Roland Garros: Nadal, Alcaraz y Djokovic, el trío de ases en busca de la corona de París

Como en otros tiempos, miles de visitantes recorrieron el sábado los pasillos de Roland Garros; aquí el acceso al Court Suzanne Lenglen
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PARIS.- Se respiran nuevos aires en las calles internas de Roland Garros, con un predio que suma remodelaciones, despliega cambios, presenta novedades. Se alza imponente el Philippe Chatrier, lucen las canchas que lo rodean, mantiene la mística el glamoroso estadio Suzanne Lenglen. Aunque algunas cosas no cambian. El sábado previo al comienzo del torneo se celebra el Kids Day, y cientos de pequeños fanáticos de las raquetas acuden, entre sonrisas y música estridente, a ver la jornada de exhibición en la que las estrellas brindan un aperitivo de lo que se viene: 15 días de batallas sobre el imperio de la tierra batida. En la multitud vuelven a verse los rostros a pleno; sólo unos pocos no se animan a quitarse el barbijo que recuerda la pandemia de Covid-19. Hay cuidados y protocolos, claro, pero la normalidad también parece querer regresar a este rincón parisino que combina el verde del Jardín Botánico vecino y la tierra naranja donde se desplegarán ilusiones por los próximos días.

Los tiempos del tenis cambian. Hace unos seis meses, Rafael Nadal buscaba recuperarse de una lesión crónica en la planta del pie. El zurdo de Manacor no sabía si iba a volver a jugar en el más alto nivel. A fines de enero dio el gran impacto: ausente el gran favorito Novak Djokovic por razones harto conocidas, el español consiguió en el Australian Open un título inolvidable, renacido desde sus cenizas, con una victoria histórica en la final ante Daniil Medvedev, para pasar al frente en la lucha de titanes con su 21º Grand Slam. Prolongó su gran arranque de año con otro título importante en Indian Wells. Entonces flotaba la sensación de que Nadal tenía todo servido para festejar en su bastión parisino. Pero sobrevino una fisura en la costilla que le hizo perder parte de la gira europea de canchas lentas. Sonó la alerta roja cuando se lo vio caminar con dificultad en Roma frente a Denis Shapovalov, herido de nuevo en el pie izquierdo por el síndrome de Müller-Weiss que lo acosa. Y se le escuchó una frase impensada en los labios de uno de los mejores competidores de la historia: “Alguna vez, mi cabeza va a decir basta”.

El saludo entre Rafael Nadal y David Goffin tras una sesión de entrenamientos en el Chatrier
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El saludo entre Rafael Nadal y David Goffin tras una sesión de entrenamientos en el Chatrier (dpa /)

Volvió a boxes y el miércoles pasado llegó a París, sonriente. Y contó lo que le pasa: “No hay nada que recuperar, el dolor siempre está ahí. No se trata de que desaparezca ahora. Se trata de si el dolor es lo suficientemente alto y fuerte como para permitirme jugar con posibilidades reales o no. Es algo con lo que vivo todos los días, así que no es nada nuevo. Lo que sucedió en Roma es algo que me ha pasado muy a menudo en mis entrenamientos. Después de eso estuve sufriendo un par de días, pero ahora me siento mejor. Por eso estoy aquí. Estoy aquí para jugar y tratar de hacer el mejor resultado posible. Si no creyera que puede suceder, probablemente no estaría aquí”.

Nadal, que cumplirá 36 años el 3 del mes próximo, habló sobre sus posibilidades de ir en busca de una 14ª corona en París. “Mi verdadero objetivo es entrenarme bien, ponerme en una posición para ser competitivo desde la primera ronda, y luego veremos qué puede pasar. Los resultados dicen que no soy el máximo favorito, pero es algo que nunca me preocupó mucho. Estamos en un Grand Slam y nunca se sabe. Pueden ocurrir muchas cosas antes de llegar a los partidos”. Puede que Nadal no se considere gran candidato, pero sus 13 títulos previos aquí, su fabuloso récord de 105 triunfos y apenas 3 derrotas en el Bois de Boulogne le abren un crédito inmenso, aun cuando por el mismo lado de la llave asoman sus dos principales retadores. Carlos Alcaraz, por un lado; Novak Djokovic, por el otro. Los tres, por si hacía falta, van por la parte alta de un cuadro volcánico, que promete muchas emociones en la segunda semana.

Es mayo en París, y un joven revoluciona el universo de las raquetas. Charly Alcaraz irrumpió en los últimos meses con la fuerza de un tifón, y con 19 años recién cumplidos se ha ganado un lugar entre los 10 mejores del mundo. Como un déjà vu, el tiempo trae la memoria de un Nadal 2005; español, casi adolescente, colosal en lo físico, imperial en la mentalidad ganadora. Esas son las similitudes; luego, aparecen los matices distintivos. Aquel Nadal primerizo derrochaba esfuerzo en defensa, capaz de traer una, dos, tres pelotas más hasta desquiciar a su rival; Alcaraz se planta mucho más cerca de la base y su esquema es bastante más agresivo y dominante. El joven murciano no tiene la rosca inigualable que Rafa le imprimió a su drive zurdo, pero ofrece intensidad, decisiones inteligentes y una consistencia formidable en un jugador de su edad, que parece absorber a la velocidad de la luz cada lección de su maestro Juan Carlos Ferrero.

Novak Djokovic y un ball boy como compañero de dobles, durante el Kids Day sabatino en el court central
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Novak Djokovic y un ball boy como compañero de dobles, durante el Kids Day sabatino en el court central (afp /)

En el horizonte asoma Djokovic, el tercer candidato. Incluso en una temporada atípica, marginado de varios torneos, no por lesión sino por la decisión de no vacunarse contra el Covid. El serbio ha mantenido esa convicción personal, a despecho de perderse varios torneos importantes, en los que se le negó el acceso. Pero París le abrió las puertas, y el número 1 del mundo conoce el camino: fue campeón aquí en 2016 y 2021. Su gira en canchas lentas fue de menor a mayor: naufragó en su debut en Montecarlo, luego perdió la final en su Belgrado natal, no pudo con Alcaraz en las semifinales de Madrid y recuperó las buenas sensaciones con el título del Masters 1000 de Roma, sin ceder sets. Según el sorteo del jueves, Djokovic jugaría en unos posibles cuartos de final contra Nadal y en unas hipotéticas semifinales ante Alcaraz. Es un cuadro más que complejo, pero el balcánico adora esa clase de retos. Y en esa batalla por ser el mejor de todos, ¿qué mejor que arrebatarle Roland Garros a Nadal para cobrarse la victoria de Rafa en Melbourne? Ya le ha ganado dos veces aquí, lo cual no significa que sea sencillo. Pero Nole se anima: “Creo en mis capacidades para llegar lejos y luchar por uno de los trofeos más prestigiosos del tenis. Todavía más como defender el título, creo que puedo volver a conseguirlo. Hay muchos jugadores que quieren ganar este trofeo, soy totalmente consciente”. El número 1 cree en sí mismo porque tiene con qué creer.

¿Hay lugar para alguien más? ¿Y si es la hora de Stefanos Tsitsipas? Hace rato que el griego tiene excelentes resultados sobre polvo de ladrillo y da la impresión de que sólo le falta dar un último salto, un paso más. El año pasado perdió ajustadamente en cinco sets la final contra Djokovic. Este año obtuvo el Masters 1000 de Montecarlo, fue semifinalista en Madrid y finalista en Roma. Viene por el tercer cuarto de la llave, algo más aliviado –en principio- que los otros candidatos. También está cerca Alexander Zverev, aunque al alemán le tocó el camino más sinuoso, con la chance de medirse con Alcaraz en los cuartos de final como primer examen de rigor; en semis, contra Nadal o Djokovic, posiblemente. Y hay, claro, decenas de ilusiones en danza: los que buscan llegar lejos, los que imaginan un gran golpe, los que se conforman con ser parte de esta fiesta de la terre battue que empieza a teñirlo todo de naranja en la siempre radiante Ville Lumière.

Novak Djokovic y una invitada durante la exhibición benéfica en la previa de Roland Garros
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Novak Djokovic y una invitada durante la exhibición benéfica en la previa de Roland Garros (afp /)

Tres argentinos en la primera jornada

Este Roland Garros 2022 tendrá una buena presencia argentina, con 11 participantes en el cuadro principal, entre los siete que ingresaron de manera directa, los dos que pasaron la clasificación, y los dos restantes que accedieron como lucky losers (perdedores afortunados). Es el mejor número desde los 15 que jugaron en 2009 (13 varones y 2 mujeres).

Tres de ellos entrarán en acción este domingo. En el segundo turno del court 6, Diego Schwartzman, que parte como 15º favorito, se medirá con el ruso Andrey Kuznetsov, 227º del mundo e ingresado desde la qualy. Al Peque le tocó un costado riesgoso del cuadro, con un hipotético duelo ante Novak Djokovic, o una tercera rueda ante Grigor Dimitrov. Y es un torneo en el que defiende 360 puntos de las semifinales que alcanzó en 2020, por lo que será crucial que pueda atravesar la primera semana. Luego, en el tercer cotejo de la cancha 12, Camilo Ugo Carabelli, entrado desde la qualy y debutante absoluto en Grand Slams, se medirá con otro ruso, Aslan Karatsev, y por último, pero no menos importante, Juan Ignacio Londero, que accedió al main draw como lucky loser, tendrá como adversario a uno de los grandes candidatos: Carlos Alcaraz. Ese será el cuarto duelo de la jornada en el estadio Chatrier.

Carlos Alcaraz se presentará el domingo en París ante el cordobés Londero
Clive Brunskill


Carlos Alcaraz se presentará el domingo en París ante el cordobés Londero (Clive Brunskill/)

Entre el lunes y martes se presentarán los otros ocho argentinos, con este programa: Federico Coria vs. Alex Molcan (Eslovaquia), Sebastián Báez vs. Dusan Lajovic (Serbia), Santiago Rodríguez Taverna vs. Taylor Fritz (Estados Unidos), Francisco Cerúndolo vs. Daniel Evans (Gran Bretaña), Pedro Cachin vs. Norbert Gombos (Eslovaquia), Federico Delbonis vs. Adrian Mannarino (Francia), Tomás Martín Etcheverry vs. Miomir Kecmanovic (Serbia), y Facundo Bagnis vs. Daniil Medvedev (Rusia).