Selección argentina: alguno de los ‘insoportables’ se perderá Qatar 2022

Paulo Dybala dibuja un tacazo ante la mirada de Ocampos, Lo Celso y De Paul; ¿llegará el delantero de Juventus a Qatar?
Manuel Cortina

Cuando empezó el partido en el desierto, en el banco de la Argentina estaban Julián Álvarez, Gio Lo Celso, Paulo Dybala, Ángel Correa y Lucas Ocampos. Mac Allister y Buendía se quedaron aislados en el predio de Ezeiza; Joaquín Correa, preso de una recuperación física en Roma, y un tal Messi, detrás de su televisor en París. Vaya si estos partidos en los que la selección ‘no se juega nada’ son importantes: si la FIFA finalmente no resuelve ampliar la lista mundialista de 23, algunos se quedarán afuera de Qatar.

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No habrá un nombre estelar ausente, como Claudio Caniggia en el ‘98, o Juan Román Riquelme y Javier Saviola en el 2002, o Juan Sebastián Verón en el 2006, o Javier Zanetti y Esteban Cambiasso en el 2010, o Carlos Tevez en el 2014…, quizás, justamente porque ahora no hay estrellas. Son un compacto de segundas guitarras que a la selección tan bien le ha rendido. Los de apellidos común, los Martínez, los González, los Rodriguez… La única celebridad que no aparece en el horizonte es Mauro Icardi, y nadie se lamenta por Ezeiza. Pero algunas piezas de esa clase trabajadora no participarán de la primera Copa del Mundo en Medio Oriente. ¿No competirá Dybala, que tampoco estuvo en la Copa América y anoche finalmente partió desde el banco... y no entró? Mientras discute con Juventus por su futuro, el de la selección también es una intriga.

Rinden cuando juegan; quizás pocos brillan, pero casi ninguno decepciona. La profundidad del plantel siembra certezas. Por lo menos, una pareja de laterales cubre cada una de las bandas. Y hasta seis sociedades de zagueros se pueden formar, más allá de algún olvido para Marcos Senesi.

Quizás, sigue pendiente un volante central alternativo, alguien que pise con firmeza el circulo cuando falte Paredes. Sin Pizarro en esta serie de eliminatorias, ahí asoma un vacío que no despejan Nicolás Domínguez o Exequiel Palacios. Ellos muestran otros matices. ¿Será Lisandro Martínez?

Habitan la elite pocos, muy pocos. Messi, Di María, los minutos que Pochettino le ofrece a Paredes, Lautaro, ¿Dybala? Ninguno pertenece a Manchester City, Liverpool, Bayern Munich, Chelsea y Real Madrid, probablemente los cinco equipos que actualmente se muestran más en forma en Europa, los candidatos en la Champions. Sin centelleantes luces de neón, esta generación –incluso sin la jerarquía de Higuaín, Kun o Mascherano y compañía– compensa déficit con carácter. Con alma, incluso, pese a ciertos excesos –como los de Dibu Martínez en las redes y en la cancha– que reclaman otro punto de madurez.

Pero fueron ellos los que sostuvieron a la selección, en ausencia de su dueño. Como si asumieran que no son cracks, por eso eligen ser insoportables. Y también desde ahí, anoche ganaron en el desierto y extendieron un invicto a 28 partidos. Algunos se perderán Qatar, y lo lamentará mucho Scaloni.