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Roger Milla se convirtió en un icono de los Mundiales por una llamada inesperada

Roger Milla celebra un gol contra Colombia en Italia 90. Foto: Bongarts/Getty Images.
Roger Milla celebra un gol contra Colombia en Italia 90. Foto: Bongarts/Getty Images.

El Mundial de Italia '90 supuso un antes y un después en la carrera de Roger Milla. Anotó cuatro goles, lideró a la selección de Camerún a los cuartos de final y se convirtió en una de las sensaciones del torneo. Sin embargo, pocos saben que el delantero camerunés había puesto fin a su carrera como futbolista profesional un año antes.

Después de haber disputado el Mundial de España con Camerún y de haber pasado por equipos como Valenciannes, Mónaco, Bastia,Saint-Étienne y Montpellier en Francia, donde convirtió más de doscientos goles, Roger Milla decidió retirarse en 1989 e instalarse en Reunión, una isla paradisíaca ubicada cerca de Madagascar que forma parte de la República Francesa. Tenía 37 años. Su vida transcurría sin sobresaltos hasta que un día recibió la llamada que cambiaría su vida para siempre. Paul Biya, por aquel entonces y todavía hoy presidente de Camerún, lo telefoneó para pedirle que abandone el retiro, regrese al fútbol y forme parte de la selección de su país durante el Mundial de Italia. Se necesitaba a alguien con su trayectoria para guiar a un grupo de jugadores que carecía de experiencia en este tipo de competiciones. Roger Milla no dudó y aceptó el desafío.

Fue la mejor decisión que tomó en su vida. Si bien Roger Milla arrancó el torneo como suplente, marcó cuatro goles y se convirtió en el goleador de su equipo y en una de las figuras del Mundial. En la prórroga del partido de octavos de final entre Camerún y Colombia disputado en el San Paolo de Nápoles, protagonizó uno de los grandes momentos de aquella Copa. René Higuita, guardameta de la selección colombiana, controló el balón fuera del área e intentó avanzar esquivando rivales, pero Roger Milla se lo robó y, a puerta vacía, convirtió el gol que clasificó a su equipo a la siguiente ronda. Su celebración, bailando junto al banderín del córner, es una de las más icónicas de la historia de los Mundiales y del fútbol.

La cita mundialista podría haber supuesto el broche de oro a una carrera a la altura de uno de los mejores futbolistas de la historia del fútbol africano. Sin embargo, Roger Milla regresó a su país y fichó por el Tonnerre Yaoundé. Allí, según Wikipedia, disputó 116 partidos y anotó 111 goles entre 1990 y 1994. Nada mal para un jugador que se había retirado cinco años antes. En la previa del Mundial de Estados Unidos, recibió un nuevo llamado del presidente de Camerún para pedirle que dispute el torneo. Roger Milla no dudó y aceptó el desafío.

Fue la segunda mejor decisión que tomó en su vida. Aunque al combinado camerunés no le fue nada bien y quedó eliminado en la primera fase, Roger Milla entró en la historia grande de la Copa. En el partido entre Rusia y Camerún disputado en el Stanford Stadium de San Francisco, el mismo en el que Oleg Salenko anotó cinco goles, Roger Milla, a los 42 años y 39 días, se convirtió en el futbolista más veterano en marcar un gol en el torneo superando el registro de Gunar Gren, delantero sueco que en las semifinales del Mundial de 1958 lo había hecho a los 37 años y 236 días.

Después del Mundial de Estados Unidos le quedó tiempo para jugar dos años en equipos de la liga indonesa antes de poner, ahora sí, fin a su dilatada carrera en 1996. En 1998, con Camerún clasificado al Mundial de Francia y Roger Milla disfrutando de un nuevo y merecido retiro, el teléfono... no. El teléfono no sonó. A nuestro protagonista, lamentablemente, no le quedó más remedio que ver el torneo por televisión.

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