River sufrió la primera frustración de la era Demichelis ante un rival que tiene la receta para desdibujarle la sonrisa

La definición de Rodrigo Garro se estrellará en un poste, cuando River la pasaba mal por la presión de Talleres, finalmente vencedor por la Copa Argentina; el estratego de la T le hizo tres goles en los últimos dos partidos al cuadro millonario.
La definición de Rodrigo Garro se estrellará en un poste, cuando River la pasaba mal por la presión de Talleres, finalmente vencedor por la Copa Argentina; el estratego de la T le hizo tres goles en los últimos dos partidos al cuadro millonario. - Créditos: @LA NACION/Marcelo Aguilar

De estilos similares, con el control del campo, la posesión de la pelota y la presión como bandera, marcaron el pulso en la Liga Profesional de Fútbol (LPF). Sin modificar el libreto se midieron en Mendoza por los dieciseisavos de final de la Copa Argentina y, como en el campeonato semanal, Talleres descubrió los mecanismos para imponer condiciones y presentarse como la bestia negra de River en el ciclo de Martín Demichelis. El 1-0 se sumó al 2-1 en la LPF y convirtió al conjunto cordobés en el único rival que doblegó dos veces al millonario en 2023. Ahora la T espera al ganador de la llave entre Colón y Lanús, mientras para River es momento de enfocarse en la Copa Libertadores.

Cómo reaccionaría River tras los festejos por la conquista de la Liga Profesional fue un interrogante que los referentes intentaron despejar un puñado de horas después de la celebración. “Festejamos un ratito y ya estamos pensando en el partido del jueves”, apuntó Ignacio Fernández antes del cruce con Talleres. El entrenador Demichelis no dispuso la formación de gala y hubo ausencias en la defensa: sin Milton Casco y Leandro González Pirez, Andrés Herrera y Robert Rojas tomaron las plazas.

El cheque simbólico por el premio económico que recibió Talleres en Mendoza, tras eliminar de la Copa Argentina a River; en octavos de final, la T se medirá con el ganador de Colón vs. Lanús.
El cheque simbólico por el premio económico que recibió Talleres en Mendoza, tras eliminar de la Copa Argentina a River; en octavos de final, la T se medirá con el ganador de Colón vs. Lanús. - Créditos: @LA NACION/Marcelo Aguilar

La jerarquía y los antecedentes del adversario eran una prueba para el ciclo, que pretendía tomarse un desquite: la T es uno de los cuatro equipos (Belgrano, Arsenal y Barracas Central, los otros) que superaron al campeón en la Liga. Aquella noche cordobesa, la decisión de no alistar a Rodrigo Aliendro resultó –con el 1-2 y el desarrollo adverso– un llamado de atención para el director técnico, que por entonces era observado con lupa por los hinchas. El recorrido final cambió las interpelaciones por ovaciones y reconocimiento.

El cuadro cordobés fue finalista de Copa Argentina en las últimas dos temporadas, pero el trofeo le resultó esquivo. Boca y Patronato resultaron las barreras no superadas. La disponibilidad del arquero y capitán Guido Herrera –ante Chacarita, en los 32os de final, había atajado Alan Aguerre– y la ausencia del artillero Michael Santos –sobrecarga muscular– obligaron a movimientos al director técnico Javier Gandolfi, que había aparecido en los planes de River para ser ayudante de Demichelis. No fue casualidad el afectuoso saludo entre los conductores en Mendoza.

Compacto de Talleres 1 vs. River 0

El juego en el estadio Malvinas Argentinas se ajustó a los antecedentes de dos equipos que privilegian los movimientos ofensivos, la dinámica. Un tiro libre que terminó en gol pero fue anulado por posición adelantada de Gastón Benavídez– y una presión asfixiante –al igual que en aquel partido en el estadio Mario Kempes por la Liga– preocuparon a River en el inicio. Sin el uruguayo Santos, la T no poseyó un faro de área: el reemplazante, Nahuel Bustos, actuó como falso Nº 9, con Rodrigo Garro como socio por la zona central; Diego Valoyes y Ramón Sosa ocuparon las bandas, con el detalle que retrocedían poco ante los defensores laterales rivales.

River no se despojó de su libreto, aunque se incomodó sin la tenencia de la pelota y por la dinámica cordobesa. Con Ulises Ortegoza y Rodrigo Villagra como estandartes para adelantar y retrasar las líneas, Talleres dominó las acciones. Franco Armani –con brillantez frente a Sosa y respuestas contra los remates de media distancia– y un poste ante una definición de Garro fueron reflejo de una mejor imagen albiazul, frente a apenas pinceladas de los millonarios.

Nacho Fernández escapa de Juan Portillo; el volante de River mostró altibajos, pero generó una de las mejores situaciones de riesgo.
Nacho Fernández escapa de Juan Portillo; el volante de River mostró altibajos, pero generó una de las mejores situaciones de riesgo. - Créditos: @LA NACION/Marcelo Aguilar

Martilló tanto la T que Garro rompió el dique: recogió un rebote corto de Enzo Díaz, en una jugada en la que la pelota cruzó un par de veces el área, y anotó por tercera vez contra River en dos partidos. El gol desató el nudo del resultado. El uruguayo Nicolás De la Cruz iluminó al equipo vestido de rojo en el tramo final del primer tiempo y Herrera le ahogó a puro reflejo el gol a Aliendro, que apareció como delantero central.

Enzo Pérez y Rodrigo Villagra, en una pulseada en la que el volante de Talleres impuso condiciones durante todo el partido; el tándem del rosarino con Ulises Ortegoza marcó diferencias.
Enzo Pérez y Rodrigo Villagra, en una pulseada en la que el volante de Talleres impuso condiciones durante todo el partido; el tándem del rosarino con Ulises Ortegoza marcó diferencias. - Créditos: @LA NACION/Marcelo Aguilar

En desventaja, River se estableció en campo ajeno y jugó a cara o cruz. No tuvo la frescura ni la precisión que hizo que se adueñara de la LPF tres fechas antes del desenlace. Dispuso de oportunidades (un remate de Nacho Fernández para empatar fue la más peligrosa), aunque también dejó espacios en el fondo como para recibir otro estiletazo. Dos corridas de Valoyes fueron las jugadas más incisivas con las que Talleres pudo aumentar la ventaja: en la primera, el colombiano definió desviado; en la siguiente cayó en el área, aunque no existió falta del paraguayo Rojas.

La eliminación temprana de River en la Copa Argentina se ubica entre el festejo por la Liga Profesional y la serie de octavos de final por la Copa Libertadores ante Internacional, de Porto Alegre.
La eliminación temprana de River en la Copa Argentina se ubica entre el festejo por la Liga Profesional y la serie de octavos de final por la Copa Libertadores ante Internacional, de Porto Alegre. - Créditos: @LA NACION/Marcelo Aguilar

En el ida y vuelta ninguno de los dos acertó. Pero el festejo fue de Talleres, que sueña romper el hechizo en la Copa Argentina y sumar una estrella. River sufrió un tropiezo que incomoda, molesta, pero que no es un golpe devastador: cinco días atrás se consagró campeón, ahora y tiene por delante los octavos de final de la Copa Libertadores.