La serie internacional de Maroñas: la decepción de las yeguas argentinas tuvo un consuelo inesperado con el triunfo de Roundofapplause en el Gran Premio José Pedro Ramírez

Roundofapplause, un caballo argentino radicado en Uruguay, se adjudicó el Gran Premio José Pedro Ramírez (G1), en Maroñas.
Roundofapplause, un caballo argentino radicado en Uruguay, se adjudicó el Gran Premio José Pedro Ramírez (G1), en Maroñas. - Créditos: @Gentileza Duprat

MONTEVIDEO.– No quedarán buenos recuerdos para los argentinos del Gran Premio Ciudad de Montevideo (G1) disputado este viernes en el hipódromo de Maroñas. No obstante, al caer la noche hubo tiempo para una sonrisa de las grandes en el José Pedro Ramírez (G1-2400m), la prueba célebre del turf uruguayo: Roundofapplause, un caballo criado en suelo albiceleste que está radicado en tierra charrúa desde potrillo, fue un puntero con agallas y dio la gran sorpresa al imponerse por el pescuezo sobre el local Quixote.

Fue el triunfo de un ejemplar batallador que apeló a la memoria. En su primer año en las pistas, en 2021, generó ilusiones cuando resultó protagonista del proceso selectivo y obtuvo el Jockey Club, el segundo paso de la Triple Corona. La temporada siguiente lo encontró en una pendiente de la que no parecía ser capaz de escapar. Pero no. Cuando pocos lo esperaban, se reconvirtió el día menos pensado y defendió el primer lugar desde la largada hasta el disco.

El Gran Premio José Pedro Ramírez (G1)

Tras crecer bajo potestad de Triple Alliance SA en el haras El Paraíso, la cabaña que en 2022 se adjudicó la estadística de criadores en Argentina, Roundofapplause emigró en plena pandemia, cuando los hipódromos argentinos buscaban reabrir y el zainito no tenía edad para competir aún. Del otro lado del Río de la Plata, lo esperaba la fama con una chaquetilla legendaria, la del stud 3 de Enero, la misma que identificó a Invasor, otra cría argentina que pasó por Maroñas sin derrotas y con el título de triple coronado antes de convertirse en el mejor caballo del mundo. Esta copa estará al lado de aquellas, aunque la sociedad ahora tenga algunos propietarios diferentes.

La brasileña Queen of Clubs se adueñó del Gran Premio Ciudad de Montevideo (G1), donde las yeguas argentinas fallaron.
La brasileña Queen of Clubs se adueñó del Gran Premio Ciudad de Montevideo (G1), donde las yeguas argentinas fallaron. - Créditos: @Prensa Maroñas

Antes, al menos en la pista, las cosas estuvieron muy lejos de lo esperado para Paliza Salvaje, Kume y Emerit Craf, las tres yeguas que viajaron desde Buenos Aires para competir en una prueba de 2000 metros en la que se rindieron bastante antes del disco. Vieron desde los últimos puestos la definición en la que la brasileña Queen of Clubs superó ampliamente en la cancha a la local Queen Leca, pero con suspenso por la protesta del jinete de la escolta, Deividi Gaier, sobre el ganador, Marcos Ribeiro.

El sesgo en los primeros metros no fue motivo suficiente para invertir el orden para los jueces, aunque sí fue determinante para el futuro en la competencia de Emerit Craf, que se llevó la peor parte en esa acción. Desestabilizada, pudo trepar algunas posiciones durante la recta opuesta antes de perder ritmo y desmoronarse en el marcador. Paliza Salvaje y Kume estuvieron más cerca de la punta, pero desde el codo cedieron distancia sin ofrecer resistencia. Tras un viaje perfecto, las respuestas habrá que encontrarlas en otro lado.

El momento clave del Ciudad de Montevideo, cuando Queen of Clubs comienza a alejarse de los palos y se generan algunos golpes.
El momento clave del Ciudad de Montevideo, cuando Queen of Clubs comienza a alejarse de los palos y se generan algunos golpes. - Créditos: @Gentileza DupratPhoto

La ganadora fue otra visitante, que llegó en camión desde Porto Alegre, donde desarrolló toda su campaña y ya no encontraba rivales entre las potrancas. Tampoco tuvo alguna que le hiciera sombra del otro lado de la frontera. Siquiera Pepper Mill, la tordilla que buscaba reeditar el éxito del año anterior y fue otra de las producciones deslucidas.

El Gran Premio Ciudad de Montevideo (G1)

En el Gran Premio Maroñas, que estrenó su ascenso a la categoría de Grupo 3, Girona Fever agigantó su leyenda. Ante 15 rivales, la yegua se quedó con ese clásico por segunda vez consecutiva, algo que no había sucedido jamás desde la reapertura del principal hipódromo uruguayo en 2003. Y al igual que en 2022, se impuso por varios cuerpos. Impiadosa, siguió de cerca al puntero, el brasileño Belo Palpite, y faltando 300 metros lo pasó de largo, a voluntad.

Girona Fever se impuso por varios cuerpos en el GP Maroñas, por segunda temporada consecutiva.
Girona Fever se impuso por varios cuerpos en el GP Maroñas, por segunda temporada consecutiva. - Créditos: @Prensa Maroñas

“Algunos me plantearon como un problema el lugar de largada que había elegido, por afuera, pero la pista tiene forma de zapato si uno se para en la partida de los 1000 metros. Para mí, salir de esa posición externa es favorable porque se sale directo hacia el codo”, subrayó su entrenador Jorge Avelino Píriz, asociado en la victoria con uno de sus tres hijos jockeys, Federico Fabián. Su yegua salió como un rayo del partidor.

El Gran Premio Maroñas (G3)

Desde su debut en enero de 2021, Girona Fever se convirtió en una máquina de ganar carreras. Cría del haras El Santo, fue la más cara de esa cabaña en el remate que se realizó en medio de la pandemia en 2020 y ya por entonces, de potranca, deslumbrada por su mansedumbre y clase. A su propietario, el stud Uruimporta, le queda un proyecto pendiente: llevarla a competir a Buenos Aires, en el intento de buscar un triunfo de Grupo 1, una categoría que los velocistas no tienen en el calendario en suelo charrúa y un plan que el año pasado se frustró porque la zaina sufrió un desgarro semanas antes de viajar, en su última derrota. Desde que se recuperó volvió a ser imbatible, como en 13 de sus 15 presentaciones.

Un brasileño, Quillan, hizo la carrera de su vida para quedarse con el Gran Premio Pedro Piñeyrúa, que también estrenó su condición de Grupo 3. De atropellada, le ganó el tirón a su coterráneo Gaucho y los separó apenas un cuarto de cuerpo en el disco, al cabo de los 1600 metros más importantes de la temporada para los especialistas en la media distancia.

El Gran Premio Pedro Piñeyrúa (G3)

Luis Signoretti es el segundo entrenador del caballo. Lo recibió hace algo más de dos años y se entusiasmó cuando el alazán obtuvo la victoria en las dos primeras presentaciones a su cargo. Después, llegaron tres más, en forma alternada. Y tras la última de ellas, en abril pasado, estaba quedando a la sombra de los principales referentes de la categoría, que esta vez faltaron a la cita. Quillan vio la oportunidad y no falló, llevado por un jinete, Fernando Olivera, que conoce de memoria como ganar grandes clásicos.

“Tuve todo a favor. Faltaban rivales fuertes y el mío estaba mejor que nunca”, analizó Signoretti, que cuando el starter dio la orden de salida ya pareció quedar atrapado en la emoción. “No sé qué me pasó, pero pude enfocarme en la carrera recién en la recta final, cuando vi avanzar a mi caballo por afuera”, confesó. Lo fuerte que se abrazaba a la copa puede dar fe que deseaba que no se le escapara.