US Open: las universidades, el alimento del tenis en Estados Unidos para tratar de volver a ser el gigante

Maxime Cressy, 151° del mundo y ex estudiante de la Universidad de California, es uno de los 13 hombres estadounidenses que avanzaron a la segunda ronda del US Open.
Seth Wenig

Récord de trofeos de Copa Davis (32) y Billie Jean King Cup (ex Fed Cup; con 18). Raquetas número uno en singles y dobles, en hombres y mujeres. Medallas olímpicas. Celebraciones en Grand Slam y Masters. Organizador del único major que nunca se canceló, ni siquiera durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos es -históricamente- el gigante del tenis. Claro que, en los últimos tiempos, los resultados estuvieron lejos de sus antecedentes y de la capacidad de desarrollo a la que puede aspirar por su millonario presupuesto.

Extrañando los días de gloria de Pete Sampras, Andre Agassi, Jim Courier y Michael Chang, entre otras figuras. Añorando los tiempos dorados de Serena y Venus Williams, también los de Martina Navratilova, Chris Evert y Lindsay Davenport, entre otras exitosas raquetas de épocas pasadas, EE.UU. poco a poco -y con trabajo y planificación- empieza a recoger los nuevos frutos.

US Open: la celebración del estadounidense Brandon Nakashima, de 20 años y formado en la Universidad de Virginia.
ELSA


US Open: la celebración del estadounidense Brandon Nakashima, de 20 años y formado en la Universidad de Virginia. (ELSA/)

En marcha el US Open, el último grande la temporada, trece hombres de bandera norteamericana se clasificaron para la segunda ronda del certamen, la mayor cantidad desde los 15 de 1994. Del total, siete son menores de 25 años. Y un dato no menor es que seis de esos jugadores fueron a la universidad, una nueva (vieja) usina. Vía habitual en otros tiempos (por ejemplo, en los 70), fue observado de reojo en los últimos tiempos por algunos entrenadores, considerando que demoraba el proceso de inserción profesional. Pero es evidente que se trata de una opción muy valiosa para aquellos que no son cracks precoces.

El estadounidense Steve Johnson.
USTA/Garrett Ellwood


El estadounidense Steve Johnson. (USTA/Garrett Ellwood/)

Zach Svajda (18 años), Jenson Brooksby (20; de la Universidad de Baylor), Brandon Nakashima (20; Virginia), Taylor Fritz (23), Frances Tiafoe (23), Reilly Opelka (24), Maxime Cressy (24; UCLA), Ernesto Escobedo (25), Mackenzie McDonald (26; UCLA), Jack Sock (28), Marcos Giron (28; UCLA), Denis Kudla (29) y Steve Johnson (31; USC) son los trece estadounidenses que se ganaron un lugar en la 2ª ronda. Podrían haber sido 14, pero Sebastian Korda (21 años; 45° del mundo) debió retirarse en la 1ª rueda por una lesión en la espalda.

El ranking de la ATP del 10 de mayo pasado no tuvo estadounidenses en el Top 30 por primera vez desde que se creó ese registro, en 1973: Taylor Fritz (31°) y John Isner (34°), fueron los mejores. En el mismo ranking, pero del 9 del mes pasado, EE.UU. lució 14 jugadores en el Top 100 (con Isner, 30°, como el más valioso), cantidad que no ostentaba desde la semana del 22 de enero de 1996, pero con una gran diferencia, claro: en el listado de hace 25 años tenía a cuatro Top 10 (incluidos el 1° y el 2°). De todos modos, en la sobrepoblación actual de jugadores entre los mejores cien es donde EE.UU. se ilusiona, porque siete de ellos tienen menos de 24 años. Y, en ese contexto, el movimiento universitario alimenta a la maquinaria.

El argentino Facundo Lugones completó sus estudios en la Universidad Cristiana de Texas y al tiempo comenzó a trabajar como coach del británico Cameron Norrie, 29° del mundo.
El argentino Facundo Lugones completó sus estudios en la Universidad Cristiana de Texas y al tiempo comenzó a trabajar como coach del británico Cameron Norrie, 29° del mundo.


El argentino Facundo Lugones completó sus estudios en la Universidad Cristiana de Texas y al tiempo comenzó a trabajar como coach del británico Cameron Norrie, 29° del mundo.

“El tenis universitario, con 1250 colegios y universidades, 1700 programas, 3000 entrenadores y casi 20.000 estudiantes-atletas, es líder en el mundo” , saca pecho Timothy Russell, presidente de Asociación de Tenis Intercolegial, que tiene una alianza estratégica con la Asociación de Tenis de los Estados Unidos (USTA).

El argentino Facundo Lugones (29 años) completó sus estudios en la Universidad Cristiana de Texas, donde conoció al tenista británico Cameron Norrie. Estaba preparado para trabajar en finanzas, pero se involucró en el equipo del actual 29° y hoy es su entrenador principal. Tiene una mirada positiva del sistema universitario: “Para los chicos que tienen 18 o 19 años y no están tan maduros física y mentalmente para el tour, me parece una opción buenísima. Ahora, si a los 18 años sos un Carlos Alcaraz o un Korda, que estás preparado para el salto, andá a jugar profesionales”.

Y añade, ante la consulta de LA NACION: “La universidad te da tiempo para desarrollar tu juego y tu físico, cosas importantes en las que a veces cuando jugás Futures no te enfocás tanto y sólo tratás de ganar, algo que puede generar estancamiento si no conseguís los resultados. En las universidades, si tenés un buen entrenador y un buen equipo, podés trabajar mucho y a los 21 años, ya más maduro, podés entrar en el circuito Future y Challenger de otra manera y lo podés pasar más rápido, en vez de estar cinco años luchándola”.

El argentino Bruno Tiberti (650° en 2009; estudió en universidades de Oklahoma y Georgia), actualmente es coach en la Universidad de Texas en Arlington.
Gentileza Bruno Tiberti


El argentino Bruno Tiberti (650° en 2009; estudió en universidades de Oklahoma y Georgia), actualmente es coach en la Universidad de Texas en Arlington. (Gentileza Bruno Tiberti/)

Otro argentino, Bruno Tiberti (650° en 2009; estudió en universidades de Oklahoma y Georgia, saliendo del sistema con títulos de Marketing y Comercio Internacional), que actualmente es coach en la Universidad de Texas en Arlington, aporta: “Hoy es muy importante la salud mental. Se les está dando más tiempo para progresar a los jugadores y no se espera tanto en el éxito inmediato. Cuando yo era jugador, si no estaba entre los 100 del mundo a los 20 años, parecía que no servía. Lo que te da el College es tiempo, te deja desarrollarte y competir cuatro años sin gastar energía de tu cabeza. También hay presión, ojo: hay una gran identificación de los estudiantes con las universidades y hay partidos con clima de Copa Davis. Los torneos son buenísimos y se establece un ranking individual por jugador que los motiva y los sponsors se fijan en ese registro. Todo ello les sirve a los jugadores para estar preparados para el momento de dar el salto”.

Y a ello, en buena medida, es a lo que apuesta el tenis de EE.UU.: a formar jugadores en cantidad y calidad con el sueño de recuperar la jerarquía y volver a ser un gigante.