Roger Martínez, el futbolista de a ratos que se va del América sin pena ni gloria

Roger Martínez no renovó su contrato con America y saldrá del equipo (Foto de: Cesar Gomez/Jam Media/Getty Images)
Roger Martínez no renovó su contrato con America y saldrá del equipo (Foto de: Cesar Gomez/Jam Media/Getty Images)

Roger Martínez se va de Coapa con más críticas que buenos recuerdos. El futbolista colombiano bien pudo haberse convertido en lo que quisiera portando la camiseta del América, tiene habilidad, potencia en sus disparos, potencia e inteligencia para deshacerse de los futbolistas contrarios. En un momento, Miguel Herrera llegó a destacar que reclutadores de Europa llegaron a mencionarle que Roger era el mejor futbolista colombiano de ese momento. Sin embargo, para poder brillar y trascender en el América, el estar equilibrado mentalmente también es clave. De acuerdo con Herrera, ese fue uno de los puntos que privan al colombiano para regresar al viejo continente.

Roger finaliza su contrato con el América, el conjunto americanista decidió no renovarlo por sus constantes altibajos que presentó durante cinco años y que terminaron por colmar la paciencia de los mismos aficionados azulcremas. Durante ese mismo periodo, los fanáticos de las Águilas se cansaron de darle oportunidades al por menor, si en un fin de semana había hecho todas las cosas mal, para el siguiente partido la rompía con jugadas de bandera y el americanismo se lo aplaudía. Durante un lustro, con su estilo y talento nato, Roger logró mantener a flote que la afición lo pidiera en el campo. Pero en el último año de contrato, su relación con la afición se fue resquebrajando.

A su llegada con el América, Roger fue comparado incluso con Salvador Cabañas, el paraguayo que se incrustó en la memoria de los azulcremas con destacadas actuaciones. Apenas en sus primeros partidos brilló al anotar un tanto a Monterrey en un encuentro que terminó 3-0. Miguel Herrera comenzó a echar mano de él, pero las lesiones comenzaron a privarlo de tener más participación con el equipo. En su primera temporada jugó 40 partidos y anotó en 14 ocasiones, asistió tres veces y se convirtió en campeón del Apertura 2018.

Pero cuando se trata de mirar su balance general, el atacante ofensivo quedó a deber. En 162 partidos jugados bajo la casaca del América, apenas y pudo anotar en 35 ocasiones. A pesar de ello, el artillero cafetalero sintió haber dejado una huella positiva dentro del club.

“Fueron cinco años de estar en este lindo club, creo que el balance fue positivo en todo sentido. Los primeros tres, compartí un grupo extraordinario, donde pude aportar bastante en los tres títulos que ganamos. Es cierto que tuve altos y bajos, pero es algo normal, sobre todo en una institución que te demanda tanto. Estoy muy agradecido con los hinchas, compañeros, entrenadores y directivos”, comentó en una entrevista para el medio Súper Deportivo.

“Muy bonitos recuerdos. He hecho muy buenas amistades. Le agarré cariño al club y me voy como un aficionado del América. Además, tengo un hijo mexicano, es lo que me llevo de aquí. Cuando sea más grande, veremos si juega para México o Colombia”, añadió.

Martínez siempre tuvo el beneficio de la duda y terminaba por no convencer a nadie. También tuvo partidos que fueron dignos de hacerle una reseña únicamente a él sólo, sobre todo en Liguillas, donde se llegó a cargar el equipo al hombro. Como contra Pachuca en los Cuartos de Final del Guardianes 2021. Pero ni siquiera ese partido tuvo utilidad, porque Las Águilas fueron eliminadas por los Tuzos.

Para el inicio del Clausura 2020, el último torneo antes del parón por la pandemia, Martínez se encaprichó en querer irse del América, acto que repitió en un par de ocasiones para presionar a la directiva en su renovación hasta que Emilio Azcárraga puso fin a esa novela y fue separado del plantel. Finalmente lo volvieron a reintegrar luego de unas semanas, pero el precedente de jugador conflictivo quedó ahí.

Durante los cinco años que se mantuvo en el equipo, los americanistas se acostumbraron a un jugador de ratos, de chispazos, que juega cuando quiere. Eso resultó en una despedida a la cual los aficionados, dirigentes y él mismo ya querían que llegara y ahora se marcha por la puerta trasera.

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