El tren que se le ha escapado a Carlos Sainz no pasa todos los días

Carlos Sainz se ha quedado en una amarga cuarta posición en Barcelona cuando las expectativas eran bastante más esperanzadoras (
Carlos Sainz se ha quedado en una amarga cuarta posición en Barcelona cuando las expectativas eran bastante más esperanzadoras (Photo by Urbanandsport/NurPhoto via Getty Images)

Carlos Sainz empezaba muy motivado el Gran Premio de España y ya desde el viernes en rueda de prensa avisaba que el objetivo era pelear por la victoria. Desgraciadamente para él y los miles de aficionados que se han acercado al Circuit la historia en la carrera del domingo ha sido muy distinta a la esperada. De hecho, se ha quedado incluso sin podio al terminar cuarto a pesar de salir tercero.

Ya las cosas se han torcido una vez se han apagado los semáforos. La salida no ha sido para nada buena. El madrileño a pesar de salir por el carril más engomado ha sido rebasado a final de recta por Russell y Pérez. Poco después, ha cometido un error en la curva 4, donde el viento ha causado bastantes problemas, y se ha ido a la grava. Por suerte se las ha apañado para volver a pista pero ya cualquier opción a algo positivo se había esfumado, ya que estaba fuera de los puntos.

“Una pena. Una carrera mala de principio a fin. Con la ráfaga de viento en la curva 4 me he ido a la grava y he dañado mucho el fondo del coche. Tenía muy poca carga aerodinámica por el resto de carrera. Ha sido una carrera mala para todo el equipo. Siempre va a haber buenas y malas y para Mónaco nos intentaremos levantar”, explica en zona mixta a los mandos de DAZN.

Ha podido recuperar y colocarse en cuarta plaza, pero el ritmo no era competitivo en comparación a los Red Bull. Y por supuesto, no tenía nada que ver con el de Charles Leclerc antes de su abandono por culpa del motor. Incluso el ritmo de los Mercedes era mejor. Si no fuera por el problema de combustible en el tramo final, incluso Hamilton quedaba por delante de Sainz. Y eso que en la primera vuelta se ha quedado último por un toque con Magnussen.

Y el problema es que este domingo podría haber sido el día. Con Leclerc fuera de combate y el error que ha cometido Verstappen que también le ha supuesto una pérdida enorme de segundos, la gran oportunidad se presentaba. Pero Carlos no estaba ahí, estaba peleándose más atrás intentando cambiar la dinámica de carrera entrando mucho antes que la mayoría. Ni así ha podido maquillar con un podio la pérdida de un tren que no pasa todos los días. Ya es raro que falle o el monegasco o el neerlandés y esta vez lo han hecho los dos sin que nadie lo haya aprovechado.

Había muchas expectativas con Sainz y esta vez no se han cumplido. La verdad es que este año le está fallando lo que lo ha llevado en volandas al equipo más mítico de la historia de la F1: la consistencia. Carlos puede no tener este talento natural de los dos líderes, pero con trabajo y regularidad siempre se ha abierto hueco sin cometer errores. En estas seis carreras ya hemos visto muchos más errores: la carrera de Australia, la clasificación de Imola y en la carrera de Montmeló. Puede que sea la presión o que simplemente le esté costando adaptarse a la nueva reglamentación, pero la esencia del mejor Sainz está faltando.

Y preocupa que en términos de ritmo Mercedes ya se haya puesto a la altura. En principio en Mónaco las cosas deben ir mejor, pero el que ha sido el mejor resultado del español en Barcelona ha tenido un sabor más bien amargado. Además, el Mundial ya parece una quimera con 45 puntos diferencia respecto a Max e incluso Rusell le saca diez puntos, que ya es importante si se tiene en cuenta como empezaba Mercedes. Al final, un fin de semana que prometía ser recordado mejor olvidarlo.

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