Desde que llegó a Gremio, Luis Suárez no tuvo complicaciones para demostrar su jerarquía. Ya en su inicio como jugador del Tricolor Gaúcho, el Pistolero sacó a relucir sus dotes goleadores y ahora, al cabo de 11 partidos disputados, acumula siete goles anotados, acompañados de cuatro asistencias.

Pero el atacante uruguayo corrió con una pizca de mala fortuna en su comienzo de etapa en el fútbol brasileño. Pues, en dos oportunidades, se hizo cargo de ejecuciones desde el punto del penal y, en ambas situaciones, se encontró con la figura del arquero.

La primera ocasión sucedió en el duelo ante Ferroviário, por la Copa de Brasil, el jueves pasado, y la siguiente chance desperdiciada ocurrió apenas tres días después, contra Ypiranga, por la ida de las semifinales del Campeonato Gaúcho, en el choque que, si bien anotó, su conjunto perdió por 2-1.

Esta consecución de errores podrían resultar condenatoria y más para un centrodelantero, al que le impacta directo en su confianza. Por eso, ante esto, su entrenador, Renato Portaluppi, salió a brindarle apoyo al ex Barcelona y Atlético de Madrid.

"No porque haya fallado dos penales los va a dejar de patear. Eso es parte de mi trabajo con el grupo. Todos los jugadores practican penales durante la semana y, en ésta, más que nunca vamos a seguir entrenando y el sábado, ya veremos", contempló el entrenador, en rueda de prensa.

El nacido en Salto buscará revancha este sábado, con la necesidad de revertir la serie con Gremio frente a Ypiranga y así acceder a la final, en la que podría alzar un nuevo título antes de iniciar el Brasileirao. Será a mediados de abril cuando el cuadro tricolor comience la acción en su regreso a la máxima categoría, contra Santos.

Foto: SILVIO AVILA/AFP via Getty Images