Top 12 de la URBA: se renueva la pasión y la entrega incondicionales, en un certamen siempre especial y el más competitivo del país
En medio de un contexto de profundización del profesionalismo en el rugby argentino, el Top 12 de la URBA todavía se mantiene como el certamen más competitivo del país. La versión que comienza hoy recupera su formato estándar después de tres años en que la pandemia hizo de las suyas. Y aunque los clubes todavía luchan por recuperar el caudal de jugadores que ostentaban antes de 2020 y hayan sufrido otra sangría a manos de otras ligas rentadas, conservan su preeminencia a fuerza de pasión y entrega incondicionales.
Cortado de raíz en 2020 por la explosión del Covid en la mismísima semana en que iba a comenzar, reducido en su segunda etapa en 2021 luego de tener que comenzar a mitad de año por la misma razón y expandido a 13 equipos el año pasado al suspenderse los descensos, el torneo de Buenos Aires recupera este año su fisonomía habitual, con 12 equipos, partidos de todos contra todos, a ida y vuelta, y semifinales y final . Comienza hoy, entonces, un largo camino rumbo al 11 de noviembre, día en que está pactada la gran definición que, presumiblemente, volverá a jugarse en la cancha del CASI.
El escenario de las finales es, paradójicamente, el mismo en que Pampas, la franquicia profesional de Buenos Aires, utiliza como local. La adición de otro equipo argentino a la Superliga Americana de Rugby incrementó la fuga de jugadores al profesionalismo. Así y todo, por la cantidad y calidad de jugadores que congrega, por el público que se acerca sábado a sábado a alentar a la primera de su club (superior incluso a la que atrae Pampas), por el fervor con que se vive sábado a sábado y la entrega incondicional de todos los que componen un club, el rugby amateur sigue siendo la esencia del rugby argentino. Y por dimensión y competitividad, el Top 12 de la URBA puede arrogarse el derecho a considerarse el más significativo del país. Si se incluye a las demás divisiones y categorías, la URBA comprende cada sábado 400 partidos, 40.000 jugadores y 5000 voluntarios, todos sin otro motor que la pasión por el rugby.
“El profesionalismo es parte del proceso que está viviendo el rugby argentino, que lo necesita para seguir creciendo y es lógico que los clubes sientan la pérdida de jugadores hacia el sistema”, opinó Gonzalo Gutiérrez Taboada, apertura de Newman. “Afecta porque los mejores jugadores se van para esos seleccionados y es duro para el club perderlos, pero también está bueno para los jugadores porque los hace mejorar”.
Lucas Ponce, segunda línea de CUBA, otro de los protagonistas, coincidió: “Se llegó a un punto donde el nivel es altísimo y la competencia es superdemandante. Cualquier competencia profesional me parece importantísima para el desarrollo del rugby de alto rendimiento en el país. También es un gran aporte para el torneo cuando esos jugadores bajan a los torneos locales. Mientras tanto, me cuentan que disfrutan mucho el proceso y eso siempre es bueno cuando uno está jugando un deporte, al margen de la competencia”.
Como contraindicación, según coincide la gran mayoría de los jugadores, está la excesiva extensión del certamen, más propia del rugby rentado que del amateurismo. Son un mínimo de 22 partidos, 24 para los dos que lleguen a la final.
“Es un torneo muy exigente, con equipos muy duros, que exige todos los sábados y cualquiera le puede ganar a cualquiera. Creo que se podría acortar un poco porque siempre llegamos a fin de año muy cansados”, opinó Juan Soares Gache, medio scrum del SIC. Belisario Agulla, wing de Hindú, agregó: “A mí personalmente me parece un poco largo el torneo. Hay que tener un plantel muy amplio para poder competir hasta fin de año”
En 2022, Hindú recuperó la corona luego de una inusual sequía de cinco años sin llegar a lo más alto del podio. No obstante, para defenderla tendrá que sobreponerse a las numerosas y pesadas bajas: Joaquín Díaz Bonilla, Lautaro Bávaro, Joaquín de la Vega, Nicolás D’Amorim y Federico Lavanini.
“No creo que eso afecte mucho”, aclaró Agulla. “Los jugadores siempre se fueron a distintos seleccionados o a jugar a otros países. El equipo hizo una buena pretemporada. Ahora se viene una temporada larga donde el equipo se va a ir acomodando y encontrando con el correr de los partidos. El objetivo siempre es jugar lo mejor posible y crecer partido a partido”.
A esta altura, nadie quiere hablar de campeonato. Ni el subcampeón SIC, ni los demás aspirantes, como Newman, CUBA, Alumni y Belgrano. Los cinco dominaron la escena de principio a fin en 2022. ¿Habrá espacio este año para algún aspirante más, como Atlético del Rosario, el CASI o el ascendido La Plata?
Como es una costumbre, también hay novedades en cuanto a lo reglamentario. La URBA no está exenta de los sacudones que están afectando al rugby a nivel mundial. En esta oportunidad, hay un cambio que parece sutil, pero cuyos efectos son significativos: en el proceso de formar el scrum, el hooker deberá mantener un pie delante del otro; recién los podrá poner en paralelo una vez que el árbitro haya dado la señal de “ya”. Según un especialista de scrum consultado por la nacion, esta medida tiende a favorecer la salida rápida de la pelota, quitándole peso específico a esa formación. “Quieren hacer tira-saca”, se quejó. Al contrario del año pasado, habrá empuje libre en todas las divisiones.
Comienza el Top 12, vuelve la pasión.
El programa del sábado
Top 12 / FECHA1
Hindú vs. Buenos Aires (15.40)
SIC vs. Alumni (en Alumni)
La Plata vs. San Luis
A. del Rosario vs. Belgrano
CASI vs. Newman
Pucará vs. CUBA (en CUBA)
Otras categorías
PRIMERA A / FECHA 2
San Albano vs. Curupayti
Los Matreros vs. Los Tilos
Pueyrredón vs. Lomas
Mariano Moreno vs. Olivos
Banco Nación vs. Champagnat
D. Francesa vs. Regatas
San Martín vs. San Cirano
PRIMERA B / FECHA 2
Liceo Naval vs. SITAS
Manuel Belgrano vs. GEBA
San Cirano vs. C.U. de Quilmes
U. de La Plata vs. San Andrés
San Patricio vs. San Fernando
Ciudad Bs. As. vs. Delta
Hurling vs. Don Bosco