Una tarde singular en River: los campeones del mundo, entre la ovación, el desorden y la indiferencia

Los nueve campeones del mundo homenajeados en el moderno Monumental, un agasajo de tres minutos que pasó de los aplausos y la ovación al desorden y la indiferencia
Los nueve campeones del mundo homenajeados en el moderno Monumental, un agasajo de tres minutos que pasó de los aplausos y la ovación al desorden y la indiferencia - Créditos: @LA NACION/Mauro Alfieri

Una tarde particular. Una mixtura de sensaciones envolvió la antesala del juego entre River y Argentinos. La vuelta a un renovado y moderno Monumental, una arista de lo que vivenció el hincha. El homenaje a los campeones del mundo, riverplatenses que fueron artífices de las tres estrellas que suma la Argentina en la historia de la Copa del Mundo, la restante faceta de una jornada que ofreció un eje singular con la presencia de Daniel Passarella en la cancha en la que fue futbolista, director técnico y presidente del momento más oscuro de los 122 años del club. La presentación del estadio con mayor capacidad de Sudamérica, una obra que generó en el inicio protestas y hasta polémicas, tuvo nota de aprobación, mientras que la celebración y el agasajo quedó deformado entre la ovación, los aplausos, el desorden y la indiferencia.

La invitación a Passarella, una figura que cuando se consumó el descenso a la primera Nacional era el presidente de River, generó revuelo en el ambiente. Resultaría la primera vez que el Káiser mediría si quedaban resabios de aquella página negra que protagonizaron los millonarios, o si había recibido un indulto de parte de los simpatizantes. Aunque sectores especularon con que Passarella rechazaría la invitación, el juninense tenía la firme convicción de ser parte del homenaje.

Daniel Passarella, Roberto Ayala y Ubaldo Fillol, durante el homenaje a los campeones del mundo; la presencia del Káiser, que fue jugador, director técnico y presidente de River cuando el club descendió, tuvo como respuesta la indiferencia de los hinchas
Daniel Passarella, Roberto Ayala y Ubaldo Fillol, durante el homenaje a los campeones del mundo; la presencia del Káiser, que fue jugador, director técnico y presidente de River cuando el club descendió, tuvo como respuesta la indiferencia de los hinchas - Créditos: @LA NACION/Mauro Alfieri

De remera blanca y jean, con el brazo izquierdo sujeto por un cabestrillo, caminó por el anillo del estadio en donde como capitán y una de las figuras del plantel levantó la Copa del Mundo en 1978. “Voy a disfrutar mucho de esto, estoy con mi familia. Del público no sé qué espero, yo vengo porque me invitaron. Me esperaba la invitación, ya me lo habían hecho saber”, dijo, al ser abordado por los medios quien una semana atrás, en Junín, recibió el reconocimiento cuando Sarmiento jugó con Barracas Central.

Franco Armani, flanqueado por Oscar Ruggeri y Héctor Enrique; el arquero, integrante del plantel campeón en Qatar 2022, recibió una ovación de los hinchas
Franco Armani, flanqueado por Oscar Ruggeri y Héctor Enrique; el arquero, integrante del plantel campeón en Qatar 2022, recibió una ovación de los hinchas - Créditos: @LA NACION/Mauro Alfieri

Único futbolista argentino que se consagró dos veces campeón del mundo, porque integró la lista en México 1986, aunque no jugó ningún minuto por sufrir una infección intestinal, la presencia de Passarella fue tomada con indiferencia por los hinchas. Algunos pocos lo insultaron mientras en el desorden posaba con el resto de los invitados y era acreedor de un presente y una camiseta de River. La mayor parte del tiempo estuvo junto a Ubaldo Pato Fillol, compañero en River y la selección campeona de 1978 –como Norberto Beto Alonso y Leopoldo Jacinto Luque, que estuvo representado por su hija Cinthia–, al momento de las fotografías también posó con Pablo Aimar y Roberto Ayala, los dos integrantes del cuerpo técnico que lideró Lionel Scaloni en Qatar 2022.

Las banderas con las leyendas Gracias campeones y Cuna de Campeones se multiplicaron en las tribunas del Monumental durante el homenaje
Las banderas con las leyendas Gracias campeones y Cuna de Campeones se multiplicaron en las tribunas del Monumental durante el homenaje - Créditos: @LA NACION/Mauro Alfieri

La emoción invadió a Fillol, que desde temprano anunció que luciría un buzo verde con el N°5, el que usó en el Mundial 1978. “En unas horas este emblemático buzo verde me acompañará en el homenaje que River les brindará a los campeones del mundo del 78, 86 y 2002 de la Argentina. Siento ansiedad, orgullo y mucha emoción por volver a pisar el campo de juego como en aquel glorioso 25 de junio”, escribió el Pato en las redes sociales, trazando una línea imaginaria de 44 años entre la final con Holanda y el agasajo.

Las banderas plásticas celestes y blancas con la frase gracias campeones, y las que llevaban la leyenda cuna de campeones, se multiplicaron en las tribunas. Las mismas desde donde partió una estruendosa ovación para Franco Armani –recibió los obsequios de las manos de Oscar Ruggeri y Héctor Enrique, campeones en México 1986–, cuando el arquero hizo el ingreso al campo de juego para ensayar la entrada en calor. Fue el momento en que desde las tribunas se desplegaron banderas con las imágenes de Lionel Messi, Julián Álvarez, Gonzalo Montiel, Enzo Fernández, Germán Pezzella, Exequiel Palacios, Guido Rodríguez y Armani, todos con la copa del mundo. Álvarez y Fernández, que militan en la Premier League, postearon en Instagram las fotos de sus estandartes.

Los festejos duraron apenas tres minutos y estuvieron signados por un cierto desorden. La transmisión de TV también resultó confusa, por lo que tampoco le aportó un plus al homenaje, donde también estuvo una réplica de la Copa del Mundo y la ya repetida bandera que se paseó por todas las canchas con la inscripción Muchachos, gracias por la Copa. Un agasajo que debía estar a la altura del moderno Monumental, que abrió sus puertas a las 15.45 para albergar a 83.196 hinchas, que es la nueva capacidad del estadio. Tres tribunas nuevas, 30 palcos, butacas rebatibles y antivandálicas, un nuevo túnel único y los hinchas apenas separados del banco de los suplentes, detalles de la obra.

La fiesta tuvo un par de hechos que la empañaron: un hincha se cayó al intentar saltar desde la tribuna Sívori media a la baja, golpeando la cabeza contra el piso. Después de recibir asistencia médica fue trasladado inconsciente al Hospital Fernández. Más temprano, en camino hacia el Monumental, un simpatizante se cayó del estribo del colectivo en la Panamericana y fue atropellado por otro micro, muriendo en el acto.