Renunció Antonio Aracre, jefe de asesores de Alberto Fernández, en medio de una fuerte interna en el Gobierno

El exCEO de Syngenta, Antonio Aracre, es el nuevo jefe de asesores de Alberto Fernández
El exCEO de Syngenta, Antonio Aracre, es el nuevo jefe de asesores de Alberto Fernández - Créditos: @Presidencia

A menos de tres meses de asumir, el jefe de asesores del presidente, Antonio Aracre, renunció a su cargo. El funcionario dio un portazo luego de que circulara un rumor que lo ubicaba como posible reemplazo de Sergio Massa en Economía. La Casa Rosada rechazó esa versión, pero se generó un fuerte entredicho en el seno del Gobierno por el origen de la “información off the record”, según pudo saber LA NACION de fuentes al tanto de la discusión. Aracre, disgustado por todo el episodio, optó por dar un paso al costado.

En Gobierno creen que esas versiones en torno al futuro de Massa colaboraron en la disparada del precio del dólar blue hoy, que tocó los $418. A través de sus redes sociales, Aracre, exCeo de Syngenta, dijo que renunciaba justamente para evitar mayor inestabilidad cambiaria. “A raíz de los rumores que circularon desde anoche y a los efectos de desactivar cualquier operación tendiente a intranquilizar los mercados le he presentado al Presidente mi renuncia indeclinable como Jefe de Asesores de manera inmediata”, anunció en Twitter.

“Aprovecho este medio para agradecerle al Presidente por haberme honrado con este cargo y sabe que puede contar conmigo para lo que necesite”, cerró en otro posteo el funcionario que había ingreso al gabinete el 1° de febrero pasado. El funcionario saliente dejó saber -puertas adentro del Gobierno- que estaba “cansado” de que lo “operen”.

En el Ministerio de Economía hoy apuntaban que cerca del Presidente “instalaron el ruido de la salida de Massa y la entrada de Aracre” y que por eso “el mercado reaccionó”. Carlos Pagni, en Odisea Argentina, dijo el lunes: “¿Massa va a querer seguir siendo ministro de Economía de este Gobierno o se querrá ir? En la Casa de Gobierno hay gente que dice que Aracre calienta motores”.

La versión, que circuló, también fue insinuada en Twitter por Jorge Asís y difundida por el periodista de Página 12, Leandro Renou. La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, salió a responder que era un “invento periodístico”.

Cerca del empresario rechazaron que esas versiones hayan salido de él, pero cerca del Presidente no le creyeron. Como sea, hace tiempo que Massa percibe que hay información en off proveniente de la Casa Rosada que busca erosionarlo, poner de relieve los indicadores adversos de la economía y cuestionar su potencia electoral. Semanas atrás, le hizo un fuerte planteo al Presidente en ese sentido.

Detrás del culebrón de versiones cruzadas, no obstante, hubo en las últimas horas un episodio más sensible. En Economía apuntaban a Aracre por un presunto “plan antiinflacionario” que el saliente funcionario le habría presentado a Fernández para intervenir fuertemente en el área económica. Cerca de Aracre rechazaron que hubiera una “conspiración” contra Massa y dijeron que el exCeo solo “discutió ideas” económicas con el Presidente en un almuerzo el lunes.

Paso breve

Aracre se había convertido en uno de los hombres de consulta del Presidente. El jefe de Estado lo escuchaba para tener un termómetro del círculo rojo y porque valoraba su manera de defender la gestión sin las pasiones partidarias. Fernández trabaja con sus colaboradores uno a uno, de forma radial y no en una mesa colegiada.

Pero desde que desembarcó en la Casa Rosada, Aracre atravesó varios momentos de incomodidad y no es la primera vez que piensa en renunciar. En estos tres meses, mantuvo entredichos con otros laderos de Fernández por la estrategia de comunicación y debió moderar sus apariciones mediáticas por manifestar opiniones personales que le trajeron dolores de cabeza al Gobierno. Por ejemplo, cuando dijo a LA NACION que estaba abierto a impulsar una reforma laboral, que contemple “flexibilizaciones” para las nuevas contrataciones. Luego debió aclarar que Fernández no pensaba en un cambio de la legislación en ese sentido.

Aracre, un hombre de negocios que quiso dar el salto a lo público, debió superar varios escollos desde antes de ser oficializado en su cargo. El sindicalismo salió a cruzarlo por sus declaraciones sobre la “flexibilización y modernización” laboral; hubo grupos de ambientalistas que repudiaron su desembarco por su procedencia como ejecutivo de la compañía de semillas y herbicidas Syngenta e incluso se presentó una nota a la Oficina Anticorrupción por potenciales conflictos de interés por su perfil empresario.

Con su incorporación, el Presidente quiso exhibir apertura a las inversiones y refrescar su equipo, que venía de varias bajas. Pero Fernández nunca pretendió hacer mayores cambios en su gabinete. La mayoría de las salidas fueron forzadas por distintas situaciones. La de Aracre no fue la excepción.