Roger Federer fue agasajado en Wimbledon: la leyenda suiza, ocho veces campeón en la Catedral del tenis, emocionó a todos

Roger Federer en el Royal Box de la cancha central de Wimbledon: acompañado por Kate Middleton y su esposa, Mirka Vavrinec
Roger Federer en el Royal Box de la cancha central de Wimbledon: acompañado por Kate Middleton y su esposa, Mirka Vavrinec - Créditos: @Alberto Pezzali

El maestro suizo volvió al sitio en el que se desempeñó como nadie e hizo erizar la piel de los presentes en el court central de Wimbledon. Roger Federer , probablemente el mejor embajador de la historia del tenis y uno de los artistas más elegantes, regresó al All England, donde fue ocho veces campeón, una cifra -hasta el momento- inédita (Novak Djokovic, con siete trofeos, busca igualarlo). El torneo más prestigioso del circuito lo invitó al Royal Box y el exjugador suizo, acompañado por muchos de sus familiares más cercanos, recibió una ovación inolvidable que tronó todavía más fuerte en el lugar ya que la acústica se potenció debido a que el techo retráctil estaba cerrado por la lluvia.

Roger Federer en el palco real de Wimbledon, besando a su mujer Mirka y aplaudido por todos, incluso por la princesa Kate Middleton
Roger Federer en el palco real de Wimbledon, besando a su mujer Mirka y aplaudido por todos, incluso por la princesa Kate Middleton - Créditos: @ADRIAN DENNIS

“¡Señoras y señores, Roger Federer!”, anunció un locutor en el centre court y el ganador de veinte trofeos de Grand Slam, retirado oficialmente en septiembre del año pasado (en la Laver Cup), entró en la Catedral del tenis impecablemente vestido, con un traje beige, camisa a rayas y corbata. Miles de personas lo ovacionaron durante minutos. El gran Roger, emocionado, agradeció el gesto y se sentó junto a su esposa (Mirka Vavrinec) y a la princesa de Gales, Kate Middleton, que ya habían llegado antes para ver un pequeño video sobre las hazañas del suizo en el césped londinense (también estaban sus padres, Robert y Lynette Durand). Tras el homenaje, fue el momento del juego: entraron en la cancha para jugar la vigente campeona, Elena Rybakina, y la estadounidense Shelby Rogers (la kazaja se terminó imponiendo por 4-6, 6-1 y 6-2, en una hora y 43 minutos).

Más tarde, Federer volvió al palco real para ver el partido de Andy Murray ante Ryan Peniston. El escocés, contemporáneo de Roger y uno de los integrantes del fabuloso Big 4 (completado por Djokovic y Rafael Nadal), triunfó por 6-3, 6-0 y 6-1. Después del partido, todavía en la cancha central, Murray se refirió a la presencia del suizo: “Es genial tener a la realeza en el palco (por Kate Middleton) y a la realeza del tenis. La última vez que estuvo acá viendo un partido mío fue en los Juegos Olímpicos de Londres (2012): yo estaba jugando contra (Stan) Wawrinka y él estaba en su box, así que iba en contra mía. Espero que hoy me haya alentado (sonríe). Ojalá que le esté yendo bien, también a Mirka y a tus padres”. Roger y Andy se enfrentaron 25 veces entre 2005 y 2015, con catorce éxitos del suizo.

El estético juego de Federer se adaptó al césped de Wimbledon a la perfección. Conquistó el título en 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2009, 2012 y 2017, y perdió las finales de 2008, 2014, 2015 y 2019, esta última ante Djokovic, tras desaprovechar dos match points con su servicio. El juego y la disciplina de Federer lo convirtieron en la principal referencia del público británico que asistía a Wimbledon, que hasta lo ovacionaba cuando jugaba con un ídolo local como Andy Murray. Claro que la historia de amor entre el Grand Slam británico y Roger comenzó en 1998, cuando ganó el título en la categoría junior (un año después, siendo el 103° del mundo, debutó en el cuadro principal).

Roger Federer besando el trofeo de Wimbledon en 2017, la última vez que se coronó en el Grand Slam británico
Roger Federer besando el trofeo de Wimbledon en 2017, la última vez que se coronó en el Grand Slam británico - Créditos: @GLYN KIRK

Fue en Wimbledon donde Federer también jugó su último partido oficial. Fue el 7 de julio de 2021, en los cuartos de final: perdió frente al polaco Hubert Hurkacz por 6-3, 7-6 (7-4) y 6-0. Tras aquel partido y al ver a Federer con ciertas dificultades en los desplazamientos, muchos amantes del arte de las raquetas (y sobre todo del helvético) temían lo que finalmente sucedió. El suizo no volvió a competir en el circuito. Una lesión en la rodilla derecha no le permitió volver a jugar como pretendía.

El julio pasado, con motivo del centenario del centre court de Wimbledon, Federer pisó el césped más prestigioso del tour junto con varias leyendas y su presencia en Londres revolucionó a los fanáticos del tenis. Todavía no había anunciado su retiro (hecho que se conoció a mediados de septiembre). “Fui afortunado, jugué muchas veces en la cancha central. Es extraño estar en otro rol. Ver a tantos campeones en este campo, en el que gané y perdí tanto. Espero haber representado bien a este deporte. Espero poder volver a jugar aquí una vez más”, expresó el exnúmero uno del mundo aquel día festivo de julio, pero -lamentablemente- nunca más lo pudo lograr. Un año después, el gran Roger volvió a Wimbledon, pero desde otro lugar, ya sin raqueta, pero con la magia intacta.

Grandes tiros de Federer en Wimbledon

Los “celos” de Alcaraz

Mientras Federer estaba en el court central viendo a Rybakina y Rogers, en el court número 1, que también tiene techo retráctil, estaba jugando el líder del ranking, el español Carlitos Alcaraz. El murciano de 20 años derrotó, por la primera ronda, al francés Jeremy Chardy por 6-0, 6-2 y 7-5, en 1h53m. Tras el match, Carlitos se refirió a la presencia de Federer en el All England: “Tengo un poco de celos, entre comillas, de que no haya estado en mi partido. He visto que estaba por Wimbledon cuando he mirado el teléfono móvil al acabar mi partido. Recuerdo el entrenamiento de hace cuatro años con él. Estaba más tenso que en algún partido. La foto que nos hicimos al final la tengo colgada en mi habitación. No hay nadie como Roger en el césped”.