River vs. Boca: Martín Demichelis, la hora del debut como DT en un superclásico y el recuerdo cuando le hizo marca personal a Juan Román Riquelme

Martin Demichelis, como defensor de River, ante Marcelo Delgado, delantero de Boca, en un clásico disputado el 27 de octubre de 2002, en el Monumental, por el torneo Apertura
Martin Demichelis, como defensor de River, ante Marcelo Delgado, delantero de Boca, en un clásico disputado el 27 de octubre de 2002, en el Monumental, por el torneo Apertura - Créditos: @ALI BURAFI

Domingo 10 de marzo de 2002. Sexta fecha del Torneo Clausura. La Bombonera, el escenario. Héctor Baldassi, el árbitro. Óscar Washington Tabárez y Ramón Ángel Díaz, los técnicos. En una tarde lluviosa en la ciudad de Buenos Aires, River le ganó 3-0 a Boca en un partido que pasó a la historia por el golazo del misionero Ricardo Rojas para sentenciar la historia. Pero para Martín Gastón Demichelis tuvo un doble sabor especial: entró a los 22 minutos del segundo tiempo en lugar de Víctor Zapata y debutó de forma oficial en el superclásico. El Millonario ganó después de ocho años en la Ribera y la fecha pasó a la historia. A 21 años de aquel emblemático partido, Demichelis vuelve a tener otra cita que quedará en los libros. Este domingo será su primer clásico como DT. Y espera tener otra tarde soñada aunque esta vez la sede será su casa, el Monumental.

El escenario parecía ser ideal. Líder indiscutido de la Liga Profesional con 34 puntos de 42 posibles y 25 goles a favor y seis en contra, ventaja de 16 puntos sobre su máximo rival en solo 14 partidos jugados, nueve partidos en fila sin caer en el torneo local con ocho victorias y un empate y un nivel futbolístico prometedor… todo recaía en River como el gran favorito a quedarse con el clásico. Pero, la reciente derrota histórica por 5-1 con Fluminense en el Maracaná que complicó los planes en la Copa Libertadores y una visible levantada anímica y futbolística de Boca, le bajó un poco la espuma al fervor.

Martín Demichelis ante el primer superclásico como DT de River
Martín Demichelis ante el primer superclásico como DT de River - Créditos: @Bruna Prado

Sin embargo, Demichelis trabajó toda la semana para que el plantel no sufra el golpe. Hubo una fuerte autocrítica colectiva, el DT se hizo cargo de sus errores y todo el cuerpo técnico bajó un claro mensaje: es el momento de pasar la página rápido para no aflojar y nada mejor que tener el superclásico este domingo para demostrar todo lo que puede dar el equipo. “Hay que jugar con la sangre en el ojo. Y cuanto antes”, se repite en la intimidad del mundo River.

“Hay que dar vuelta la página rápido, esto duele, tengo jugadores que ganaron muchos títulos, líderes. Hay que asumir el dolor y todo lo mal que se hizo en 20 minutos, hubo desatenciones importantes, que no deberíamos haber cometido. Pero se viene el superclásico, la gente va a colmar el estadio y le vamos a dedicar un buen partido”, dijo Demichelis en conferencia de prensa tras la caída en Brasil.

Martín Demichelis encabeza el cuerpo técnico de River que también integran Javier Pinola y Germán Lux
Martín Demichelis encabeza el cuerpo técnico de River que también integran Javier Pinola y Germán Lux - Créditos: @Prensa River

Es que el DT sabe de qué se tratan estos partidos: entre duelos amistosos y oficiales, jugó siete veces contra Boca durante su ciclo en River entre 2001 y 2003 y registró tres triunfos, tres empates y una caída. Y su primer contacto en el superclásico le dejó una recordada historia con el actual vicepresidente xeneize Juan Román Riquelme. El 30 de enero de 2002, en el triunfo millonario en Córdoba por 1-0 con gol de Fernando Cavenaghi, el técnico Ramón Díaz puso a Martín Demichelis a los 23 minutos del segundo tiempo en lugar de Guillermo Pereyra. ¿Su función? Lo ubicó de volante central y le pidió una tarea específica: hacerle marca personal al número 10 de Boca.

“Tengo dos debuts grabados. Uno, en el Monumental, el 2/9/2001, contra Estudiantes. Ganamos 3-0 con dos goles de Cambiasso y entré en el segundo tiempo. El otro fue un amistoso contra Boca en Córdoba, que ganamos por 1-0. Ramón había mandado a Guille Pereyra a seguir a Riquelme por toda la cancha, y él lo hizo muy bien, pero lo amonestaron y entré a reemplazarlo”, contó hace algunos años en LA NACION. “Me dijo: ‘olvidate de la pelota, seguí a Riquelme a todos lados’. No me despegué ni un segundo; teníamos un córner nuestro y me quedaba al lado de él, afuera del área, agarrándole la camiseta, soplándole la nuca [risas]. Tres años después, en una de mis primeras convocatorias a la selección, me invitaron a tomar mate a la pieza de Riquelme. ‘Vení, pibe. Contales cómo fue tu debut en un superclásico’, dijo [risas]. Román tiene una computadora en su cabeza, se acuerda de todo”.

Riquelme trata de dejar atrás la marca de Pereyra; River gritó más fuerte en Córdoba
Riquelme trata de dejar atrás la marca de Guillermo Pereyra; en este clásico de 2001 luego ingresó Demichelis por Pereyra para seguir haciéndole marca personal al 10 de Boca

Después de aquel amistoso en enero en Córdoba y del triunfo 3-0 en la Bombonera, Demichelis jugó otros cinco superclásicos. Dos fueron oficiales con Manuel Pellegrini de entrenador: completó los 90′ en la caída por 2-1 del 27 de octubre de 2002 en el Monumental por el torneo Apertura; y fue expulsado por doble amarilla a los 36′ del primer tiempo en el empate 2-2 del 1° de junio de 2003 en la Bombonera. Y otros tres fueron amistosos: triunfo 2-1 en Miami el 15 de junio de 2002 y dos sendos empates con caída por penales. El primero fue un 0-0 el 25 de enero de 2003 en Mar del Plata en el que jugó los 90′ y estrelló su penal en el palo con la cinta de capitán en el brazo; y el segundo fue un 3-3 el 7 de febrero de 2003 en Mendoza en el que también completó los 90′.

Tras sus 70 partidos y tres goles como jugador y sus primeros 19 juegos como entrenador, Demichelis vuelve a cruzarse con Boca. Por su memoria vuelan los años que vivió en inferiores, en la pensión, en las aulas del Instituto y hasta en el departamento de prensa como colaborador hasta llegar a ser profesional. Hoy la historia lo deposita en el banco de suplentes del club de sus amores para afrontar un duelo que todos quieren vivir. Y que deja huellas como ningún otro.