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Renacido Kepa

Londres, 23 sep (EFE).- Viendo las imágenes de la celebración de la pasada Champions League en Oporto, nadie podría haber distinguido si el portero titular era Kepa Arrizabalaga o Edouard Mendy. Porque el meta español celebró más que nadie ese título, el más importante de su carrera, el que le integró como uno más en el Chelsea y ahora le aporta la tranquilidad necesaria para volver a ser importante en Stamford Bridge.

Tras haber perdido el puesto de titular con Mendy, Kepa ha renacido, ha aceptado su rol de suplente (por ahora) y ha demostrado estar a tono cuando la situación le requiere: portería a cero contra el Tottenham el domingo y tercera tanda de penaltis ganada con el Chelsea este miércoles.

Kepa, que ya le paró dos lanzamientos en 2018 en las semifinales de la Europa League al Eintracht de Frankfurt y salvó uno contra el Villarreal en la final de la Supercopa de Europa, se convirtió también en el héroe contra el Aston Villa en la Copa de la Liga al atajar un lanzamiento.

Su habilidad como parapenaltis surge de, en primer lugar, el minucioso estudio que hace de las dinámicas de sus rivales y también de la enorme confianza que tiene en estos momentos el portero de Ondarroa, que sabe que, en un rol distinto al de titular, ha vuelto a brillar en el Chelsea.

El punto de inflexión fue el duelo contra el Villarreal, cuando se le confió la tarea de salir en el minuto 119 para pelear en los penaltis. Al Chelsea le salió cara. Kepa hizo su trabajo y los 'Blues' levantaron el título. Una noche de gloria que respaldaba la idea del portero de seguir en Londres y no haber buscado una salida en verano.

Buena parte de la culpa la tiene la figura que ha unificado a toda la plantilla: Thomas Tuchel. El alemán se ha convertido en el pegamento que ha hecho al Chelsea pasar de ser un grupo de estrellas desperdigadas a un equipo campeón de Europa. No es casualidad el resurgimiento del español, porque también destaca cómo sacó del ostracismo a Marcos Alonso, Antonio Rudiger e incluso a un N'golo Kanté que había perdido peso en la plantilla y que ahora es el mejor centrocampista de la Champions.

Tuchel ha logrado que un equipo con dos porteros sin un rol fijado se lleven bien, mantengan una buena relación y sepan ayudarse mutuamente. Mendy no se tomó mal el cambio en la Supercopa, igual que Kepa aceptó solo jugar un partido en la pasada Champions.

"No es necesario que me demuestre que es un gran portero, porque ya lo sé. Lo veo todos los días en los entrenamientos", dijo Tuchel en rueda de prensa tras el encuentro ante el Villa. "¿A quién le importa lo que se pagara por él? Tenemos dos porteros muy buenos y los necesitamos a ambos. Siento que se ha quitado la presión de encima y que se lo merece, porque la presión de cuánto costó no es su culpa".

Con el trabajo interno y el constante respaldo frente al público, Kepa se ha sentido muy reforzado por Tuchel y es consciente de que el proyecto que se cuece en Stamford Bridge es único, seguramente el más potente de Europa. Es optimista en recuperar el número uno, igual que lo es de volver a la selección, a la que ya le demostró su total lealtad. Cuando le llamaron para acudir a Las Rozas a la burbuja paralela de la Eurocopa, canceló sus vacaciones y se presentó sin dudar.

Kepa, que hace no mucho, en la última etapa de Lampard, agachaba la cabeza en el banquillo y se escondía, ha resurgido. Se ha abierto, con su carta en 'The Players Tribune', se ha ganado el cariño de la gente y sabe que es importante en el Chelsea. Ahora solo le queda recuperar la portería, aunque, como él dice, lo individual a veces queda a un lado: "No hay mejor sentimiento en el fútbol que ganar como equipo".

Manuel Sánchez Gómez

(c) Agencia EFE