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Rivales que desprecian la pelota, aliados de un sueño sin medida

Messi señala a Otamendi y le agradece la "asistencia" al defensor para su gol, el que abrió el partido contra Australia
Messi señala a Otamendi y le agradece la "asistencia" al defensor para su gol, el que abrió el partido contra Australia - Créditos: @Aníbal Greco

Después de cuatro partidos, después de 360 minutos en la Copa del Mundo, la Argentina todavía no se enfrentó con un adversario que, al menos, juegue 20 metros más adelante de su área grande. La audacia de Arabia Saudita duró un suspiro, y generó un tsunami. México resultó una sombra y Polonia un somnífero. Australia: un torpe partenaire. Ni un oponente al que le interese la pelota. Nada. Manso rebaño de sometidos. Una cadena de cuatro eslabones mediocres. Sólo un rebote puso en partido a Australia y el nerviosismo se apoderó del área de ‘Dibu’ Martínez en el final. No tenía lógica ni sentido, pero en un Mundial ‘patas para arriba’, de repente todo entra en tensión. Sirvió para decorar de cierta épica al desenlace. En realidad, no hubo encuentro ni equivalencias.

Desde que se realizan los mundiales con este sistema, desde México ‘86, la selección se enfrentó en los octavos de final con Uruguay (86), Brasil (90), Rumania (94), Inglaterra (98), México (2006), México (2010), Suiza (2014) y Francia (2018). Contra la Rumania de Gheorghe Hagi y los galos, hace cuatro años, perdió. El recuerdo no detecta un adversario menos pretencioso que Australia. Hasta México y Suiza llevaron a la Argentina hasta tiempos suplementarios. Pero no es culpa de la actual selección, claro. En el Mundial no hay que derrotar a todos, sino a los siete que propone el fixture.

La plenitud de Messi en el Ahmad Bin Ali Stadium; ya suma nueve goles en los mundiales, quedó a uno del récord de Batistuta
La plenitud de Messi en el Ahmad Bin Ali Stadium; ya suma nueve goles en los mundiales, quedó a uno del récord de Batistuta - Créditos: @Aníbal Greco

Claro que si más tiempo se puede navegar en el confort, mejor, para reservar el físico y las emociones para las instancias cruciales. La marcha de la selección está acolchonada: después de integrar un grupo que se complicó al principio por propios pecados, ahora habita del lado agradable de la llave. Por el otro sector se encuentran Francia, Inglaterra, España y Portugal.

Pero, ¿no tiene méritos la Argentina? Por supuesto: persigue al desdichado hasta que se le cae la billetera. Y se la roba. En este caso, castiga distracciones, errores en los controles, perfiles incorrectos y, fundamentalmente, el desprecio por la pelota. Los rivales de la Argentina han despreciado la pelota. Y entregársela a la Argentina es empezar a perder. Si una virtud tiene el equipo de Scaloni, desde que le volvió el alma al cuerpo en el minuto 64 del duelo contra México –gol de Lionel Messi–, es que sabe qué hacer con la pelota.

Quizás en el quinto paso por la Copa del Mundo la selección experimente el inquieto cosquilleo de toparse con un rival con alguna ambición. Quizás. Será Países Bajos, que derrotó por 3-1 a los Estados Unidos. Países Bajos, que ya no es Holanda en el sentido futbolístico de la expresión, también le cederá la iniciativa el próximo viernes. Pero es un rival con otra astucia, pragmático y acomodaticio, se desentiende de la pelota para contragolpear, o presiona para recuperar alto y hacer ancha y profunda la cancha. Cuenta con algunos pilares, como el gigante Virgil Van Dijk en el fondo, el dinámico Denzel Dumfries por la banda derecha, el cerebral Frenkie De Jong, y arriba Memphis Depay y Cody Gakpo.

'Chiquito' Romero se convierte en héroe y todos sus compañeros se lanzan a abrazarlo; fue en Brasil 2014, el último cruce entre Argentina y Holanda
'Chiquito' Romero se convierte en héroe y todos sus compañeros se lanzan a abrazarlo; fue en Brasil 2014, el último cruce entre Argentina y Holanda - Créditos: @Dean Mouhtaropoulos

Pero no se trata de los Países Bajos que en Brasil 2014, también con Louis val Gaal como entrenador, perdieron la semifinal por penales contra la Argentina y contaban con Van Persie, Sneijder, Robben y Wijnaldum. Ni la del 2006, que empató 0-0 con la Argentina de José Pekerman. En aquel equipo ‘naranja’ figuraban Rafael Van der Vaart, Sneijder, Van Nistelrooij, Van Persie y Robben. Ni la formación de Francia ‘98, que eliminó a la selección de Daniel Passarella, precisamente en los cuartos de final, con los hermanos De Boer, Edgard Davids, Bergkamp, Kluivert, Overmars y Seedorf.

Este equipo de Países Bajos no intimida, pero se presentará como la primera medida importante para la selección argentina. Encontrarse con un obstáculo serio recién en el día 19 de la Copa del Mundo… certifica la amabilidad del recorrido por Qatar.