Vagones de tren contra la demencia en residencias de mayores de Países Bajos

La Haya, 20 dic (EFE).- La compañía ferroviaria neerlandesa NS entregó este martes componentes de trenes a una veintena de residencias de mayores en Países Bajos para que puedan crear sus propios vagones y permitir así que los ancianos con demencia vuelvan a sentir la experiencia de viajar en tren sin necesidad de salir del edificio.

Asientos auténticos, un cubo de basura con tapa, un portaequipajes, una mesa plegable y una pantalla con la ruta para construir un vagón en una residencia que garantice un auténtico viaje ferroviario. La idea es ofrecer una distracción y estimular los sentidos para que ancianos con demencia recuperen recuerdos positivos, entre ellos un trayecto en tren con vistas a paisajes característicos de campos neerlandeses.

“Hemos colaborado mucho con las residencias de ancianos, pero esta es la primera vez que lo hacemos a gran escala. Antes dimos componentes de tren a residencias en Oss y La Haya y construyeron dos preciosos vagones”, explica a EFE Anne van der Wel, una portavoz de NS.

Los componentes usados para construir estos vagones provienen de antiguos trenes de dos pisos que se reciclan gracias al trabajo de voluntarios amantes del mundo ferroviario.

La donación llega a 22 residencias, en una colaboración entre Alzheimer Países Bajos y NS. El año pasado, ambas idearon el “Hoofdreiscoupé”, un compartimento de tren que hizo un tour por decenas de residencias ofreciendo la sensación de estar circulando por las vías.

El “Hoofdreiscoupé” tiene ahora un lugar permanente en una residencia en Zaandam, en Holanda del Norte, confirma Van der Wel.

“A través de los vagones de tren queremos dar a las personas con demencia en residencias de ancianos la oportunidad de volver a viajar en tren, sin siquiera tener que salir del edificio. Los compartimentos del tren ofrecen a estas personas la oportunidad de rememorar viejos recuerdos y entrar en contacto con familiares o cuidadores”, agrega.

Gerjoke Wilmink, director de Alzheimer Países Bajos, subraya que esta idea “puede usarse junto con otras actividades” en residencias, puesto que se ha observado que los vagones “ofrecen una distracción y un lugar especial para conversar”, sentir y escuchar.

Hay alrededor de 290.000 personas con demencia en Países Bajos y se espera que este dato aumente a 420.000 en 2030 y a 520.000 en 2040. Estas personas pierden poco a poco sus habilidades cognitivas, lo que tiene un gran impacto en su vida y la de sus seres queridos.

Ambas organizaciones lanzaron en 2019 una campaña para dar “una buena respuesta a la demencia en el transporte público” y ofrecieron un curso de formación virtual que enseña a empleados y pasajeros cómo reconocer los signos de demencia y aprender a manejarse con pasajeros que la padecen. Ya se ha realizado más de 1.250 veces.

Los empleados de NS tiene que tratar ocasionalmente con personas con demencia: algún pasajero que haya perdido a su pareja en el tren o que de repente ya no recuerde cómo funciona la tarjeta de transporte.

“Queríamos crear conciencia sobre la demencia en Países Bajos y tener un impacto en las personas que la padecen y viven en una residencia de ancianos. Eran nuestros pasajeros cuando aún podían viajar solos y siguen siendo nuestros pasajeros. Solo que ahora les llevamos el tren a ellos”, concluye Van der Wel.

Uno de los grandes problemas en Países Bajos sigue siendo el alojamiento. El número de ancianos en espera de “ingreso urgente” en una residencia pasó de 2.762 a 4.747 personas entre enero y noviembre de este año, un aumento de más del 70 % que, en cientos de casos, se extiende a más de seis meses de espera, según las listas del Instituto Nacional de Salud.

Estos son mayores muy vulnerables que, en su mayoría, se encuentran en sus últimos años de vida, con demencia avanzada o problemas físicos graves. Necesitan el ingreso urgente en una residencia por su mala salud o la de un cuidador informal, como su pareja.

Sin embargo, la lista de espera real asciende a casi 22.000 personas mayores, que en su mayoría pueden arreglárselas durante un tiempo hasta que se liberen camas.

La creación de más residencias no es una opción porque requiere más inversión y se predice una falta de personal geriátrico en el futuro, señaló el gobierno. La capacidad de los hogares de ancianos en Países Bajos se mantiene constante en 130.000 lugares y están ocupadas o no disponibles por escasez de personal sanitario.

Según los datos oficiales, Países Bajos tiene 3,5 millones de personas mayores de 65 años y se prevé que esa cifra aumente a 4,8 millones en 2040.

Imane Rachidi

(c) Agencia EFE