Salinas Pliego, Mazatlán FC y un nuevo ridículo: un reality para buscar a la nueva estrella de México

Ricardo Salinas Pliego, propietario del Mazatlán FC, ha anunciado un nuevo método para conocer a la nueva estrella del futbol mexicano: un reality show, que se llamará D-but FC. Ante la falta de buenos resultados de su equipo, el magnate ha decidido que es buena idea buscar talento en redes sociales. Lanzó su convocatoria para todos aquellos que piensen que pueden llegar a jugar en la Liga MX: "Jóvenes ¿Están listos para debutar en primera división? Creer en la juventud mexicana, me obliga a darles la oportunidad para que puedan salir adelante", escribió en Twitter.

El club que reemplazó al Morelia en la Primera División de México no ha logrado clasificar a ninguna Liguilla durante tres años y al finalizar la campaña futbolística 2022-2023 debió pagar una multa de 33 millones por haber quedado en el puesto 16 de la tabla porcentual. Es normal que estén desesperados porque nada les ha salido bien con jugadores que llegan y se van sin pena ni gloria, y todo un desfile de entrenadores que han salido manchados en su prestigio tras su fallido paso por el club.

Sin embargo, esta medida apunta más bien a una estrategia mediática, para hacer interesante un programa de televisión y vender la ilusión de que jugadores "sin palancas" pueden llegar a un club profesional. Salinas Pliego lleva casi treinta años en el futbol. Por lo tanto, debería asumirse que tiene los conocimientos necesarios para comprender que a Primera División llegan los que tienen que llegar. Que los apalancados no triunfan y que muchos de los grandes futbolistas que ha dado México vienen de clases medias y bajas: Hugo Sánchez, Cuauhtémoc Blanco y Rafael Márquez, los mejores ejemplos.

Esa teoría de las palancas no es tan válida como se piensa. Y en todo caso, si así fuera, ¿por qué ha mantenido un equipo que, según él, sólo anida a jugadores incompetentes? No se habla de mejorar la captación de talentos, de potenciarlos con formadores que estén bien preparados. Ese es el secreto de los grandes países: proyectos de largo aliento y bien estructurados. Tampoco habla, si lo que quiere es inmediato, de traer extranjeros de calidad ni de buscar entrenadores actualizados y eficientes —lo intentaron con Beñat San José, pero no contaba con el plantel para hacer mucho, como sí lo ha hecho por ejemplo Nicolás Larcamón en Puebla y León—.

Supuestamente el programa va a contar con especialistas que evaluarán qué tan apto es un jugador para jugar en Primera División. ¿Por qué no aplican esas energías para hacer monitoreo real de talento en todo el país? Esa sería una forma, a largo plazo, de tener a las próximas estrellas, si así se le quiere llamar, o simplemente a jugadores competentes que garanticen que el equipo no acabe en los últimos lugares torneo a torneo.

Además la promesa carece de sustento. No es lo mismo destacar en el futbol amateur, por más calidad que se tenga, que hacerlo en el profesionalismo. Implica más horas de todo: juego, entrenamientos, ejercicios, cuidados. No pasará por parte de magia que un futbolista destacado en una liga de barrio pueda llegar a la Liga MX y convertirse en figura. Eso sólo pasa en las películas. Y si sucediera y después no sale como se pensaba, ¿a quién le van a echar la culpa?

Más que una iniciativa seria, esto tiene la misma pinta de cuando el youtuber Werevertumorro intentó jugar en los Murciélagos de la Segunda División y el resultado fue un fracaso total, a pesar de que el muchacho había jugado en escuelas y que en partidos informales se desempeñaba muy bien. Lo que se puede hacer para mejorar no se hace. Por eso Mazatlán es uno de los peores equipos en la Liga MX. No hay que encontrar ningún hilo negro.

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