Selección argentina en Qatar 2022: el boletín del equipo de Scaloni en una actuación que ya es histórica

DOHA (Enviado especial).- Los balances se harán al final de torneo. Pero esta selección dio un paso que no es común para el fútbol argentino. Es apenas la sexta vez en 22 torneos que llega a las semifinales . Eso, de por sí, lo convierte en un Mundial especial y merece una primera evaluación parcial del grupo, para señalar quiénes fueron los grandes artífices de cumplir con el objetivo de meterse entre los cuatro mejores de Qatar 2022 y lo que deben recuperar todavía, para apuntalar la ilusión en la última semana.

Sobresalientes

• Lionel Messi (10). El mejor sin discusión. El sostén deportivo y emocional. Aunque en algunos partidos sus servicios se ofrecen por goteo, en otros logró un despliegue físico impropio para sus 35 años. Hay que esperar para saber cómo resiste el trajín de la última semana. Está motivado como pocas veces en su carrera y su entrega es emocionante. Ordena, cuida la pelota, asiste. Es un torneo con turbulencias insólitas para la Argentina, que desde que estuvo al borde de la eliminación comenzó a sobreponerse gracias a él. Con sus apariciones en los momentos más críticos rescató varias veces a un equipo al borde del abismo. Principalmente ante México y Australia, pero con notables actuaciones, también, ante Polonia y Países Bajos. Un líder natural.

• Nicolás Otamendi (10). Su partida al fútbol portugués, a los 34 años, hizo pensar que el ocaso de su carrera se acercaba demasiado rápido. Se trata de un torneo de segundo orden en Europa, sin tanto prestigio y con menos exigencias. Como juega en Benfica, tiene el roce del primer nivel en la Champions League. Su torneo no tuvo fallas hasta ahora, es el bastión del equipo. Lógicamente no luce como Messi, pero también es una actuación perfecta. Se elevó anímicamente: “Lo hablaba con mi familia, les decía que esto nunca me pasó, que es un momento único, lo que estoy viviendo es magnífico”.

Destacados

• Julián Álvarez (9). Le sacó el puesto a Lautaro Martínez porque llegó mejor físicamente. Aprovechó la oportunidad, con un despliegue formidable. Estuvo bastante certero con las oportunidades que se le presentaron y no le pesó la responsabilidad de debutar en un Mundial. Es impetuoso y aún no conoce su techo.

• Emiliano Martínez (9). De la depresión de recibir dos goles en dos disparos contra Arabia Saudita pasó a tener intervenciones puntuales y decisivas. Ante México, un tiro libre muy complicado que le atajó a Alexis Vega; contra Australia, el mano a mano en el último minuto a Garang Kuol, y ante Países Bajos, los penales. Especialmente el primero que le saca a Virgil Van Dijk fue monumental. Voló, se puso horizontal y extendió completos los brazos para desviar un remate fortísimo y esquinado.

• Nahuel Molina (8). El mayor temor con su presencia es que su aspiración ofensiva provoque desprotección atrás. Pero se lo vio sólido en la marca y fue la mejor opción para romper líneas en ataque. Fundamentalmente porque lo hace con criterio y pasa bien la pelota.

• Enzo Fernández (8). No se enteró que está en un Mundial. Juega como siempre. Sin el oficio de un cinco tradicional, es salida permanente y se mueve sin miedo. Es mucho más que aquel golazo contra los mexicanos. Resta saber cómo responderá con un equipo que reúna en el centro de la cancha volantes creativos que lo obliguen a una cobertura más seria. Hasta ahora no se enfrentó con ese desafío.

Aprobados

• Alexis Mac Allister (7). Silencioso pero presente. No reemplaza a Lo Celso, que tiene más la pelota en los pies. Pero supo encontrar un lugar en el equipo. Se sacrifica por la búsqueda de la pelota y puede ingresar en circuitos defensivos.

• Rodrigo De Paul (7). Comenzó muy mal. Desde el partido con Polonia volvió a ser el motor del equipo. Su personalidad puede ser traicionera, porque siempre lleva al límite la tolerancia de los árbitros. Su presencia es tan importante que Scaloni aceptó utilizarlo aunque no llegó en las condiciones físicas ideales. Fue más importante en su transmisión anímica que en lo futbolístico. Aún tiene paño para levantar su nivel, pero dependerá de sus dolencias musculares.

• Cristian Romero (7). Después del pésimo segundo tiempo con Arabia Saudita y su salida del equipo en el partido con México, demostró que su categoría no puede faltar. Prepotente en el contacto, también suele vivir al límite en la disciplina. Contra Países Bajos, aunque la Argentina marcó zonalmente, cuando Depay se acercó a su parcela, se le pegó y lo siguió hasta la mitad de la cancha cuando fue necesario. Lo anuló. También da garantías en el juego aéreo. Cuando salió del partido de cuartos de final (siempre por sus debilidades desde lo físico), llegaron los dos goles neerlandeses.

• Lisandro Martínez (7). Los zagueros titulares son Romero y Otamendi, pero Scaloni lo utilizó mucho, como reemplazo o sumándolo a la línea de fondo para poner tres atrás, como contra Países Bajos y en los finales con México y Australia. Tuvo un cierre salvador contra Behich, de Australia que también podía haber mandado el partido al tiempo suplementario.

• Marcos Acuña (7). Su entrega es tan loable y voluntariosa que se aprecia imprescindible. Sin embargo, eso no tiene un correlato con sus proyecciones. Muchas veces Messi lo encontró profundo por la izquierda y, por lo general, define muy mal las jugadas, divide la pelota o la entrega directamente a los rivales. Transmite una energía valiosa, pero le falta complementar la parte ofensiva. Se pude sentir su ausencia ante Croacia por llegar a dos amarillas.

• Gonzalo Montiel (7). Jugó desde el arranque sólo con México y luego ingresó para darle descanso a Molina. Es más confiable en la parte defensiva y tiene temperamento. Jugó poco, pero fue sólido.

• Nicolás Tagliafico (7). Otro que no jugó tanto como se esperaba, pero eso no quiere decir que no haya aportado. Al igual que Acuña, le faltó algo más de claridad cuando llegó al área rival por la izquierda. A diferencia del lateral de Sevilla, tiene las condiciones para dar un salto de calidad.

En deuda

• Ángel Di María (6). Llegó sin ritmo futbolístico pero se esforzó por disimularlo con corazón. Corrió mucho siempre que le tocó jugar. Contra México fue el que empezó a romper por la derecha para generar espacios y le devolvió un poco la identidad al equipo. Al no tener continuidad, necesita más juego para subir la nota.

• Guido Rodríguez (6). Sólo jugó contra México, en un momento de emergencia y con el equipo todavía perdido en la Copa del Mundo. Ayudó a salir de una situación puntual, pero no hubo razones para que se lo vuelva a utilizar.

• Lautaro Martínez (5). Es una pieza fundacional de este equipo. Merece nuevas oportunidades, pero llegó mal desde lo físico, se tuvo que infiltrar para jugar los primeros partidos y eso, con un Álvarez en muy buena forma, lo relegó. Le anularon un par de goles por off-sides en el primer partido que le podrían haber dado otro impulso. Pero también falló dos muy claras contra Australia. El penal de la definición para llegar a las semifinales puede ser la inyección anímica que necesitaba para recuperar su capacidad goleadora.

• Alejandro Gómez (5). Otro que llegó golpeado. Sin ser parecido, es el que más se le asemeja a Lo Celso, por eso Scaloni lo usó cuantas veces pudo. Pero sus problemas en la rodilla izquierda y un tobillo no lo ayudaron.

• Germán Pezzella (4). Tal vez la calificación sea injusta, porque entró poco contra Polonia y contra Países Bajos. Pero es imposible que su imagen no quede vinculada con los goles neerlandeses, especialmente el segundo, con una infracción innecesaria en el borde del área.

• Leandro Paredes (4). El segundo tiempo suplementario contra Países Bajos fue muy bueno. Tal vez ese sea un punto para que vuelva a ganarse la confianza de Scaloni. Pero no llegó bien al Mundial y lo pagó. Además, tuvo una actitud provocadora en los cuartos de final (cuando metió un pelotazo al banco neerlandés), que podría haber derivado en una situación más grave para el equipo. Le sobra talento, le falta madurez para reconocer las necesidades del equipo más allá de lo futbolístico.

Sin evaluar

Hay siete futbolistas que no actuaron o no jugaron lo suficiente como para realizar una evaluación más detallada de su Mundial. Son Rulli, Armani, Foyth, Almada, Palacios, Angel Correa y Dybala.

El entrenador

• Lionel Scaloni (8). El entrenador que aprende sobre la marcha y se reconstruye a lo largo del torneo. El manejo de la lista lo expuso en el arranque. Juntó cinco futbolistas sin ritmo contra Arabia Saudita y lo pagó caro. Desde entonces, todas sus decisiones fueron correctas. No más titularidades por cartel, sólo por rendimiento. La salida de Cristian Romero ante Países Bajos, sin conocer el motivo, parece un error, dado que su ausencia en el juego aéreo y sin su peso en el última se sufrieron los dos goles. Pero la realidad es que el defensor de Tottenham no está bien físicamente y ese puede haber sido el motivo de su salida (no se informó). En tal caso, también es irreprochable. Pese a ser un novato, está a la altura de la cita.