Roland Garros: la final femenina, entre la revelación que conoció París y la gran candidata y número 1 del mundo

Swiatek busca su tercer título en el polvo de ladrillo de París; Muchova quiere dar una sorpresa más en Roland Garros
Swiatek busca su tercer título en el polvo de ladrillo de París; Muchova quiere dar una sorpresa más en Roland Garros - Créditos: @THOMAS SAMSON

PARIS.- “No sé qué pasó, es difícil de explicarlo”, dice Karolina Muchova, delante de miles de espectadores en el imponente Philippe Chatrier, en la entrevista habitual, ante la consulta de Mats Wilander. Desconocida para muchos, la checa, llegada a París como la número 43 del circuito femenino, sonríe sin poder creer lo que consiguió: eliminar a la bielorrusa Aryna Sabalenka, segunda del ranking, por 7-6 (7-5), 6-7 (5-7) y 7-5 , después de más de tres horas y de partido y tras salvar un match-point. Muchova vive un sueño en la Ciudad Luz. El sábado, en la finalísima, se enfrentará con Iga Swiatek. Aquí, no hubo lugar a más sorpresas: la polaca, defensora del título, superó a la última esperanza sudamericana, la brasileña Beatriz Haddad-Maia.

Muchova, a los 26 años, está a las puertas del partido más importante de su carrera. Desembarcó en París con apenas un título WTA, logrado hace mucho, en Seúl 2019. No era preclasificada ni mucho menos, y avanzó a la final como la tercera jugadora de ranking más bajo en llegar a esta instancia, después de Jelena Ostapenko (47a), en 2017), y Swiatek (54a), en 2020. Tanto la letona como la polaca se proclamaron campeonas. Habrá que esperar para ver si esta suerte de vaticinio se hace realidad, nada menos que contra la líder del circuito. En su estreno en París, la checa eliminó a Maria Sakkari, octava del circuito; en la segunda, cedió un set ante la argentina Nadia Podoroska, a la que superó por 6-3, 0-6 y 6-3.

“Mi padre (Josef Muchov) era futbolista profesional en la liga de primera división checa. Mi hermano (Filip, es arquero) y yo hacíamos muchos deportes cuando éramos niños. Cuando era pequeña jugaba todo el día al fútbol con mi familia y mis amigos… Quería ser futbolista. Después, tenía canchas a 50 metros de donde vivíamos, así que una vez tomé una raqueta y jugué bastante bien, y me quedé con eso. Hacía más deportes, pero cuando tenía unos 12 años, tuve que elegir y fue el tenis sobre el handball. Siempre estaba en mi cabeza la idea de que iba a jugar al tenis, nunca tuve un plan B si las cosas no me hubieran salido”, contó Muchova tiempo atrás sobre sus comienzos.

El impacto con la derecha bien adelantada de Muchova en la semifinal contra Aryna Sabalenka
El impacto con la derecha bien adelantada de Muchova en la semifinal contra Aryna Sabalenka - Créditos: @EMMANUEL DUNAND

Sabalenka, la campeona del Abierto de Australia, podía llegar a ser la número 1 del ranking si conseguía el título en París. Pero ese sueño se le escurrió entre los dedos. La bielorrusa no supo, o no pudo, aprovechar su momento: estuvo 5-2 y 40-30 en el tercer set, pero perdió. La número 2 se desmoronó, cedió cinco games consecutivos. ”No sé muy bien qué pasó”, dijo minutos después Muchova, radiante. “El ambiente del estadio, la gente empujándome durante todo el partido. Seguí luchando y me fue bien. Estoy muy contenta”, agregó la jugadora checa, que nunca había ido más allá de una tercera ronda en la terre battue parisina.

Muchova empleó variedad de golpes y recursos defensivos para contrarrestar los misiles de Sabalenka, en un duelo parejo, intenso desde el comienzo. Acertó primero la checa, que tomó el set inaugural en el tie-break. Creció Sabalenka en el segundo, en el que dejó en claro su condición de favorita para alargar la semifinal. La bielorrusa tomó ventaja en el tercero, hasta adelantarse 5-2.

La alegría de Karolina Muchova, después de llegar a la final de Roland Garros
La alegría de Karolina Muchova, después de llegar a la final de Roland Garros

Pero todo cambió después de ese match-point; Muchova no falló ni un golpe más, e inició una remontada espectacular, sin dar tregua con su saque, hasta quedarse con una victoria rutilante. A Sabalenka le será difícil olvidar lo ocurrido. Tiempo atrás, cierta ansiedad le costaba llenarse de doble faltas. Aquí tenía controlado un duelo de alta intensidad, pero cayó presa de los nervios; tanto, que cedió 20 de los últimos 24 puntos.

“Ahora mismo me encuentro agotada mentalmente, pero creo que solo es porque perdí, es muy difícil para mí perder de esa manera. Creo que es normal sentirse agobiada en algún momento en estos torneos, donde no paras de jugar, además sobre polvo de ladrillo. Siempre salen partidos muy físicos, así que durante los próximos días estaré de fiesta”, expresó Sabalenka, y generó sonrisas ante la prensa, en una señal de que tomó de buena manera la derrota. “Lo que haré será descansar, recuperarme y luego volver a entrenarme”, aclaró de inmediato. En su análisis, contó: “Fue un partido duro, ella ha jugado un tenis increíble, yo tuve muchas oportunidades, pero no pude aprovecharlas. Estoy muy decepcionada, es una derrota dura, sí, pero estoy bien. No creo que haya sentido presión extra; me sentí bien en la cancha, pero no pude aprovechar las oportunidades. Esto me hará más fuerte”.

La derecha a la carrera de Iga Swiatek; la polaca necesitó esforzarse para doblegar a la brasileña Beatriz Haddad Maia
La derecha a la carrera de Iga Swiatek; la polaca necesitó esforzarse para doblegar a la brasileña Beatriz Haddad Maia - Créditos: @Jean-Francois Badias

Más tarde, Swiatek derrotó a la brasileña Beatriz Haddad Maia por 6-2 y 7-6 (9-7). La número 1 del mundo la pasó mal en el segundo set, pero en el tie-break sacó a relucir sus mejores golpes para evitar otra sorpresa. La polaca, que levantó la Copa Suzanne Lenglen el año pasado y en 2020, conservará así el primer puesto del ranking WTA. Swiatek empezó cada set cediendo su saque, pero en ambos se recuperó para ratificar su dominio en París; ni siquiera se alteró con el set-point que debió salvar en el segundo set. Con esa convicción, la polaca consolidó el pase a una nueva final grande.

Haddad Maia, de 27 años, nunca había llegado tan lejos en un Grand Slam. Venía de varios partidos extensos para remontar ante Sara Sorribes y a Ons Jabeur en los cuartos de final. Pero no dio muestras de cansancio, y le plantó cara en todo momento a una Swiatek poco acostumbrada a que le jueguen de igual a igual. Tras ganar Roland Garros en 2020 y 2022, Swiatek jugará el sábado por su tercer trofeo. Haddad Maia dejó París como la primera brasileña en pisar las semifinales de un Grand Slam desde Maria Esther Bueno, en el US Open 1968.