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Sebastián Rodríguez, 64 años incombustible

Tokio, 26 ago (EFE).- A sus 64 años, Sebastián Rodríguez está escribiendo en Tokio una página más en su dilatada trayectoria como deportista con seis Juegos Paralímpicos, 16 medallas y una voluntad de hierro que no merma con la edad.

Sebastián Rodríguez debutó en los Juegos Paralímpicos en Sydney 2000, donde logró cinco medallas de oro. El nadador vigués también subió al podio en varias ediciones paralímpicas más, con cuatro metales en Atenas 2004, otros cuatro en Pekín 2008 y tres en Londres 2012.

En Río de Janeiro llegó a tres finales y en Tokio, a la primera, logró meterse en la final de los 200 metros estilos, una de las pruebas con mayor nivel de todo el campeonato por la presencia del plusmarquista mundial, el italiano Francesco Bocciardo, que ganó el oro; el ganador de las Series Mundiales en 2019, el español Toni Ponce, plata; y la leyenda de la natación paralímpica, el brasileño Daniel Dias, que con un bronce sumó su vigésimo quinto metal en unos Juegos.

COMPROMISO POLÍTICO

Sebastián Rodríguez (Cádiz, 1957) aprendió a nadar en Cádiz, dónde vivió hasta que a los doce años a su padre, que trabajaba en los astilleros, lo destinaron a Vigo.

Sin mucha querencia por los estudios trabajó en un taller de reparación naval, después hizo el servicio militar, estudió Náutica y se embarcó dos veces en barcos mercantes que iban de travesía por África. Fue a la vuelta de uno de esos viajes cuando, recién fallecido Francisco Franco, empezó a interesarse por la política a raíz de la detención de uno de sus hermanos acusado de pertenecer a los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), considerado el brazo armado del Partido Comunista.

Sebastián, conocido como Chano, se empezó a implicar en esa misma causa al ver que a su hermano era cada vez más difícil verle y que no se disponía de información de en qué cárcel estaba. Empezó a ayudar a las familias de presos y a organizar los viajes. Fue entonces cuando empezaron las detenciones, de las que sufrió cinco, en un momento en el que en la Dirección General de Seguridad (DGS), en la madrileña Puerta del Sol, estaba Antonio González Pacheco, 'Billy El Niño'.

En una de esas ocasiones, de vuelta a Vigo, decidió integrarse en un comando y marchar a Barcelona. Lo detuvieron en una redada en 1985 y fue pasando por numerosas cárceles diferentes hasta que el 30 de noviembre de 1989 varios miembros de los GRAPO comenzaron una huelga de hambre. 432 días sin comer aunque desde el segundo mes la alimentación fue forzosa. Las consecuencias fueron que la proteína encargada de preservar la médula dejó de ser generada por el cerebro, afectó a la médula espinal y no volvería a andar.

Al salir de prisión en 1994, con esa nueva vida en silla de ruedas, Sebastián buscó refugio en el deporte y lo encontró en la natación de personas con discapacidad. Tal fue su progresión que en Sydney 2000 debutó en unos Juegos Paralímpicos y comenzó a escribir el nuevo guion de una historia deportiva que, desde entonces, le ha dado muchas alegrías a base de tesón, constancia y esfuerzo. En la piscina de Tokio volvió a demostrar ese carácter que tiene para codearse con los mejores pese a la diferencia de edad con las nuevas generaciones.

Por el momento, Sebastián Rodríguez, con esas 16 medallas que posee es el segundo deportista español con más preseas de la historia, empatado con la atleta Purificación Santamarta y los nadadores Richard Oribe y Xavi Torres, y sólo por detrás de la nadadora Teresa Perales, que tiene 26.

David Ramiro

(c) Agencia EFE