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Rugido de poder

Sebastián García M., enviado

GUADALAJARA, Jal., mayo 28 (EL UNIVERSAL).- Tigres construyó su campeonato con tres técnicos, y una final de ensueño. Los comandados por Robert Dante Siboldi volverán a abrir la vitrina, para colocar su octavo trofeo de la Liga MX.

Vinieron de atrás, robaron sueños rojiblancos y finiquitaron la final del Clausura 2023 con un global de 2-3.

El ambiente en el estadio Akron era único. Probablemente, similar al del Clausura 2017, cuando las Chivas alcanzaron la estrella 12. Toda esa pólvora rojiblanca explotó con el gol de Roberto Alvarado (11’).

La fiesta rojiblanca continuó y la ilusión aumentó con el de Víctor Guzmán (20’).

La estrella 13 lucía cada vez más cerca, pero aún era temprano. La historia tendría más emociones, pero el Guadalajara dejó de ser ambicioso.

Y comenzó el concierto de errores rojiblancos. Una mano de Antonio Briseño dentro del área terminó en la red gracias a la pena máxima de André-Pierre Gignac (65’).

Seis minutos después, Sebastián Córdova empató la pizarra. Pésima marca de Alan Mozo.

El momento de la final cambió y los Tigres ya eran dueños del partido. El control se había ido de las manos del Rebaño y gran culpa era de aquel que los hizo soñar: Valjko Paunovic. El serbio hizo cambios inexplicables que afectaron.

Pero lo mejor estaba por venir en los tiempos extra. Ya en el 110’, después de varias salvadas rojiblancas en un tiro de esquina, llegó el cabezazo que definió todo y al campeón del futbol mexicano. Guido Pizarro firmó la remontada auriazul.

Chivas, desdibujado, renunció a las jugadas de peligro y sucumbió en la final.

El Dato

4 años tenían los regiomontanos sin proclamarse campeones.