Los Pumas sellaron un año con grandes impactos como plataforma de lanzamiento para el sueño mayor: el Mundial

Imponente: Juan Martin Gonzalez rumbo al try ante los All Blacks, en Christchurch
Imponente: Juan Martin Gonzalez rumbo al try ante los All Blacks, en Christchurch - Créditos: @Joe Allison

El 2022 fue un año bisagra para los Pumas, en la antesala del Mundial de Francia 2023. El ciclo de Mario Ledesma le dio paso a la llegada del australiano Michael Cheika, un entrenador con un vasto recorrido internacional, le cambió la cara al equipo. Un gran motivador, además, que ha conseguido grandes resultados en su trayectoria.

La mejoría técnica, táctica y mental del seleccionado argentino fue evidente desde el inicio de la nueva gestión. Algo estaba pasando.

El ciclo comenzó con la victoria 2-1 en la ventana de julio frente a Escocia, que cortó una racha de 15 años sin ganar una serie en la Argentina. Lo mejor estaba por venir. Con grandes impactos que marcaron a fuego al plantel.

Ganar, gustar, golear

Implacable: Emiliano Bofelli brilló ante los Wallabies en San Juan
Implacable: Emiliano Bofelli brilló ante los Wallabies en San Juan - Créditos: @UAR / Gaspafotos

Luego de un debut en el Rugby Championship ante Australia con buenas señales pero debacle al final y resultado adverso en Mendoza, los Pumas respondieron con furia. La revancha en San Juan resultó en una aplastante victoria por 48-17. Los 31 puntos de diferencia representan el triunfo más amplio en la historia de la Argentina no sólo en el Rugby Championship, sino incluso ante cualquier equipo del Tier 1.

Una actuación contundente, fundada en la agresividad con que jugaron los Pumas desde el minuto 1 hasta el 80, una tremenda presión defensiva y fluidez de un ataque impredecible. La faena incluyó siete tries, entre ellos el primero de Juan Imhoff con la camiseta de los Pumas desde el Mundial de Inglaterra 2015. Por juego, resultado final y valía del rival, fue la mejor actuación del año.

El gran golpe a los All Blacks

Dos semanas más tarde llegó el mayor impacto de los Pumas en 2022. En Christchurch, por primera vez derrotaron a Nueva Zelanda como visitantes. Fue tan sólo el segundo éxito ante los All Blacks en la historia, luego del conseguido en el Tri-Nations de 2020 en Sydney.

Una actuación inspiradora que tuvo como principal sostén a una defensa heroica y el oportunismo en ataque. Un try de Juan Martín González, tras recuperar una salida propia, y una tarde perfecta de Emiliano Boffelli en los envíos a los palos (siete aciertos siete intentos, 20 puntos) propiciaron el triunfo por 25-18. Nueva Zelanda llegaba con algunas dudas y serios cuestionamientos hacia el entrenador Ian Foster, pero venía de derrotar a los Springboks en Sudáfrica. Un éxito que sirvió para reafirmar todo el trabajo que se venía haciendo en la temporada y que volvió a poner a los Pumas en la consideración de cara al Mundial 2023.

Reminiscencias auspiciosas

Los Pumas sólo le habían ganado una vez en la historia a Inglaterra en Twickenham y cargaban con un prontuario de 10 derrotas consecutivas ante el seleccionado de la rosa. Con actuaciones de diferente rendimiento, pero el mismo final: el de derrota.

Los jugadores de Los Pumas festejan luego de vencer a Inglaterra por 30-29 en Twickenham
Los jugadores de Los Pumas festejan luego de vencer a Inglaterra por 30-29 en Twickenham - Créditos: @Alastair Grant

Pues bien, las dos rachas se cortaron en el inicio de la ventana de noviembre, como una prolongación de los buenos resultados alcanzados en el Championship. El equipo consiguió un resonante triunfo por 30-29 en la Catedral londinense. Como ante los All Blacks, la victoria se fundamentó en una gran defensa y la eficacia en los últimos metros.

Otra vez fue determinante Boffelli, autor de 25 puntos merced a siete aciertos en ocho intentos a los palos y uno de los dos tries argentinos, tras una jugada directa de line-out en ataque. El otro fue una contra de Santiago Carreras tras una pelota recuperada en un tackle ofensivo.

Un éxito que recordó al obtenido en 2006 en Twickenham, también logrado 10 meses antes del Mundial, curiosamente disputado en Francia, como el próximo. Aquella historia terminó con la medalla de bronce que marcó al rugby argentino.