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Sudáfrica apunta al norte del planeta rugby y deja a los Pumas en una nebulosa

Sudáfrica se iría en 2026 al europeo Seis Naciones y la Argentina perdería a su principal aliado histórico en el rugby mundial.
Gallo Images

La cosmografía del rugby está a punto de dar un vuelco radical. La anexión de Sudáfrica al hemisferio del norte, con todo lo paradójico y contradictorio que suena, podría terminar de concretarse con el ingreso de los Springboks al Seis Naciones en 2026, en caso de prosperar las gestiones que ya están en marcha. Este realineamiento deja a la Argentina, país marginal en la geopolítica ovalada, en una nebulosa difícil de disipar.

Este miércoles, Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica y la Argentina ratificaron su compromiso de prolongar el Rugby Championship hasta 2025. En el marco de una pandemia que le provocó una profunda herida a la Sanzaar que no termina de cicatrizarse, eso no deja de ser una buena noticia. En el mediano plazo, no obstante, riega más dudas en torno a la continuidad de esta alianza hemisférica.

Desde su constitución, en 2012, el Rugby Championship se configuró con base en acuerdos quinquenales, que correspondía renovar este año. El nuevo contrato entre las uniones y los distintos inversores fue rubricado casi sobre la hora y, esta vez, sólo por tres años. ¿Por qué? A fines de 2021, Sudáfrica avisó que estaba explorando la posibilidad de sumarse al Seis Naciones.

"No te escapes", parece decirle el seleccionado argentino al sudafricano: si efectivamente Springboks terminare mudándose al hemisferio boreal en 2026, el Rugby Championship se debilitaría mucho o desaparecería.
Twitter @Springboks


"No te escapes", parece decirle el seleccionado argentino al sudafricano: si efectivamente Springboks terminare mudándose al hemisferio boreal en 2026, el Rugby Championship se debilitaría mucho o desaparecería. (Twitter @Springboks/)

“Nos notificaron que estaban analizando otras opciones antes de Navidad. La continuidad hasta 2025 y el cumplimiento de los contratos nunca estuvieron en duda”, dijo Brendan Morris, CEO de Sanzaar, al diario The Guardian. “Estamos saliendo de los peores tres años que se recuerde, financieramente hablando. Todos tienen que hacer lo necesario para explorar en qué competencias pueden involucrarse y qué les aporta la mejor oportunidad para su beneficio comercial”.

El primer acercamiento entre los Springboks y las potencias de Europa ocurrió en 2020, luego de que, en una decisión unilateral, Nueva Zelanda rompiera con el Súper Rugby, la otra competencia regida por la Sanzaar, segregándose de Sudáfrica y de la Argentina. Con la Covid-19 como pretexto, se refugió en una competencia con sus vecinos de Australia y las Islas del Pacífico Sur. Las franquicias sudafricanas (Bulls, Stormers, Sharks y Lions), aliadas desde 1996 a Nueva Zelanda y Australia, encontraron refugio el Pro14, certamen que reunía a los equipos profesionales de Irlanda, Gales, Escocia e Italia, renombrado “United Rugby Championship” (URC). Jaguares, la franquicia argentina, se disolvió y sus jugadores partieron a clubes de Europa.

Los Springboks no participaron en el Tri-Nations 2020 (reemplazante del Championship por esa temporada), desarrollado totalmente en Australia, aduciendo una desventaja en la preparación. Pero a fines de ese año, mediante un comunicado, la Sanzaar refrendó la continuidad del certamen hasta 2030. Ahora, aquella intención quedó en la nada.

El año pasado, la empresa de capitales privados CVC adquirió los derechos comerciales del Seis Naciones, la Premiership inglesa y el URC. Anexar a una potencia, como los Springboks, redundaría en beneficios económicos evidentes para ambas partes y los sudafricanos se beneficiarían además de tener a todos sus jugadores bajo un mismo calendario y reducirían notablemente el desgaste de viajar a Oceanía y la Argentina.

Marcelo Rodríguez, presidente de la UAR
Marcelo Rodríguez, presidente de la UAR


El sanjuanino Marcelo Rodríguez, presidente de UAR y de Sanzaar.

“La pandemia ha creado un entorno deportivo muy inusual en los últimos dos años, con partidos y cuestiones comerciales que se vieron gravemente afectados. Esto hizo que las uniones que componen Sanzaar tuvieran que trabajar muy duramente para mantener vivo y presente el rugby durante los distintos procesos de la pandemia, y esto no sido una tarea fácil para nadie”, declaró en un comunicado Marcelo Rodríguez, presidente de la Unión Argentina de Rugby (UAR) y la Sanzaar. “De hecho, esta situación promovió muchas especulaciones acerca del futuro de esta alianza, pero ahora nos pone muy contentos confirmar que todos los miembros se han comprometido hasta fines de 2025”.

Después de dos años con partidos en Australia y Sudáfrica, los Pumas volverán a ser locales en el Rugby Championship este año. Recibirán dos veces a los Wallabies (en San Juan y Mendoza) y una a Sudáfrica (en Buenos Aires). Una gran noticia para los aficionados, para el equipo y para la UAR.

Jerónimo De la Fuente, en un partido frente a los Springboks, en el Rugby Championship de 2019
VillarPress


Al cabo de tres años, los Pumas volverán en 2022 a actuar como locales en el Championship: recibirán dos veces a Australia (en San Juan y en Mendoza) y una a Sudáfrica (en Buenos Aires). (VillarPress/)

La cuestión que subyace es qué lugar ocupará el rugby argentino en el mapa global de este deporte más allá de 2025. De un lado, la salida de Sudáfrica sería una gran pérdida para todos los integrantes de la alianza, económica y deportivamente. Con la mudanza a Europa, el tricampeón mundial se llevará un activo invaluable, por la calidad y la pasión que imprime al juego. Pero además, la Argentina verá partir a un aliado histórico, el país que por lejos más ha contribuido en su crecimiento y en su inserción en el mundo.

Al mismo tiempo, el rugby argentino puede capitalizar el vacío que dejaría Sudáfrica ocupando un espacio mayor que el que le cabe hoy en la Sanzaar. En materia económica su peso es menor y no sería extraño que Nueva Zelanda y Australia buscaran aliados en Japón y Estados Unidos, pero deportivamente ninguno de ellos está ni cerca del estatus que han adquirido los Pumas en los últimos diez años, como tampoco los seleccionados de las islas del Pacífico Sur (Fiji y Samoa, principalmente), hacia donde viraron la mira las potencias de Oceanía.

Luego de su ruptura unilateral en el Súper Rugby en 2020, Nueva Zelanda volvió a amigarse con Australia y creó dos franquicias; una, en Fiji (Fijian Drua), y la otra, en Auckland (Moana Pasifika), compuesta por jugadores isleños o de ascendencia isleña. Los Jaguares argentinos quedaron relegados a la Superliga Americana, un certamen semiprofesional que está a años luz del Super Rugby Pacific, cuya temporada de estreno comenzó este viernes y cuenta con 12 equipos. Después del cisma, la Argentina tiene pendiente conseguir una competencia de alto nivel para desarrollar a su base de jugadores profesionales que sirva como recambio en los Pumas a las figuras que actúan en Europa, y allí podría haber una salida.

Aunque en este caso gana Sudáfrica, el line-out fue una formación que funcionó en el conjunto argentino.
Villarpress


Sudáfrica es quien más hizo por la integración de los Pumas a la elite, pero si "asciende" al norte, terminará dejando en una posición precaria al rugby argentino luego de 2025. (Villarpress/)

¿Se puede apuntar también al Seis Naciones, como era la idea del sector de la dirigencia encabezado por Hugo Porta luego del bronce en Francia 2007? Según el reporte de The Guardian, el desembarco de Sudáfrica no implicaría una ampliación del certamen, sino que guillotinaría la participación de Italia, que se sumó en 2000 y desde entonces no ha conseguido asomar la cabeza; hoy acumula 34 derrotas consecutivas en el certamen. Los Pumas, en cambio, aunque más no fuera lentamente fueron incrementando su competitividad contra rivales aun más poderosos.

Todo esto se produce en medio de una reestructuración global del rugby, con la posibilidad de generar una liga de naciones en los años pares (en los que no hay mundial ni gira de los Lions) que suplante las ventanas de julio y noviembre. La Argentina deberá moverse con inteligencia y astucia para no perder su sitial en el mapa que tanto le costó ganarse en la cancha.