Belén Pérez Maurice y una sorpresa que le hizo olvidar rápidamente su eliminación: "¿Te querés casar conmigo?"

El momento en el que Lucas Saucedo, su entrenador, le pide matrimonio a Belén Pérez Maurice
Captura de TV

Instantes dignos de una película, quizá de lo más romántico que ofreció la televisión en los últimos años. Belén Pérez Maurice, esgrimista argentina, estaba dando una nota en la zona mixta apenas minutos después de perder en los 16avos de final de los Juegos Olímpicos de TOkio 2020 contra la húngara Anna Marton, cuando su entrenador y pareja, Lucas Saucedo, se "infiltró" en la entrevista con la sorpresiva propuesta. "Flaca, ¿te querés casar conmigo? Por favor", decía la pancarta exhibida delante de las cámaras.

La esgrimista aún no se percataba de la situación. Pero Gonzalo Bonadeo, que estaba conversando con la atleta, advirtió lo que estaba sucediendo y le sugirió que se diera vuelta. Pérez Maurice, entonces, se fundió en un abrazo con su pareja y dijo rápidamente que sí. Antes del instante se podía oír a Saucedo suplicar, en modo de chiste: "Decime que sí, que nos está viendo mucha gente".

"Son 18 años juntos. Siempre hablamos sobre cómo y dónde vamos a envejecer. Me parece que es un buen lugar para declararle todo mi eterno amor y admiración a la Flaca", dijo Saucedo.

María Belén Pérez Maurice y su prometido y entrenador Lucas Guillermo Saucedo. REUTERS/Sakura Murakami
María Belén Pérez Maurice y su prometido y entrenador Lucas Guillermo Saucedo. REUTERS/Sakura Murakami

Un amor que nunca deja a la esgrima desatendida

"Mi atleta tiene que estar las 24 horas pensando en esgrima", sostiene Saucedo. Y para ratificar esta convicción, contó una anécdota que involucró a ambos, dentro de su relación de noviazgo y el vínculo que los une de entrenador-dirigida.

"Estábamos en la mitad de un casamiento y de repente veo que Belén estaba bailando y hace un movimiento muy parecido a uno que queríamos sacar. Salí corriendo de la mesa, la agarré y le dije: 'Mirá, yo sé que parece una locura, pero ese movimiento es el que tenés que hacer para lograr esta acción en los torneos'. Belén estuvo unos segundos como diciéndome: ‘¡Flaco, estamos en un casamiento!’. Pero después dijo: ‘Ah, ¿a ver?’. Lo empezamos a hacer y terminamos bailando al ritmo de ese movimiento técnico. Sí, parece una locura, pero es la ventaja de tener al lado a alguien profesional y que está intentando pensar todo el día en su deporte".

Belén revalida la idea de quién será su futuro marido: "Es estar pendiente todo el tiempo de la esgrima. Hay veces que me pasa de despertarme a la noche para hacer una acción o sueño con que estoy participando en el torneo. O mismo estar en plena madrugada tirando una patada; creo que eso es ser un deportista de alto rendimiento".

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