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Seis Naciones: Ange Capuozzo, la joya que personifica el renacimiento del rugby italiano

Ange Capuozzo, la joven estrella que hace ilusionar al seleccionado de rugby italiano.
Ange Capuozzo, la joven estrella que hace ilusionar al seleccionado de rugby italiano. - Créditos: @David Davies

“Este es un equipo italiano al que le debemos prestar atención. Esperamos 20 años para esto. Están muy bien entrenados y tienen la libertad de expresarse”. Las palabras son de Brian O´Driscoll, el máximo símbolo de la historia de Irlanda y uno de los mejores centros del rugby de la era moderna. Italia acababa de caer ante Francia por 29-24 en el arranque del Seis Naciones, pero el ex back de Leinster no dudó en elogiar en la cadena ITV a un seleccionado que cambió el chip. Tuvo contra las cuerdas al último campeón, pero le faltó precisión y jerarquía para salir victorioso del Estadio Olímpico de Roma, que vibró al compás de un seleccionado que sueña finalmente con acercarse a las potencias. En esa búsqueda sobresale un joven que muestra un desparpajo que levanta a sus compañeros y al público. Ange Capuozzo es una realidad en el rugby mundial y en este arranque del 2023 lo volvió a ratificar.

Nacido en Le Pont de Claix, en el sureste de Francia, Capuozzo eligió representar al país de sus abuelos paternos. “Me siento italiano hasta la médula, pero no es necesariamente simple. Cada día mejoro mi italiano para expresarme lo mejor posible. Todavía no puedo sostener un argumento en una charla y me pierdo un poco en el humor. Por ejemplo, los jugadores me piden que haga algo y realmente lo voy a hacer, hasta que me dicen: ´¿Pero sos tonto o qué?´, ahí es donde se pone realmente divertido”, sostuvo el fullback en diálogo con el diario L´Equipe en la previa al arranque del partido. Capuozzo es un producto de los centros de formación del rugby francés, un deporte popular a lo largo del país.

Ange Capuozzo tuvo otro gran partido para Italia frente a Francia por el Seis Naciones.
Ange Capuozzo tuvo otro gran partido para Italia frente a Francia por el Seis Naciones. - Créditos: @Insidefoto

Nunca tuvo su oportunidad en los seleccionados franceses. Creció con prejuicios sobre su tamaño, lejos de los estereotipos que buscan para el rugby profesional. Su primer contacto con el rugby italiano se dio en un amistoso en las juveniles de su primer club, Grenoble. “Estaba en mi último año para ser seleccionado en la menores de 20. Con mis padres, habíamos discutido la posibilidad de reunirnos con el staff de Italia si hacía un buen partido. Les conté de mi ascendencia. Les dije que estaba disponible si me necesitaban. Finalmente, no fui seleccionado para el Seis Naciones M20, pero diez días antes del inicio del Mundial Juvenil recibí un mail: Italia me ofrecía a unirme a ellos. A partir de ahí, todo se fue encadenando, tuve un buen Mundial como fullback, empecé a entrenar con el plantel de Grenoble y firmé mi primer contrato profesional”, resaltó el jugador de 23 años.

Capuozzo tuvo un impacto inmediato en el rugby internacional. El año pasado, en su debut desde el banco frente a Escocia, apoyó dos tries. Al fin de semana siguiente fue titular y dibujó su obra maestra, con la que se ganó el reconocimiento de todos: en la última jugada del partido tomó la pelota a 65 metros del ingoal, dejó en el camino a buena parte del equipo de Gales y le cedió el try a Edoardo Padovani para romper una racha de 36 derrotas consecutivas en el 6 Naciones. El encuentro marcó un quiebre para Italia y también para Capuozzo, que pasó de jugar en el Grenoble en la segunda división a un gigante como Toulouse, el club más ganador de Francia y Europa. Fue el héroe en la primera victoria ante Australia en noviembre, con dos nuevos tries, y le anotó uno a Sudáfrica. En diciembre recibió el premio a la revelación del año en los World Rugby Awards. El domingo, volvió a marcar un try con su sello: recibió a la salida de un maul y con su aceleración le ganó el duelo a Gregory Alldritt para zambullirse en el ingoal. La semana anterior había marcado dos con la camiseta del Toulouse, el segundo con una definición espectacular.

En la misma entrevista con L’ Equipe, Capuozzo habló de sus sueños en su infancia: “Quería ser historiador, tenía libros sobre todas las batallas. A los 13 años pintaba figuras a escala de la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Hacía presentaciones sobre la Guerra de Vietnam. A mis hermanas y a mí nos privaron de la televisión en casa cuando yo tenía entre 5 y 12 años, eso fomentaba nuestra creatividad”, explicó el back de Toulouse y agregó: “Un día, mientras veíamos dibujos animados, no le respondimos a nuestro papá cuando nos saludaba. ¡De repente, apagó la televisión y no vimos durante siete años! Probablemente disparó mi imaginación y me empujó a abrir más libros que mis amigos”.

Esa imaginación y creatividad cultivada en su niñez, la expresa adentro de una cancha de rugby. Ange Capuozzo es distinto y rompe el molde en un deporte dominado por las tácticas y las estrategias. Engaña a sus rivales con sus cambios de paso y su aceleración. No necesitó adaptación al irrumpir en el primer nivel y lo hizo en un seleccionado que venía acarreando años de resultados pobres y sin encontrar un rumbo. Lleva seis tries en ocho tests. El próximo domingo, Italia tendrá otra buena prueba para confirmar sus progresos: visitará en la Catedral del Rugby a Inglaterra, el único rival del Seis Naciones al que aún no pudieron superar. La inmensidad de Twickenham lo espera.