‘Simetría natural’ de José Bedia, un diálogo personal con el espectador

Cada individuo es un universo en sí mismo y, sin embargo, somos a un tiempo herederos y víctimas de la cultura en el que hemos sido formados. Esta doble condición de infinitud y constricción impuesta por los modelos adquiridos predetermina en gran medida nuestra relación con el mundo circundante y comprensión de nosotros mismos. Allí donde el conocimiento racional nos modela y prefigura en un sentido, se cierran de tajo puertas a otras avenidas accesibles a través de lo intuitivo.

La obra de José Bedia sólo puede ser absorbida a cabalidad si nuestra mente es liberada derribando esa barrera impuesta por la razón que anestesia otros modos de saber. El artista participa de ese proceso en su acercamiento al acto creativo renunciando a la noción del arte en tanto entelequia y convirtiéndose él mismo en catalizador, conductor de energías y saberes en los que se inserta hasta estar imbuido del espíritu de eso que los egipcios llamaban “inteligencia del corazón” y que acá podríamos definir por falta de mejor término como gnosis.

Simetría natural, la más reciente exposición personal de Bedia que se llevó a cabo en Snitzer Gallery, procura un diálogo personal con el espectador. El uso de recursos mínimos (papel hecho a mano y dibujo) sirven como puerta de entrada a un vibrato íntimo que como hilo conductor nos guía a través de la muestra, ensanchando nuestra mente a partir de diferentes longitudes de onda donde ritmo, repetición, dualidad y simetría restituyen ese espacio mítico interconectado del que todos somos partícipes aún sin saberlo.

Como noche y día, Nsense munanseke y Ngo presentan dos siluetas centradas que encarnan la dualidad hombre-animal y hombre-cosmos. La anatomía, contenedora de mapas astrales de la condición humana, nos devuelve a nosotros mismos como parte indisoluble del universo. La máscara emplazada justo en medio de ambas entidades, si bien puente, es también la incitación a la renuncia del yo para adentrarnos al fin en un mundo sagrado: el pasaje natural hacia lo divino.

Cual anunciación, Nfumbe Nkuenda Munanso nos presenta al yo suficiente, provisto de su espiritualidad -resumida aquí en la nganga- y la liberación del yo y conexión con la espiritualidad -encarnadas en el humo del tabaco. Una suerte de alter-ego insufla al yo del ánima que es la energía con el mundo circundante.

En ocasiones, el principio de polaridad construye la obra desde dentro como en los casos de Milanos, Dos ídolos, Filos, Moana Bwa Ndoki (todas técnica mixta sobre papel hecho a mano, 2023) donde se hacen evidentes los principios de la ley de correspondencia como toma-y-daca del universo. La serie de dibujos que a modo de pictogramas en cenefa secuencial se despliegan en el nicho final de la galería actúa como estela y leyenda. En todas ellas, la vibración -esa frecuencia energética a modo de caduceo presente en todas las culturas- es la fuerza inmanente que todo mueve y reconecta al hombre con el universo en una suerte de religare.

Compuesta por treinta obras sobre papel que exploran la comunión y la espiritualidad a partir de la experiencia personal del artista en su inmersión en diferentes culturas indígenas del norte de México, el sureste asiático, Cuba y Haití, Simetria natural es como el regreso de nuestra imagen purificada frente al espejo. La simetría ínfima del cuerpo (dos manos, dos ojos, dos piernas, dos hemisferios cerebrales) reconectada a la pluralidad del universo circundante del que el hombre es parte y sino.

El estilo de dibujo sobrio y lineal tan caro a este artista debe ser entendido no en los términos occidentales del arte autónomo, sino todo lo contrario. Asistimos a una obra que existe en su conexión con la cultura de origen de la que es resultado orgánico y que, devuelta a los predios de la galería, actúa como blue print del universo. Pictogramas e historias que no pueden ser digeridos desde el yo racional sino desde el sistema límbico, epicentro de nuestras emociones e instintos, portador de ese otro saber olvidado que nos reconcilia con nosotros mismos.

‘Simetria natural’, de José Bedia, Snitzer Gallery, 1540 NE Miami Court, Miami, FL 33132.

Janet Batet es escritora, curadora y crítica de arte. Escribe para diferentes publicaciones, galerías y museos.