Rugby Championship: el “no saludo” de Matera a Coles, la batahola entre Springboks y Wallabies y todo lo que pasó en una jornada con mucha tensión

Pablo Matera le da un empellón a Coles, durante el saludo post partido entre los Pumas y los All Blacks
Pablo Matera le da un empellón a Coles, durante el saludo post partido entre los Pumas y los All Blacks

La cuarta fecha del Rugby Championship 2022 devolvió algunas imágenes de aspereza que las redes sociales y los medios más sensacionalistas se encargaron de viralizar. Bien temprano, la negativa de Pablo Matera a saludar al hooker neozelandés Dane Coles durante el trencito de rigor al término del partido; el tercera línea de los Pumas, en cambio, le dio un golpe en el hombro. Un rato más tarde, en el duelo entre Springboks y Wallabies, el wing sudafricano Makazole Mapimpi se tomó revancha de una jugada idéntica y, tras superar la marca de su opuesto australiano Marika Koroibete y apoyar el try, tomó brevemente a su rival del cuello y le dedicó el festejo. Desató una bataola en la que se entreveraron los 30 jugadores; los más encendidos, Eben Etzebeth y Allan Alaalatoa. Una semana atrás, Nic White fue acusado de utilizar tácticas “futbolísticas” al exagerar un golpe y provocar la amonestación de Faf de Klerk.

No está bien lo que hizo el subcapitán argentino ni se conocen las razones de por qué lo hizo, pero no le habrán sobrado motivos: Coles es conocido por tener una lengua filosa y ya tuvo algunos episodios con los argentinos jugando para Hurricanes. El incidente Etzebeth-Alaalatoa terminó con los dos compartiendo una cerveza en el vestuario local.

Lo que no puede enfriar ni un barril de la cerveza más helada es la temperatura que tomó este Rugby Championship, el más parejo de la historia. Luego de cuatro fechas, Nueva Zelanda sacó una ventaja de apenas un punto sobre los otros tres equipos. Nunca en los ocho años anteriores en que el certamen se jugó de manera íntegra (seis fechas) hubo tanta paridad. Lo más parecido ocurrió en 2020, cuando, sin la participación de Sudáfrica (cuatro fechas), los Pumas terminaron segundos luego de registrar un triunfo, una derrota y dos empates.

La diferencia que ostentan los All Blacks radica en el punto bonus perdedor (siete puntos de diferencia) que rescataron en la derrota en Christchurch ante los Pumas. Suficiente para, entre tanta paridad, estar al borde de un nuevo festejo. Una victoria con bonus ante Australia en el próximo partido en Melbourne y un triunfo ya sea de la Argentina o de Sudáfrica en Vélez sin lograr el punto extra por marcar tres o más tries que el rival y el título se va para Auckland a jugar la última fecha por el honor.

Sería una picardía para un certamen tan electrizante como viene siendo hasta aquí. Los Pumas pasaron de primeros a últimos, y así como todavía conservan aspiraciones fácticas de levantar la copa, lograr el título quedó completamente al margen de los objetivos del equipo. La meta es seguir mejorando y construyendo sobre los cimientos edificados en el corto tiempo que lleva Michael Cheika al frente del equipo (algo que el sábado no ocurrió). No estaría mal, no obstante, aspirar a lograr el mejor certamen en su historia.

Un “saludo” nada cordial

En términos de partidos ganados, ya igualaron la marca de dos que había logrado en 2018, cuando vencieron a Sudáfrica y Australia. Si el parámetro son los puntos, los nueve conseguidos hasta aquí representan todo un récord, uno más que en aquel auspicioso primer año de Mario Ledesma. Y todavía con dos partidos por jugarse. Nada mal después de un 2021 en el que se fueron en cero por segunda vez en su historia (2013). En términos de porcentajes, en este momento están a la altura de ese 50% logrado en la versión corta de 2020 y por encima del 33,33% alcanzado en 2015, también en formato acotado por el Mundial.

La misión no es sencilla considerando que en los últimos dos compromisos estará el campeón del mundo, que luego de vencer a Australia viajó rápido hacia la Argentina. El anuncio antes del inicio de la larga gira por Australia, que cerró con la primera victoria allí en nueve años, hablaba de dos planteles distintos, uno para Oceanía y otro para la Argentina. Pero a Oceanía no fueron con un mix, sino con todos los titulares.

Se espera que para el partido del sábado 17 del corriente en Vélez esté de regreso Cheslin Kolbe, que todavía no jugó este año para los Springboks, y se aguarda por la recuperación de Handré Pollard, Pieter-Steph du Toit y Lukhanyo Am.

El resumen de la derrota ante los All Blacks

De todas formas, Sudáfrica tiene un plantel bien profundo, con jugadores de recambio con mucha experiencia y todos en sintonía con un sistema de juego que excede los nombres propios. Lo demostraron, por ejemplo, en la primera fecha del Rugby Championship 2021, cuando en Port Elizabeth derrotaron 32-12 a los Pumas con un equipo muleto luego de la demandante serie en que derrotaron a los British Lions. Hicieron lo mismo en el segundo test match de la serie ante Gales en julio, aunque con distinto desenlace: perdieron, sólo que por un try de Josh Adams y una conversión esquinada de Gareth Anscombe a dos minutos del final.

Cabe esperar que Cheika también mueva algo el equipo y les dé oportunidades, por ejemplo, a algunos de los que viajaron a Nueva Zelanda y no vieron un minuto de acción: Facundo Isa, Rodrigo Bruni, Gonzalo Delguy, por nombrar algunos. ¿Tendrá su oportunidad el potente octavo Joaquín Oviedo? También estará en condiciones de regresar Jerónimo de la Fuente, así como los que recibieron descanso: Juan Imhoff, Agustín Creevy, Nahuel Tetaz Chaparro. La situación de Nicolás Sánchez, en cambio, es más compleja, mientras que Francisco Gómez Kodela está afuera por el resto del certamen tras una operación por pubalgia.

En poco tiempo, los Pumas confirmaron que tienen materia prima como para estar en ese grupo de aspirantes. También, que todavía les falta para llegar a ese estrato. Ante Sudáfrica, el objetivo será acercarse un poco más.