Talleres - San Lorenzo: el descuido del comienzo, el pelotazo en el palo, y la fe de Batalla, que pasó del error a ser el salvador

El Perrito Barrios escapa de la marca de Villagra; San Lorenzo y Talleres no escatimaron esfuerzos
El Perrito Barrios escapa de la marca de Villagra; San Lorenzo y Talleres no escatimaron esfuerzos - Créditos: @Twitter

San Lorenzo se volvió cautivante a partir de la personalidad de Rubén Insua, un entrenador al que uno puede cruzárselo haciendo las compras. Ese es un detalle de la personalidad del Gallego, pero que, en definitiva, envuelve rasgos que también transmite a su equipo. Palabras justas, medidas, sin rodeos. Actitudes naturales, como si el fútbol no envolviera ciencia ni fuese cosa de otro mundo. Y así, en gran medida, juega el Ciclón: sin complicarse, directo, a sabiendas de sus virtudes y defectos, y sin exageraciones. ¿Cuál sería la mejor definición? San Lorenzo es espontáneo. Las cosas pueden salirle bien. O no tanto, como anoche, en Córdoba, donde el 0 a 0 lo dejó más lejos de River . Pero siempre habrá aprendido algo y se aferrará a eso. Y también siempre encontrará algún defecto que luego verá cómo corregir.

El partido ante Talleres proponía una alta adversidad. El conjunto cordobés también es de fabricación casera. Con Javier Gandolfi con raíces como entrenador en el club y sin apariciones rutilantes en los medios. Poco a poco construye su imagen. ¿Qué los une? San Lorenzo y los cordobeses están expectantes de la marcha de River, el equipo guía de la Liga Profesional, al que, salvo algunos titubeos en el comienzo, poco le costó la transición entre Marcelo Gallardo y Martín Demichelis. Y, eso, créanlo, es un gran mérito de ambos clubes. River, con la victoria de último aliento ante Newell’s, en Rosario, les dejó en claro que no será fácil alcanzarlo. Pero ellos luchan hasta el último segundo.

Lo mejor de Talleres vs. San Lorenzo

La historia pudo haber sido distinta si, al minuto, Bustos hubiera aprovechado un error de Gattoni que lo dejó mano a mano con Batalla, pero el Nº 10 de Talleres definió desviado. Fue la primera insinuación de lo que luego sería otra buen intento del conjunto cordobés, esta vez bien neutralizado por el arquero ante el uruguayo Santos. Eran tiempos de dominio posicional de los locales y en los que al Ciclón le costaba hacer pie, por más que recorriera el terreno con intensidad.

Pero San Lorenzo tiene la capacidad de improvisar, es dinámico y, cuando el rival menos lo espera, sin demasiado esfuerzo, logra la profundidad con la velocidad de un relámpago. Algo de eso tuvo la escapada de Giay que terminó con un remate de Barrios en el palo. El aviso llegó con claridad.

San Lorenzo también supo de contratiempos. Elías chocó con Garro –muchos reclamaron una sanción, pero el VAR no informó al árbitro Rapallini, que consideró el golpe casual– y el mediocampista azulgrana, con un golpe en la cara, no pudo recuperarse. Su lugar fue ocupado por Perruzzi. Elías, mareado, por precaución, fue trasladado a un hospital de la zona para realizarse estudios. Pese a la modificación, la estructura y la intensidad del Ciclón se mantuvieron intactas.

Elías, de San Lorenzo, no logró recuperarse y fue reemplazado
Elías, de San Lorenzo, no logró recuperarse y fue reemplazado - Créditos: @Captura de pantalla

En ese sentido, Talleres tampoco escatimó piernas y respondió rigor con rigor. Así el desarrollo se volvió enredado y con poco claridad para avanzar en los metros finales. La intención de ganar no se apagó en ningún equipo, conscientes de que el empate los dejaba a un largo trecho de River.

Con el transcurrir de la segundo etapa, poco a poco, San Lorenzo empezó a marcar el ritmo. Suplió lucidez con esfuerzo. Insistió. Utilizó todos los recursos que tuvo a mano, por más que no tuviera la riqueza de algunos competidores. Barrios fue uno de los más movedizos, pero generalmente sus intentos individuales chocaron con la marca escalonada del conjunto dirigido por Gandolfi.

Giay, de San Lorenzo, intenta frente a la marca de Pasquini
Giay, de San Lorenzo, intenta frente a la marca de Pasquini - Créditos: @Twitter

Hasta que Talleres cambió el aire y, en un centro, Batalla salió tarde y golpeó con el antebrazo a Benavídez. Penal. El arquero se recompuso y desvió el penal de Santos; Benavídez tampoco pudo en el rebote. Increíble. Ahí se terminaron las estocadas. “El empate está bien. Ellos tuvieron más la pelota, pero nosotros tuvimos las situaciones más claras. Algunos jugadores nuestros sintieron el esfuerzo. Nosotros tenemos triple competencia, nos preparamos, y a medida que pasan los partidos veremos cómo administrar los recursos en la parte física”, evaluó Insua, con la certeza de que se vienen cambios por el trajín.

Talleres y San Lorenzo, seguramente, se estarán lamentando por las situaciones –aunque escasas– desperdiciadas. Y, claro, River se frotará las manos una y otra vez.