Rumbo al Mundial 2023: la crisis de Inglaterra llegó al rugby y qué tiene Japón para complicar a los Pumas

Inglaterra será rival de Los Pumas en el grupo D del mundial del próximo año que se disputará en Francia
Inglaterra será rival de Los Pumas en el grupo D del mundial del próximo año que se disputará en Francia - Créditos: @Alastair Grant

Viajamos en auto hacia Twickenham para ver Inglaterra-Japón, los dos rivales más exigentes que tendrán los Pumas en su objetivo de avanzar a los cuartos de final en la Copa del Mundo de Francia del año próximo. Es sábado al mediodía. Las calles, avenidas y autopistas están trabadas por el tráfico hacia el estadio o por la gente que sale de Londres por el fin de semana. En el camino, sorprenden los peatones que no respetan los semáforos o que cruzan por el medio de la calle, como así también los conductores que, cada 100 metros, deciden violar las reglas de tránsito. Al volante, el amigo inglés sonríe irónicamente y me dice: “Inglaterra ya no es lo que era”.

La observación se expande más allá de esas imágenes que contradicen ese aspecto famoso de los británicos. El Brexit no deja de arrojar situaciones negativas, los cambios de primeros ministros se suceden en poco tiempo, la recesión se percibe en las calles, las huelgas y la impuntualidad de los trenes y subtes forman parte de la realidad cotidiana, la guerra complica cada vez más no sólo al Reino Unido sino a toda Europa, en una de sus primeras apariciones públicas como rey, Carlos III fue recibido a huevazos en York, el temor a la falta de gas en invierno se siente en cada casa, los valores de la energía son insostenibles salvo para los ricos, y hasta la Bolsa de Londres ha perdido frente a París su puesto de mayor valor en Europa. El Imperio está magullado.

Los jugadores de Los Pumas festejan luego de vencer a Inglaterra por 30-29 en Londres.
Los jugadores de Los Pumas festejan luego de vencer a Inglaterra por 30-29 en Londres. - Créditos: @ADRIAN DENNIS

El seleccionado de rugby de Inglaterra tampoco es lo que era tres años atrás, cuando Eddie Jones terminó de moldear una máquina perfecta que recién sucumbió ante los Springboks en la final del Mundial. La derrota contra los Pumas lo puso en el ojo de la tormenta al entrenador australiano, quien a veces se calza un traje de soberbio y sarcástico que incomoda y molesta a la prensa inglesa. El partido del sábado pasado con Japón, ganado con claridad, pero lejos aún del nivel ideal, alivió un poco los ánimos, aunque las pruebas de altísima exigencia para la Rosa serán el sábado con los All Blacks y una semana más tarde con los Springboks. Un revival de la semifinal y la final del último Mundial.

Lo mejor del triunfo argentino en Twickenham

Pero vayamos a Japón, que fue el motivo de esa nueva excursión a Twickenham tras ver el domingo anterior el gran triunfo de los Pumas. Si la actuación del seleccionado argentino el sábado en la derrota ante Gales en Cardiff dejó nuevamente signos ya preocupantes en cuanto a la irregularidad de un partido al otro, hay una pequeña puerta que se puede abrir con vistas al Mundial porque Japón tampoco es lo que era en 2019, cuando con el empuje de la localía ganó invicto su grupo y puso en apuros en los cuartos de final al futuro campeón del mundo. Es verdad que de nada sirve la futurología, y que los Pumas trabajan en mejorar su juego más allá de lo que hagan los rivales, pero que Japón haya perdido impacto en este tiempo es un dato a observar.

Inglaterra derrotó a Japón el último sábado y se recuperó del traspié ante Los Pumas
Inglaterra derrotó a Japón el último sábado y se recuperó del traspié ante Los Pumas - Créditos: @GLYN KIRK

Ante los ingleses, Japón confirmó que mantiene el vértigo cuando ataca. No se ven tantos equipos que manejen la pelota con tanta precisión y velocidad como los japoneses. Inglaterra ofreció una floja defensa –falló 38 tackles- y el 52-13 no reflejó lo que ocurrió en el césped sagrado de la Catedral del rugby. Pero Japón es inestable en defensa –con menor cantidad de pelotas, Inglaterra le anotó 7 tries- y tiene problemas en la obtención. Sin dudas, será un escollo duro, pero hoy los Pumas están unos pasos por delante. Aunque, se insiste, falta mucho.

Desde mayo, el neozelandés John Mitchell se encarga de la defensa de Japón. Es una excelente incorporación y seguramente contribuirá a saldar ese déficit. Mitchell entrenó a los All Blacks y fue parte del staff de Inglaterra durante la era de sir Clive Woodward. Tiene una enorme experiencia (dirigió al seleccionado de EE.UU. y a clubes de todas las potencias). El sábado, los Pumas cerrarán la gira con Escocia y al día siguiente, Japón lo hará con Francia. Habrá más materia de análisis.