Sebastián Villa volvió al país, lo espera un Boca enfurecido y subió la guardia antes de la cuarentena: “El Consejo de Fútbol no me atiende el teléfono”

Sebastian Villa, jugador de Boca Juniors.
Daniel Jayo

A partir de este sábado comenzará, quizás, el desenlace de una novela insólita en Boca. Para bien o para muy mal. Sebastián Villa, que hace un mes pegó el portazo del predio de Ezeiza y no se presentó a entrenarse desde entonces , volvió a Argentina esta madrugada tras un viaje a Colombia que generó tanto revuelo. Sin la venta a Bélgica tan deseada por él, es momento de que haga la cuarentena de una semana y, en caso de que al 31 de agosto las ofertas no satisfagan, el libro de pases europeo concluirá y su convivencia con el Consejo de Fútbol de Juan Román Riquelme arderá.

Paris Saint Germain: la categórica respuesta de Pochettino sobre Mbappé y el posible debut de Messi.

Porque, en caso de continuar en el conjunto xeneize (tiene contrato hasta 2024) , aún no se conoce qué es lo que pasará: si después del cara a cara con los responsables del fútbol será tenido en cuenta en lo inmediato, si lo colgarán durante varias semanas (o meses) o si directamente no jugará con los colores azules y oro nunca más, pese a continuar en el club. Jugadas en las que los abogados de unos y otros jugarán un papel preponderante de manera continua.

La relación está quebrada, por supuesto. Mientras que del lado del colombiano acusan al Consejo de no cumplir con la palabra de venderlo , del lado de Riquelme siempre hablan de que la voluntad es desprenderse de él (más que nunca ahora), pero al valor que ellos pretenden: las ofertas del Brujas belga siempre fueron consideradas insuficientes, principalmente, por tener el 70 por ciento de su pase y –por ende- tener que repartir la ganancia con Deportes Tolima, dueño del porcentaje restante. Eso, además, con el condicionante de que las propuestas son brutas: los impuestos reducen todavía más la aceptación de venderlo.

Lo cierto es que Villa, no bien descendió del avión que lo trajo a Argentina, con pocas palabras expuso más detalles del conflicto: “No me contestan. Siempre traté de comunicarme”, fue su frase, con una sonrisa notoria pese a su tapaboca, ante la consulta periodística acerca de sus charlas con el Consejo de Fútbol.

“Con el nuevo cuerpo técnico (el de Sebastián Battaglia) no he hablado. Fui a Colombia por un problema de salud de mi madre, que afortunadamente está bien y eso es lo más importante. Voy a cumplir con el aislamiento social (cuarentena de siete días) y mis representantes buscarán la mejor solución después de todo lo que pasó”, añadió.

Vale aclarar que Boca nunca le cedió un permiso, una licencia ni le permitió extender su estadía en Bogotá: fue la Justicia de nuestro país la que accedió, teniendo en cuenta que tiene una prohibición de salida tras la denuncia por violencia de género de su ex pareja, Daniela Cortés, en abril de 2020.

Según sentenció, su reencuentro con su familia se debió a un preocupante estado de salud de su madre, aunque llamó mucho la atención la foto que posteó en Instagram cuando la fue a ver: por demás fuerte en medio de una supuesta situación íntima y con gestos que no condicen con la aparente situación. En Boca dicen que “ya nada sorprende con este chico”, tal le comentaron a LA NACION aquel día. Ni que hablar con los videos que se difundieron en las últimas horas, en las que se lo ve muy contento en una fiesta: entienden que son todas las maneras que el delantero, de 25 años, está buscando para irritar y conseguir que el club se lo saque de encima.

En un mundo gigante como lo es el de Boca, las opiniones internas suelen diferir. Incluso, con un tema semejante. Altos directivos del club ya no lo soportan más y piden por lo bajo que lo vendan al precio que fuere; el Consejo, por su parte, quiere obtener el número que creen justo entre lo que se invirtió en su momento por su pase (alrededor de U$S 2.000.000) y el crecimiento durante sus tres años de estadía, en la que su cláusula de rescisión llegó a tasarse en 40 millones de la moneda estadounidense.

Justamente, Jorge Bermúdez se expresó en las últimas horas sobre el caso de su compatriota. “Es complicado, difícil. Tengo la conciencia tranquila: represento a una institución que le ha cumplido todo, que está al día con él, lo ha protegido y ha ganado comentarios negativos y críticas en los momentos más difíciles de Villa por el proteccionismo y respeto hacia él (alrededor de aquella denuncia penal)”, lanzó el ladero de Román.

¿Quién es el más grande? Ahora, Cristiano Ronaldo compite con Lionel Messi hasta en la transferencia más resonante del año (y todavía falta Kylian Mbappé)

Y si bien abrió las puertas a la reconsideración en el campo, también advirtió que el aspecto legal va a seguir latente: “Ojalá entienda que tiene obligaciones que cumplir. Después, tendrá que asumir cada una de las circunstancias jurídicas que tendrá que aclarar con el club”.

Algo similar había dicho Jorge Amor Ameal, el presidente, al insinuar que si el extremo se rectificaba sobre sus (malas) decisiones, podría ser tenido en cuenta por Battaglia, en caso de no ser transferido al exterior. Todo es una incertidumbre...