Tokio 2020. Argentina, inferior a España, quedó eliminada

Mac Allister intenta controlar la pelota ante Zubimendi
AYAKA NAITO

Se acabó el sueño olímpico para el fútbol argentino. Necesitaba vencer a España para clasificarse a los cuartos de final y solo pudo empatar 1-1. Aquella derrota ante Australia en el debut condicionó a un seleccionado al que no le sobró fútbol ni goles para revertir la situación. Otra vez en Tokio, como en los Juegos de 1964, la Argentina se vuelve tras la etapa de grupos.

Fernando Batista introdujo tres modificaciones con respecto al último cotejo, una por línea: Herrera por De la Fuente, Belmonte por Payero y Urzi por De la Vega.

La Argentina tuvo un comienzo agresivo, incluso con una fuerte entrada del zaguero Pérez sobre Oyarzábal, pero a los pocos minutos España desplegó su libreto habitual: posesión y circulación de la pelota. La ansiedad por la recuperación llevó al capitán Pérez a una rápida amonestación, a los 8 minutos, por un foul sobre Zubimendi. El tiro libre de Olmo fue despejado hacia un costado por Ledesma, en la primera llegada de España.

La definición de Barco se irá apenas desviada, en una de las situaciones de gol de la Argentina en el primer tiempo
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La definición de Barco se irá apenas desviada, en una de las situaciones de gol de la Argentina en el primer tiempo (AYAKA NAITO/)

Ante la dificultad para cortar el circuito rival, la Argentina incurrió en demasiadas faltas. Más allá de esa sensación de inferioridad, el conjunto de Batista tomó confianza con un par de avances profundos, con una definición apenas desviada de Barco, tras una asistencia de Mac Allister, y un cabezazo de Belmonte que salió por arriba del travesaño. Al control español, la Argentina respondió con avances más directos, sin tanta elaboración, pero con la determinación del que no tiene otra opción que la victoria.

España también tenía dificultades para resolver un déficit recurrente: su dominio no se traduce en eficacia ofensiva. En los 180 minutos de los dos encuentros anteriores, solo llegó al gol en el final frente a Australia. Cerca de la media hora, el desarrollo ya era parejo, más allá de que el porcentaje de posesión de España llegaba al 64 por ciento. España gobernaba y la Argentina intentaba sublevarse. Cuando el equipo de De la Fuente combinaba y avanzaba hasta el fondo, como en un desborde de Cucurella a Urzi y la definición alta de sobre-pique de Oyarzábal, la Argentina sufría.

Una tijera de Mac Allister y un cabezazo de Vera fueron los últimos arrestos en la primera etapa, que confirmó todas las previsiones: España le iba a esconder la pelota a un adversario que debía estar muy concentrado y fino para aprovechar lo poco que producía en ataque. En esos primeros 45 minutos, la planilla se equilibraba en el rubro remates al arco: 8 de España y 7 de la Argentina.

En busca de más profundidad por la banda derecha, Batista reemplazó a Barco por De la Vega para el segundo período. Lo que no varió de arranque fue la supremacía española cuando conseguía hilvanar varios pases, evitando la presión e intercepción rival. Lo tuvo Olmo, con una definición cruzada que salió apenas desviada, y enseguida Oyarzábal volvió a inquietar. El arquero Ledesma seguía siendo la mejor individualidad argentina

Un reflejo de la impotencia fue lo que ocurrió con los ingresos de Colombatto y Payero, quienes enseguida fueron amonestados, lejos de provocar una reacción futbolística. La Argentina no cortaba el juego español con una presión alta, se replegaba y, cuando con mucho esfuerzo conseguía la pelota, le duraba poco en los pies. Con este panorama, era cuestión de que España ajustara algún intento para establecer la diferencia. Lo hizo a los 20 minutos, con una asistencia de Olmo y la definición de Merino con un remate bajo.

El panorama pasaba de complicado a irreversible. Ledesma evitó el segundo con otra atajada. Pero quedaba fuerza para una arremetida final, con más sacrificio que fútbol, como toda en toda la lluviosa noche de Saitama. España se confió y la Argentina aprovechó ese resquicio. Empezó a meter la pelota en el área adversaria, a puro empuje. Empató de cabeza Belmonte, al conectar un córner.

En caso de clasificarse, la Argentina puede enfrentarse con Brasil, que venció 3-1 a Arabia Saudita y finalizó primero en la Zona D, o Costa de Marfil, segundo tras empatar 1-1 frente a Alemania.

“El equipo levantó mucho el ánimo después de ganarle a Egipto. Sabemos que España es un buen equipo, con varios jugadores que hasta hace poco estuvieron en la Eurocopa. Lo bueno es que dependemos de nosotros mismos. Es una final, ojalá podamos pasar”, expresó Batista.

A la Argentina le costó en ataque durante los Juegos. El único gol lo marcó el zaguero central Facundo Medina. Necesita una mayor influencia de Adolfo Gaich -un remate en el poste contra Egipto-, Ezequiel Barco, Alexis Mac Allister y Pedro de la Vega. Hasta aquí, el entrenador contó muy poco con Thiago Almada; no estuvo ni en el banco en el debut y soló ingresó en los minutos finales con Egipto.

España se mostró como un equipo con más posesión que profundidad. Igualó sin goles con Egipto y se impuso 1-0 a Australia a 9 minutos del final, con un cabezazo de Oyarzábal. España llegó como uno de los candidatos por la posibilidad de contar con cinco jugadores que participaron en la reciente Eurocopa, donde llegaron hasta los cuartos de final. En el equipo aparecen el arquero Unai Simón, los zagueros Pau Torres y Eric García, el mediocampista Pedri y el extremo Dani Olmo.

Batista da indicaciones durante una interrupción del juego
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Batista da indicaciones durante una interrupción del juego (AYAKA NAITO/)

“Varios de los seleccionados que vinieron se prepararon como si fuera un Mundial. Nosotros tenemos buen material, pero lamentablemente varios jugadores no fueron cedidos por sus clubes”, se lamentó Batista, que en un principio pensaba contar con Lucas Alario, Carlos Izquierdoz, Nicolás Capaldo y Julián Álvarez.

Por Juegos Olímpicos, la Argentina y España se enfrentaron solo una vez, en Atlanta ‘96, con el triunfo 4-0 del conjunto que dirigía Daniel Passarella; marcaron Hernán Crespo (2, uno de penal), Claudio López y Aranzábal, en contra.

En su novena participación en los Juegos Olímpicos, el fútbol argentino intentará no repetir su anterior experiencia en Tokio ‘64, cuando fue eliminado en la primera etapa, con un equipo que fue dirigido por el maestro Ernesto Duchini y tenía, entre otros jugadores, a Agustín Cejas, Roberto Perfumo y Miguel Ángel Tojo. La Argentina, que en el historial atesora dos medallas de oro (Atenas 2004 y Pekin 2008) y dos plateadas (Amsterdam 1928 y Atlanta 1996), viene de ser eliminada en la etapa de grupos en Río de Janeiro 2016, al que se llegó en medio de la desorganización en la AFA, que provocó la renuncia de Gerardo Martino y la asunción improvisada de Jorge Olarticoechea. En ese plantel estuvieron dos recientes campeones de la Copa América: Giovani Lo Celso y Ángel Correa.

Las formaciones

  • Argentina: Jeremías Ledesma; Marcelo Herrera, Nehuén Pérez, Facundo Medina y Claudio Bravo; Tomás Belmonte y Fausto Vera (ST 9m, Martín Payero); Agustín Urzi (ST 24m, Thiago Almada) Alexis Mac Allister (ST 9m, Santiago Colombatto) y Ezequiel Barco (ST 1m, Pedro de la Vega); Adolfo Gaich. Director técnico: Fernando Batista.

  • España: Unai Simón; Oscar Gil, Eric García, Pau Torres y Cucurella; Pedri (ST 28m, Carlos Soler), Zubimendi y Merino; Olmo, Oyarzábal (ST 28m, Rafa Mir) y Asensio. Director técnico: Luis De la Fuente.

  • Segundo tiempo: 20 minutos, Merino (E); 41, Belmonte (A).

  • Estadio: Saitama 2002.

  • Horario: 8 de la Argentina.

  • TV: TyC Sports y TV Pública.

Las posiciones

  1. España: 4 puntos (+1 diferencia de gol)

  2. Australia: 3 puntos (+1)

  3. Argentina: 3 puntos (-1)

  4. Egipto: 1 punto (-1)