La semilla formativa del rugby sigue viva en los colegios

El debut de todo el club como equipo en la M 22
El debut de todo el club como equipo en la M 22 - Créditos: @Facebook Old Georgian

El rugby tiene un fuerte hilo conductor con los colegios. Nació en uno de ellos, que incluso le dio el nombre. El año próximo se cumplirán dos siglos del hecho que le dio vida a la historia oficial: en el Rugby School, de la ciudad de Rugby, en el condado inglés de Warwick, William Webb Ellis tomó la pelota con la mano y, de ese modo, originó la leyenda. Ese colegio privado, fundado en 1567, hoy tiene un museo en el que se exhiben distintas reliquias (el primer silbato, el primer cap), mientras que en la ciudad se esparcen estrellas en las veredas con el nombre de las glorias de este deporte. Hugo Porta figura en las calles de Rugby.

En 1871, 21 clubes de Inglaterra se reunieron para crear la Rugby Football Union (RF) y para fijar el primer reglamento. A partir de ese momento, el rugby se expandió con más éxito en el norte trabajador que en el sur aristocrático. Hasta que en agosto de 1895 se produjo el gran quiebre, ya que desde el norte se fundó una liga profesional que creó el Rugby League, el de 13 jugadores, en tanto que el Rugby Union mantuvo su amateurismo con una poderosa inserción en los colegios privados y de elite, como el Rugby School. En aquel momento y durante años, al Union se lo vinculó a los “college”. Desde ahí salían los jugadores que luego iban a los clubes.

Esa tradición se exportó a la Argentina. Los primeros clubes, todos de origen británico, se nutrieron de egresados y alumnos de colegios privados. En 1934 se unió a la UAR Old Georgian Club, el primero en derivar de un colegio, el San Jorge de Quilmes, de impronta escocesa. El club había sido fundado en 1908 y empezó a jugar al rugby en 1923. Ya miembros de ese colegio se destacaban en otros clubes. Pero la decisión de incorporarse a la UAR significó un mojón para que años más tarde el abanico de los colegios se expandiera en decenas de clubes.

Una celebración de Newman, uno de los colegios con más tradición en el torneo de la URBA
Una celebración de Newman, uno de los colegios con más tradición en el torneo de la URBA - Créditos: @LANACION/Rodrigo Nespolo

Old Georgian no sólo fue el primero. Hasta hoy, es el único club con origen en un colegio que salió campeón de la UAR o, desde 1996, de la URBA. Al año siguiente de su inscripción ganó invicto el torneo de Tercera. Y en 1937-38-39 consiguió el tricampeonato, el último compartido con GEBA y SIC. El colegio que más cerca estuvo de lograr un título en estos años fue Newman. Otros dos clubes vinculados con sus colegios, San Cirano y San Luis, sí se consagraron juntos en el Nacional de Clubes de 1998, mientras que Maristas ha sido campeón en Mendoza, Sporting Club en Mar del Plata (ambos de colegios de hermanos maristas) y Old Resian (del Rosario English School y luego del San Bartolomé) en Rosario.

De colegios católicos han surgido Champagnat, Manuel Belgrano, San Luis, Maristas y Sporting (maristas), La Salle, San José, San Marcos, Newman. Por otro lado aparecen St. Brendan’s, San Carlos (del Argentina Modelo), San Andrés, San Albano, San Cirano. O los Liceos, Militar y Naval.

En las décadas de 1960 y 1970, el rugby en Buenos Aires tuvo una fuerte competencia intercolegial por fuera de la UAR. En la zona Norte se destacaban San Juan El Precursor (quizá el colegio que más Pumas generó), Marín, Nacional San Isidro, San Andrés, St. John’s, mientras que en la Capital sobresalían el Mitre, El Salvador, San Agustín, San Miguel. El torneo era de gran nivel y tenía la característica de que muchos jugadores –grandes promesas, futuros Pumas- se enfrentaban durante la semana y luego compartían club. La final se disputaba en el CASI, en tanto que la del Seven en la antigua barranca del colegio San Andrés.

Aquel torneo se fue apagando a fines de los 70 cuando el calendario de los campeonatos se extendió, la competencia se tornó más intensa y el universo de clubes se fue ampliando. De todos modos, la semilla formativa del colegio permanece en el espíritu de este juego.