Sebastián Dubarbier, en la previa de Estudiantes - Gimnasia: “El famoso folclore del fútbol no debería pasar de una cargada entre amigos”

Sebastián Dubarbier, a los 36 años, ya fuera de las canchas y con su otra pasión: la música
GODY MEX

Es un personaje peculiar. Empezó a jugar al fútbol recién a los 17 años. Vistió las dos camisetas más importantes de La Plata. Disputó la Libertadores y la Champions League; también la Sudamericana y la Copa UEFA. Metió el primer gol de su carrera en un club de Rumania. Enfrentó a figuras de la talla de Lionel Messi, Neymar, Zlatan Ibrahimović y Francesco Totti. Dejó joven, a los 34, para dedicarse de lleno a la música. A principio de 2022 grabó su primer disco.

Una historia singular, repleta de ribetes espectaculares. Una historia que, en la previa del clásico platense, adquiere más valor de la que ya posee por peso propio. Sebastián Dubarbier jugó profesionalmente en los dos grandes de la ciudad de las diagonales: Gimnasia y Estudiantes. Hace algunos años pasó por uno, pero se formó en el otro. Disputó clásicos de ambos lados : con el Lobo, en divisiones inferiores y en reserva; con el Pincha, en primera división. Una voz autorizada para analizar el encuentro del domingo.

“Los clásicos siempre son difíciles y eso es así para los dos. Además, a diferencia de partidos anteriores, los dos tienen un presente positivo: son dos buenos equipos, que además vienen sacando resultados”, le dice Dubarbier a LA NACION. Se nota que conoce los pormenores. Es un cruce que experimentó y además vive en La Plata.

Sebastián Dubarbier, con la camiseta de Gimnasia, periodo en el que guarda un gran recuerdo de Pedro Troglio; estuvo en la temporada 2006/07 / Prensa Gimnasia
Sebastián Dubarbier, con la camiseta de Gimnasia, periodo en el que guarda un gran recuerdo de Pedro Troglio; estuvo en la temporada 2006/07 / Prensa Gimnasia


Sebastián Dubarbier, con la camiseta de Gimnasia, periodo en el que guarda un gran recuerdo de Pedro Troglio; estuvo en la temporada 2006/07 / Prensa Gimnasia

“Es un evento hermoso: la ciudad se paraliza y todos están pendientes. Igual, en este tipo de enfrentamientos es importante dar el mensaje de que el amor por un club no tiene nada que ver con la violencia. Ser pasional no es pegar ni insultar al otro. El famoso folclore no debería pasar de una cargada entre amigos. Es una lástima que no se juegue con las dos hinchadas. El fútbol argentino, cuando iba gente de los dos equipos, era un espectáculo tremendo; es una picardía que no entendamos que pasión y agresión son dos cosas distintas”, expresa el exfutbolista.

Disfruta de recordar el pasado. Bucea en los recuerdos y trata de ser preciso. Se nota que el Lobo y el Pincha lo marcaron; cuenta con huellas de los dos. No son tantos los que defendieron las dos camisetas y menos los que fueron felices en ambos bandos.

“Si bien hoy estoy más vinculado a Estudiantes, en Gimnasia viví una etapa muy linda. Mis años de inferiores y de reserva fueron increíbles, y esos momentos me dejaron amigos que sigo viendo al día de hoy. Y también disfruté cuando empecé en primera, con Troglio: jugaba y la verdad es que me sentía bien. Tengo excelentes recuerdos de Pedro porque me hacen acordar a mis comienzos y porque no sólo es un gran técnico; es un tipazo. Cuando a él lo echaron, para mí de mala manera, me quedé sin lugar y tuve que pedir que me dejaran ir porque no iba ni al banco de suplentes”, detalla Dubarbier, de 36 años.

Dubarbier, en la otra vereda de La Plata, con la camiseta de Estudiantes y el festejo de un gol a Godoy Cruz (2017/18)
Prensa Estudiantes


Dubarbier, en la otra vereda de La Plata, con la camiseta de Estudiantes y el festejo de un gol a Godoy Cruz (2017/18) (Prensa Estudiantes/)

El recuerdo del Pincha, club en el que jugó una temporada y media, está bien fresco: su última presentación con la albirroja fue justo hace cuatro años. “Fue una época hermosa. La institución me sorprendió mucho por el nivel de sus instalaciones y el cierre fue perfecto porque en mi último partido clasificamos de forma agónica a octavos de final de la Copa Libertadores”, manifiesta el exlateral izquierdo y enseguida amplía: “A pesar de que había jugado en Gimnasia, me trataron excelente. Creo que me ayudó mi forma de jugar; yo era de correr mucho, de meter y de no bajar los brazos, y ésas son características que los hinchas de Estudiantes valoran muchísimo”.

Los del Lobo lo quisieron porque mostró sus virtudes enseguida y porque era un pibe de enorme futuro. Los del Pincha lo quisieron por su tenacidad y por lo bien que ejecutaba la pelota parada. Dubarbier, sereno, toma sus pasos por los dos grandes de La Plata con absoluta naturalidad. Siempre le bajó el precio a la polémica. Nunca se apartó del respeto, ése que tiene por los dos clubes de su ciudad: “Jugar en dos equipos que sean clásicos y que tengan una rivalidad deportiva no es algo habitual, pero yo lo viví con tranquilidad y en ambos traté de dar lo mejor. Pienso que soy un privilegiado”. No se equivoca: se trata del único futbolista de la historia en disputar la Copa Libertadores tanto para Gimnasia como para Estudiantes.

Y es un privilegiado, también, porque se dio el gusto de jugar varias veces contra Lionel Messi. En tiempos en que la Selección y su capitán son tema a nivel nacional, Dubarbier aporta un testimonio que ayuda a tomar dimensión sobre la trascendencia de semejante figura: “Enfrentarlo fue una experiencia inolvidable. Para mí es un orgullo haber intentado marcar a un jugador que es imposible marcar”.

Su recorrido en el fútbol quedó en el pasado. Hoy lo mueve la música. “A pesar de que hace mucho que escribo, compongo y hago mi música, hace unos años me di cuenta de que tenía ganas de mostrar mi propio trabajo; de hacerlo profesional”, confiesa y agrega convencido: “Sé que no será fácil triunfar en el rock nacional y que no importa lo que haya hecho como futbolista. Éste es otro camino; un camino largo, pero hermoso”.

Grabó su primer disco a principios de este año y dicen los entendidos que Rompecabezas –así se llama el álbum– ya es un éxito. “Toco porque me apasiona, pero lo hago con mucho profesionalismo. Voy paso a paso, sin volverme loco, y el tiempo dirá cómo me va”, reflexiona Seba Dubar, como se lo conoce en el ámbito de la música.

Un personaje particular y bien platense, como cada edición del clásico entre Estudiantes y Gimnasia.

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