blanca. La Flaca -como la apodaron- se negó. Pero Borrello la conocía y a los pocos días la apuró: “Tengo que entregar la lista. ¿Te cito o no?”. Correa aceptó.

En el túnel de San Nicolás, antes de la entrada del equipo al campo de juego, sus hijos le piden a su madre salir de la mano con Yamila Rodríguez. “La tienen de ídola. Ahora entienden un poco más de fútbol y les llama la atención cómo se divierte, cómo grita los goles. Conocen a todas las jugadoras. Igualmente, les dije que no. Yami ya tenía un nene con quien salir y yo quería que salieran conmigo”, confiesa desde el hotel donde concentra la Selección Argentina en Auckland, mientras se ríe del suceso.

Sus compañeras dicen que antes era imposible hacerla reír, pero que ahora la ven más relajada. Correa le echa la culpa a su timidez. Su pareja, Victoria Culasso, afirma que es de pocas palabras también con la familia. Su madre sabe que después de cada partido -ya sea derrota o victoria- a Vanina no se le habla hasta que Victoria dé el visto bueno.

Vanina Correa, ofreciendo seguridad y experiencia en el arco de la selección argentina
Vanina Correa, ofreciendo seguridad y experiencia en el arco de la selección argentina

“Muchas veces quiero bajar la adrenalina del partido. No es más que eso”, defiende Correa su silencio. Sin embargo, ya en los últimos de carrera agrega que desde hace un tiempo algo cambió: “Ahora disfruto de los espacios, partidos, entrenamientos y estadios”.

Vanina se crió en la canchita del Club Villa Diego Oeste, en Santa Fe. Creció jugando a la pelota con sus tres hermanos, Alejandro, Darío y Mauro. En aquella época no existía el fútbol infantil femenino y, al igual que varias de sus compañeras, creció en un potrero rodeada de varones. Un día, se puso los guantes porque el arquero titular faltó y nunca más abandonó la posición.

Jugó en Banfield, Boca, Rosario Central, Social Lux, San Lorenzo y el Espanyol de Barcelona. Disputó cuatro Copas América y una Copa Libertadores. El Mundial pasado fue elegida por la FIFA como MVP del partido frente a Inglaterra, a pesar de la derrota 1 a 0. “Se la queda Correa. Salvó Correa, otra vez. Fenomenal, Correa es notable”, repitió la trasmisión del Argentina -Inglaterra por la segunda fecha.

Vanina Correa, la experimentada arquera argentina
Vanina Correa, la experimentada arquera argentina

El técnico inglés, en conferencia, se tomó un tiempo para destacarla y señaló que su actuación había sido “de clase mundial”. Tras el partido, Vanina dijo tras recibir el premio: “No sé cómo hice. Quizás fue un poquito de suerte, quizás un poquito de esfuerzo, pero llegué”.

Hoy, además de ser futbolista profesional, trabaja en el Área de Deportes de la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez. Allí coordina el “Programa Ellas Juegan”, que promueve la participación de niñas, adolescentes y jóvenes en la práctica del fútbol femenino como medio de inclusión social.

“Me alegra el nuevo espacio en la Municipalidad. Durante años, estuve en la zona de cajas donde cobraba impuestos. Recibía más insultos en mi laburo que dentro de la cancha. Hoy, desarrollar e impulsar el fútbol femenino en la ciudad me genera una alegría enorme”, cuenta.

En la Copa América de 2018, el gesto del seleccionado de fútbol femenino significó un llamado de atención a la AFA; Correa es la segunda, desde la derecha
En la Copa América de 2018, el gesto del seleccionado de fútbol femenino significó un llamado de atención a la AFA; Correa es la segunda, desde la derecha

La Flaca fue parte de la Selección que vestía la ropa que descartaba el plantel masculino, la que durmió en un micro previo a un amistoso porque la AFA se había olvidado de reservar un hotel, la que realizó el Topo Gigio en la Copa América 2018 para reclamar mejores condiciones deportivas y económicas.

“Realmente, estábamos muy lejos de las potencias. Es cierto que ellas siguen un escalón por encima, pero acortamos los tiempos y lo venimos demostrando -dice a horas del debut frente a Italia-. Nosotras queremos hacer historia y eso significa ganar un partido en este Mundial. Sabemos que un triunfo marcará la historia del fútbol femenino en Argentina”.