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Roglic da un golpe en la mesa ante Evenepoel

Tortosa (Tarragona), 24 mar (EFE).- El esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma) logró un triunfo épico en Lo Port (Tarragona) en otro final en alto que se volvió a jugar con Remco Evenepoel (Quick-Step), quien se quedó a seis segundos de su gran rival en unos últimos metros infernales en los que al campeón del mundo le fallaron las fuerzas.

Así, Roglic se mantiene como líder de la Volta a Catalunya tras esta quinta etapa y, además, coge 10 segundos de margen respecto el segundo clasificado, Evenepoel. Tercero en la etapa fue el portugués Joao Almeida (UAE Team Emirates), que llegó a 12 segundos del esloveno y también se pone tercero en la general a 1 minuto y 12 segundos de la estrella del Jumbo-Visma.

A pesar de finalizar cuarto en la etapa, el español Marc Soler enmarcó su nombre en Lo Port. El ciclista de 29 años se engrandeció y repitió la jugada de 2017, la última vez que se subió. Entonces llevó en volandas a su compañero Alejandro Valverde para que ganara la etapa. Esta vez, trabajó de forma magistral para Almeida, pero al portugués le fallaron las piernas al final.

Lo Port ha sido el nombre más repetido de esta Volta desde que se conoció cuál sería el recorrido. El imponente puerto de les Terres de l’Ebre se convirtió en el probable autor del giro de guion de esta edición. Y lo fue. Los 9,4 kilómetros de este gigante con rampas máximas del 20% estaban destinados a dejar huella en esta prueba.

Ya sucedió así en 2017. Entonces se impuso Valverde gracias a un demoledor ataque a falta de poco más de un kilómetro para el final que no pudieron sostener Alberto Contador y Chris Froome. El exciclista de Las Lumbreras acabaría subiendo al cajón más alto del podio en Barcelona.

El primero en intentar formar una escapada este viernes fue el etíope Tsgabu Grmay (Team Jayco). Lo probó en la subida del Alt de Bot, de tercera categoría, y le siguieron la rueda el líder de la montaña, el francés Guillaume Martin (Cofidis) y el británico Ethan Hayter (INEOS). En la cima, ubicada a 148 kilómetros de la llegada, la diferencia con el gran grupo era de 1 minuto y 15 segundos.

El pelotón, liderado entonces por el Jumbo-Visma de Roglic, dio por buena la escapada y poco más de 10 kilómetros después, tras el paso por la localidad de Gandesa, el margen ya se había ensanchado hasta los 4 minutos y los 45 segundos, la máxima diferencia que logró la fuga.

A partir de entonces, el pelotón lo pasó a liderar el Quick-Step de Evenepoel, insatisfecho con la permisividad del Jumbo-Visma. La voracidad del campeón del mundo apuntaba a la victoria de etapa y dos integrantes de la fuga, Martin y Hayter, decidieron tirar la toalla ante los acontecimientos.

Mientras tanto, por detrás hubo nuevos ataques y Martin recapacitó y se unió a ellos para volver a contactar con Grmay. Pero, una vez asegurados los puntos de la clasificación de la montaña al pasar el primero por la cima del Coll de Som, de tercera categoría, el francés otra vez se dejó ir.

Así, la fuga quedó finalmente formada, además de por Grmay, por cinco ciclistas españoles: tres integrantes del equipo Kern Pharma -Pablo Castrillo, José Félix Parra y Héctor Carretero- y Julen Amezqueta (Caja Rural) e Ibai Azurmendi (Euskaltel).

Los aventureros llegaron al comienzo de Lo Port con poco más de un minuto de margen y su destino sentenciado. El último superviviente fue Grmay, cazado a 6,5 kilómetros de la meta con el Quick-Step marcando el ritmo de los elegidos.

El esperado ataque de Evenepoel fue a 4,5 kilómetros de la meta y Roglic lo siguió sin problemas. La sorpresa fue que consiguió unirse Soler. Otros favoritos como el italiano Giulio Ciccone (Trek-Segafredo), el español Mikel Landa (Bahrain Victorious) y el portugués Almeida no les pudieron seguir el ritmo.

Pero Almeida reaccionó a tiempo y consiguió reengancharse al trío cabecero. Al llegar el líder del UAE Team Emirates en la Volta, Soler se puso a trabajar para él. El español, tras un enorme esfuerzo tirando, cedió a menos de un kilómetro.

La batalla fue entre tres. Primero lo intentó Almeida y después Roglic. Las dos veces Evenepoel respondió a la perfección. El tercero en probarlo fue él mismo y tan solo el esloveno le siguió la rueda. Parecía que el campeón del mundo era quien acabaría llevándose la etapa, pero el contraataque de Roglic dejó clavado a Evenepoel en los últimos 50 metros, en los que le sacó seis segundos.

La etapa de mañana sábado, con salida en Martorell (Barcelona), estaba previsto que fuera un rompepiernas que pudiera dar alguna sorpresa inesperada, como sucedió con la épica escapada que protagonizaron Sergio Higuita y Richard Carapaz el año pasado entre Salou y Cambrils. Pero ha habido un cambio de última hora en el recorrido que la ha convertido en un caramelo para los velocistas.

La organización informó que, por motivos de seguridad, no se pasará por el Alt de Fontpineda, de tercera categoría y con la cima puesta a 13,5 kilómetros del final de la etapa en Molins de Rei (Barcelona). Los comisarios consideraron que tanto la entrada al puerto como la bajada entrañaban demasiado peligro.

Sergi Escudero

(c) Agencia EFE