Se le cayeron aspas en Metro de CDMX; la acusaron de sabotaje y solo quería arreglar su lavadora

Metro CDMX y sus incidentes: se le cayeron unas aspas por accidente y fue acusada de sabotaje. (Captura Youtube/Imagen Noticias)
Metro CDMX y sus incidentes: se le cayeron unas aspas por accidente y fue acusada de sabotaje. (Captura Youtube/Imagen Noticias)

Viviana Salgado Hernández sufrió una mala pasada en el Metro Centro Médico el pasado 13 de enero. Un infortunio, algo que a lo mucho debería ser sonrojante y ya. Se le cayeron unas aspas de lavadora en las vías del Metro. Su electrodoméstco se había descompuesto y tuvo que viajar al Metro Juárez para comprar unas aspas nuevas. No podía imaginar en ese momento todo lo que estaba por pasar en los semanas siguientes.

Salgado, que radica en Ixtapaluca, Estado de México, quería arreglar su máquina de lavado. Su hijo cargaba con las aspas que habían adquirido y también con las viejas, las que llevaron como modelo para comprar las nuevas. Pero en algún momento él le pidió que tomara la refacción porque tenía demasiado calor. Fue ahí cuando las aspas viejas cayeron al suelo y, tras rebotar, fueron a dar a las vías del Metro. Según recuerda Viviana, el incidente no ameritó que el tránsito de los trenes se detuviera durante los minutos inmediatos al incidente. "Se cayeron las aspas y todavía pasaron como cuatro metros (trenes)", dijo en entrevista con Imagen Televisión.

Ella, según ha contado en diversas entrevistas, dio aviso a la Guardia Nacional, ya presente en las instalaciones del Metro, y a la Policía Bancaria. En todo momento mantuvo su versión: no hubo intención, todo fue un accidente. Después de que se cayeran las aspas, le dijeron que debía ir al Ministerio Público de Pino Suárez. "Yo no me quería que me esposaran porque les dije que yo no era ninguna delincuente. Me subieron a un cuarto oscuro, sin cobijas, sin nada", dijo Viviana Salgado. Estuvo detenida dos días en el penal de Santa Martha Acatitla.

La mujer fue acusada de ataques a las vías de comunicación, pues la Fiscalía de la Ciudad de México argumentó que Salgado lo hizo a propósito para sabotear el funcionamiento del Metro. Según contó Viviana en una entrevista con TV Azteca, los policías declararon que la habían visto tirar las aspas con intención. Ella pidió que las cámaras de seguridad determinarán quién decía la verdad. Le respondieron que las cámaras no servían. "Me están diciendo que las cámaras del Metro no sirven. Eso no es posible. A mi niña de 15 años me la perjudicaron estos días que no estuve con ella. Me dicen mis primas que entró en una crisis", contó para Imagen Televisión. Fue vinculada a proceso, pero le permitieron llevarlo en libertad siempre y cuando permaneciera localizable para la autoridad y fuese a firmar a los juzgados cada quince días.

La mujer consiguió revertir la acusación gracias a diversos elementos: la nota con la que compró las aspas nuevas, la ruta del viaje y el testimonio del técnico que le iba a reparar su lavadora. Salgado recordó que no quería dinero ni nada por el estilo, simplemente que su nombre fuera limpiado. El caso llegó a la televisión y fue ahí donde, en redes sociales, se presentó una fuerte oleada de apoyo hacia Hernández Salgado, que cometió un solo error, un descuido, algo que a cualquiera le podría pasar, pero eso ameritó que fuera privada de su libertad y que se le acusara de un delito que, al final, fue desestimado por la fiscalía.

“Lo que sabemos es que la Fiscalía hizo su tarea de investigación previa, como debe realizar frente a estos casos o situaciones, y al parecer, determinó que no hay elementos para continuar. Seguramente la Fiscalía tendrá información más pormenorizada, pero la información que tenemos es en el sentido de que inició investigaciones de oficio y que no encontró elementos para continuar”, dijo Martí Batres, secretario de gobierno de la Ciudad de México.

Prácticamente todos los días hay algún incidente en el Metro. Ya no se puede hablar de casos aislados, y el debate no tendría por qué centrarse en los sabotajes que acusa al gobierno, porque eso es lo que menos interesa a la gente: los accidentes, a fin de cuentas, suceden y a nadie le importa más que los usuarios, que en cualquier momento se exponen a dos cosas: un incidente que les estropee el viaje y les haga perder tiempo, o a que tengan un descuido y sean acusados de sabotaje, para que luego todo termine con el clásico "usted disculpe". O peor aún, como en este caso, ni siquiera eso.

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