Yahoo Noticias The Miz, el actor de MTV que se transformó en luchador de WWE e impulsa celebridades
The Miz es el showman preferido de la WWE. Sabe, mejor que cualquier otro, cómo brindar espectáculo. Es uno mismo con las cámaras. Nunca abandonó su faceta de actor, aún cuando surgió de MTV y decidió luchar. El personaje que interpreta sobre el cuadrilátero carga con múltiples simbolismos de Hollywood. Hoy es dos veces campeón mundial; además, batalla al lado de celebridades como Bad Bunny y Logan Paul.
Mike Mizanin, el hombre que le da vida al luchador, ganó popularidad en Estados Unidos por su participación en el programa The Real World en 2001. El fenómeno de los reality había estallado durante la década previa. La World Wrestling Entertainment no se quería quedar atrás, sabía que Music Television sería la plataforma adecuada para ampliar su audiencia.
Así crearon Tough Enough, donde ofrecían un contrato con la empresa para su próxima superestrella. Para lograrlo, los participantes debían dar muestra de sus dotes técnicos sobre los encordados. La capacidad de conectar con el público era otro de los objetivos a evaluar. The Miz llegó a la final del show de 2004, perdió en un duelo de boxeo. Su meta se caía en pedazos.
El desliz que parecía definitivo se tornó efímero. Pese a los abucheos de la grada, la compañía optó por enviarlo a sus territorios de desarrollo. Poseían un diamante en bruto que encajaría con su producto, solo tenían que pulirlo con detalle. Dos años después, Mizanin recibió el voto de confianza para aparecer en las emisiones principales de la WWE.
Adoptó roles que pretendían hacerlo lucir pleno en el micrófono, como anfitrión y entrevistador, pero a veces fallaba en el intento. Su rango de aceptación era mínimo: provenía de un entorno distinto. Deseaba resarcirse del arranque tormentoso en aras de conquistar a los fans. De a poco, se dirigió hacia el ring con tal de complementar ambas actividades. The Undertaker fue uno de los primeros grandes nombres que enfrentó en el negocio.
A la par, un incidente lo orilló a abandonar el vestuario de luchadores. The Miz colocó el pollo que comía sobre la mochila del réferi Scott Armstrong, acto que fue considerado por el gladiador Chris Benoit como una grave falta de respeto. Su expulsión de la sala no tardó en llegar; se cambió fuera de ella por seis meses, hasta que el mismo Hombre Muerto le permitió reingresar.
El panorama no lucía alentador. Pese al cúmulo de presión con la que cargaba, su alianza con John Morrison le brindó esperanza en el camino. Vislumbró luz al final del túnel. Pronto se consolidaron como dupla y alcanzaron los campeonatos de pareja. Tras la disolución del equipo en 2009, estaba listo para comenzar la ruta en solitario.
Acalló las críticas luego de que el oro relucía en su cintura. Se adueñó de los títulos intermedios y las preseas máximas de la WWE. Dejó atrás los errores del pasado, se convirtió en uno de los mejores perfomers del emporio. Pocos como él suelen ser tan efectivos para persuadir a los fanáticos. Se adjudicó el mote de “asombroso” y no tenía reparo en demostrarlo.
Tampoco se olvidó de su condición de artista, sino que la reforzó. Combinó su desempeño sobre la lona con apariciones como estelar en películas de la compañía y diferentes formatos de televisión. Presentadores como George Lopez, Conan O’Brien y Jimmy Kimmel lo tuvieron como invitado en sus programas. Incluso, concursó en Dancing with the Stars.
The Miz sufrió, pero trabajó para afianzarse como un elemento indispensable en la WWE. Tal como alguna vez lo fue con él The Undertaker, funge como una base para las celebridades que se adentran en la industria del deporte-espectáculo. Sirvió como un apoyo para realzar la figura de Bad Bunny. Ahora buscará replicar la fórmula con Logan Paul. Ya no batalla para apoderarse del estrellato, las estrellas lo persiguen.
