Al ver al Real Madrid actual es imposible no acordarse de las exhibiciones de la Quinta del Buitre en la 87-88

Soccer Football - LaLiga - Elche v Real Madrid - Estadio Manuel Martinez Valero, Elche, Spain - October 19, 2022 Real Madrid's Federico Valverde celebrates scoring their first goal with teammate Karim Benzema REUTERS/Pablo Morano
El Real Madrid dominó al Elche con una superioridad que recordó a la Quinta del Buitre. Foto: REUTERS/Pablo Morano

El Real Madrid vive momentos de vino y rosas. Es el vigente campeón de Liga y Champions con una plantilla que asoma como la mezcla casi perfecta de juventud y veteranía. Y un entrenador que cumple perfectamente con el perfil que siempre triunfó en el club. Enseguida surgen las comparaciones con plantillas de otras épocas y la actual está entre las mejores de la historia del Madrid. Al nivel de la que tuvo en la 16-17. Con el paso del tiempo la conquista de los títulos, sobre todo a nivel europeo, facilita que los aficionados graben en su memoria a fuego las alineaciones de los campeones, pero en el caso del Madrid hay una generación que no ganó la Copa de Europa, aunque sí dos UEFAS, y que se mantiene en el corazón de los que la vieron jugar al nivel de la actual. El Madrid de la Quinta del Buitre dirigido por Leo Bennhakker en la temporada 87-88, recuerda en muchas cosas al actual en su forma de jugar.

Bennhakker estuvo tres temporadas y la ansiedad que había en el club blanco por conquistar la Copa de Europa puso fin a su primera etapa en el banquillo. Fue en junio del 89 tras la estrepitosa derrota en la vuelta de las semifinales de la Copa de Europa, precisamente ante un Milan que gobernaba Carlo Ancelotti en el mediocampo.

Fueron tres semifinales consecutivas en las que el Madrid cayó ante el Bayern, PSV y Milan. Ya va quedando atrás en el tiempo, pero Bennhakker y ahora Ancelotti cumplen con el perfil de técnico que siempre tuvo más éxito en el Madrid a largo plazo. Los Muñoz, Molowny, el propio Bennhakker, Del Bosque, Zidane y ahora Ancelotti. Técnicos que siempre colocan por encima al club y capaces de sacar lo mejor de los jugadores. En el caso de Ancelotti con un plus de experiencia extraordinario, primero como jugador y después como técnico.

De las tres semifinales consecutivas, la derrota más dolorosa fue sin duda la de la temporada 87-88 ante el PSV. Ese Real Madrid jugaba muy bien al fútbol, se exhibió en la Liga española con un arranque de temporada en el que firmó 23 goles a favor y solo uno en contra en los cinco primeros partidos de Liga. Firmando un 7-0 al Sporting en el Bernabéu y un 1-7 en La Romareda al Real Zaragoza entre otros partidos.

En aquella Copa de Europa eliminó al Nápoles de Maradona en primera ronda, vigente campeón de la competición en aquel momento, el Oporto. Fue en octavos, con la dificultad añadida que la ida ante el Nápoles fue a puerta cerrada y la ida ante el Oporto se jugó en Valencia. A 300 km de Madrid por una sanción de la UEFA tras los incidentes que se produjeron en la vuelta de las semifinales del año anterior ante el Bayern en el Bernabéu.

En cuartos eliminó al Bayern, verdugo y finalista de la anterior edición, cayendo en semifinales ante un PSV que era un buen equipo, pero lejos del nivel de los anteriores. Quizá un exceso de confianza en ida y un partido de vuelta plagado de infortunios, dónde Van Breukelen, el guardameta del PSV, lo paró todo. Su actuación, de hecho se proclamó campeón de Europa a nivel de clubes y con la selección en el plazo de dos meses, y un terrible arbitraje del suizo Bruno Galler, privó al Madrid de jugar la final de Stuttgart.

Aquella derrota fue un puñal que se clavó y marcó sin duda la carrera de la Quinta en el Madrid. Pero eso no resta mérito a lo que hicieron ni con los años le ha restado hueco en el corazón del madridismo, de hecho el cariño, respeto y admiración por ese grupo de jugadores no deja de crecer.

Un equipo atractivo

El Real Madrid actual dio una exhibición de juego este miércoles en el Martínez Valero ante el Elche. Un equipo atrevido, dinámico, atacando por todos lados y otro detalle, siempre jugó hacia delante. Ese matiz es clave en la comparación con el Real Madrid de la 87-88. Aquel era un equipo sin pausa que siempre jugaba al espacio libre. El Real Madrid actual tiene más recursos, como vimos ante el Barça y a menudo recurre también a su capacidad de protegerse, pero en noches como la de ayer, sí recuerda al de la Quinta en eso.

En aquel Madrid de Bennhakker, los centrocampistas como Jankovic o Gallego siempre jugaban directo hacia las bandas, dónde Míchel y Gordillo buscaban en corto a Butragueño o directamente a Hugo Sánchez en cualquiera de los dos palos o en el punto de penalti. Incluso los centrales, Tendillo y Sanchís, buscaban por abajo a Butragueño con un pase directo por abajo que el Niño venía a buscar al mediocampo. El intercambio de posiciones era permanente en aquel equipo. Bennhakker venía de la escuela holandesa y fue un innovador. Primero en el Zaragoza y después en el Madrid.

ELCHE, SPAIN - OCTOBER 19: Luka Modric of Real Madrid CF looks on during the LaLiga Santander match between Elche CF and Real Madrid CF at Estadio Manuel Martinez Valero on October 19, 2022 in Elche, Spain. (Photo by Silvestre Szpylma/Quality Sport Images/Getty Images)
Luka Modric es el jugador clave del actual Real Madrid. Foto: Silvestre Szpylma/Quality Sport Images/Getty Images

El Madrid ante el Elche jugó igual, con Alaba, que fue lateral, apareciendo al gol, Valverde por todos lados, Kroos y Modric al mando y Vinicius, Benzema y Rodrygo mostrando su catálogo inagotable de desmarques, aceleraciones, frenadas y paredes que les caracterizan. Con un dominio así, Kroos puede jugar de mediocentro y vimos varios pases largos como los que Gallego distribuía hacia Míchel y Gordillo.

En la trayectoria europea no hay comparación posible entre ambos equipos a favor del actual que ha firmado 5 Champions en 8 años, pero en la Liga tampoco. Porque ahí la Quinta del Buitre no tiene rival en España. Nunca un equipo hasta el momento ha vuelto a ganar 5 Ligas consecutivas como hicieron ellos entre 1986 y 1990. Pero lo bonito de la comparación está en algunos aspectos del juego y sobre todo en que el actual Real Madrid y el de hace 35 años están y estarán siempre en el corazón de los aficionados.

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