Los Pumas: una noche mágica, Corleto y una corrida inmortal para dejar en silencio a 80.000 personas en París

La corrida de Corleto que pasó a la historia: el try en el partido inaugural ante Francia en 2007
La corrida de Corleto que pasó a la historia: el try en el partido inaugural ante Francia en 2007

Cinco segundos. Ignacio “Nani” Corleto tomó la pelota apenas traspasó la mitad de cancha y tardó ese instante en correr hasta el ingoal francés. Ese try significó el primer impacto de lo que luego sería el tercer puesto de los Pumas. También ese try forma parte de la galería histórica del deporte argentino, de esas imágenes en video que siempre se reflotan de tanto en tanto, como el gol de Maradona a los ingleses o la palomita de Manu Ginóbili a Serbia.

La cálida noche parisina del viernes 7 de septiembre de 2007 estaba por tocar las 21.30. El Stade de France, repleto por 81 mil personas, en su enorme mayoría locales, empezó a rugir cuando a Damien Traille le cayó una pelota que segundos antes Juan Martín Hernández había puesto al cielo. Francia iniciaba un ataque con claras opciones de try. Traille se la cedió a Remy Martin y este, sin mirar, intentó un pase que interceptó Horacio Agulla con los brazos arriba.

Ignacio Corleto, hoy, a quince años de un try emblemático en la historia de los Pumas
Ignacio Corleto, hoy, a quince años de un try emblemático en la historia de los Pumas

Rápido se la dio a Manuel Contepomi, que enderezó su carrera y se la sirvió a Corleto, que venía lanzado como un TGV. “Cuando Horacito la interceptó empecé a correr, y cuando Manuel me dio la pelota ya sabía que era try. Yo venía a fondo y me podían correr 20 kilómetros más que no me iban a alcanzar. Todavía recuerdo el silencio que había en el estadio mientras yo corría. Por lo general, cuando estás por hacer un try escuchás a la gente gritar, pero ahí nada, se quedaron mudos”, rememora Corleto en el aniversario número 15 que se cumple hoy.

El abrazo entre Corleto y Borges en el final del partido: los Pumas les ganaban a Francia en el comienzo del Mundial 2007 y de visitantes
El abrazo entre Corleto (15) y Borges en el final del partido: bombazo de los Pumas en el comienzo del Mundial 2007

Había cientos de argentinos esa noche, pero desperdigados entre la multitud. Otro momento crucial precedió al try de Corleto, el único del partido que los Pumas le ganaron a Francia por 17 a 12. Fue el himno. Los jugadores y el staff lo cantaron conmovidos, con los pechos alzados y con lágrimas. Luego del encuentro, la prensa francesa sostuvo que en ese momento los Pumas empezaron a ganar el test. También pasó algo más: en el calentamiento previo, el capitán Agustín Pichot tanteó el ánimo de varios de los que eran sus compañeros en el Stade Français y cuando volvía al vestuario le dijo a Mario Ledesma: “Ganamos”. Pero para entender un poco más de porqué hace 15 años el seleccionado argentino de rugby logró uno de los mayores impactos en la historia de los Mundiales vayámonos también con Corleto a dos días antes, el primer miércoles de septiembre de 2007...

La estampa de Ignacio Corleto, desde su hogar en Uruguay
La estampa de Ignacio Corleto, desde su hogar en Uruguay

Los Pumas estuvieron concentrados casi todo el torneo en el Barrièrre le Grand Hotel de Enghien-les-Bains, que fue convertido en una fortaleza que no aceptaba la entrada a nadie que no fuera miembro del plantel. Al costado, también frente al lago, un anfiteatro se utilizaba para la atención a la prensa. Ese miércoles al mediodía, Marcelo Loffreda y Daniel Baetti dieron los 22 jugadores que iban a estar en el partido. El enroque del que se venía hablando, se concretó: Hernández de 10, Felipe Contepomi de 12 y Corleto de 15. La sala estaba colmada de periodistas argentinos, franceses, irlandeses y británicos. Sentado en la primera butaca, Agustín Pichot era el más buscado. Manuel Contepomi respondía sentado sobre una mesa, con las piernas colgando, y en un costado, parado, estaba Corleto. “El viernes ganamos”, sentenció sonriendo.

El festejo de Nani Corleto, con los marketineros botines amarillos
El festejo de Nani Corleto, con los marketineros botines amarillos - Créditos: @Mike Egerton - EMPICS

“No me acuerdo haber dicho eso, pero sí que estaba seguro que íbamos a ganar. Nuestro equipo estaba muy bien, veníamos jugando bien, muchos de nosotros jugábamos en Francia, varios lo hacíamos en París y teníamos de compañeros a los del seleccionado francés. Conocíamos perfectamente el estadio, teníamos a nuestras familias y casas cerca”, le cuenta Corleto a LA NACION, quien el 9 de junio de ese año había logrado su tercer Top 14 con el Stade Français, que en ese entonces tenía además a Pichot, Hernández, Roncero y Borges, todos titulares el día del partido inaugural.

Las mejores jugadas de Corleto

Corleto vive desde 2020 en Punta del Este junto a su esposa y sus tres hijos: Tobías (13), Filippa (10) y Santino (7). En esa ciudad uruguaya sigue vinculado al rugby entrenando a la división de su hijo mayor en el Lobos Rugby Club. Cumplió 44 años el 21 de junio y su club de origen es CUBA. Luego del Mundial 99 lo contrató el Narbonne y tras dos temporadas pasó al Stade Français, donde se retiró en 2009. “Me siguen hablando del try a cada lugar de rugby que voy y, claro, lo he visto muchas veces”, relata. Corleto también había marcado un try en el partido inaugural del Mundial 2003, cuando los Pumas perdieron con los australianos. Y en ese torneo anotó otra conquista que también hoy se la sigue recordando: un impresionante drop desde mitad de cancha ante Irlanda, en Adelaida, que no alcanzó para evitar la eliminación.

Un momento inolvidable de Corleto con los Pumas
Un momento inolvidable de Corleto con los Pumas - Créditos: @Shaun Botterill

En la corrida del try, los pies de Corleto brillaban por sus botines amarillos fluorescentes. “Fue una acción de marketing que hicimos con Nike para ese Mundial. No era muy común en esa época tener botines así. Entre varios colores nos quedamos con el amarillo. También tenían mi nombre. La verdad es que después se vendieron un montón”. “Nani” usaba medio número menos de calzado: 9 1/2 UK, 42 de Argentina. “En ese entonces los botines con el uso se estiraban un poco, por eso yo prefería tener medio número menos. Hoy lo solucionás con las medias deslizantes, pero en nuestra época no había tanta tecnología como ahora. Pensá que no llegamos a jugar con GPS”, revela.

En 2007 no había pistas de que los gigantes tecnológicos y sus dueños multimillonarios iban a dominar el mundo. Recién se había lanzado el primer iPhone, que inició la revolución de los teléfonos inteligentes. Pero no existían Android, WhatsApp, Instagram, Tik-tok, Spotify, Zoom, 4G, Telegram, Uber, streaming, Twitch, IA ni las decenas de aplicaciones que nos tienen atrapados. Facebook, Twitter y YouTube recién comenzaban. Aquel Mundial de Francia acompañó, en muchos sentidos, un cambio de paradigma.

El rugby argentino también estaba en otra era. No se registraban rastros de profesionalismo. Incluso, los Pumas ofrecieron una rareza en ese Mundial: 8 de los 30 jugadores militaban en sus clubes amateurs.

Después del 7 de septiembre, los Pumas iniciaron un viaje con triunfos ante Georgia, Namibia, Irlanda y Escocia. Sudáfrica, en semifinales, fue el límite. Había que jugar de nuevo ante Francia, ahora por el tercer puesto, el viernes 19 de octubre, en el Parque de los Príncipes. “Así como en el primero estaba seguro que lo íbamos a ganar, en este sentía que era imposible. Después de perder con Sudáfrica me quería volver a mi casa. Era muy grande la frustración: soñábamos con jugar la final del mundo. Estábamos destruidos. Yo me fui dos días a mi casa a rodearme de familiares y amigos. Hubo un muy buen manejo del staff, se armó una visita a Disney con las familias y cuando volvimos al hotel, el Tano (por Loffreda) nos dijo que iba a poner a los mejores y que este era un partido muy importante. Nos fue poniendo en caja”, recuerda Corleto. Y no duda: “Ese partido, al final, fue mucho más importante que el primero”.

"Nunca me iban a alcanzar", dijo Corleto, que ya apoyó en el ingoal francés
"Nunca me iban a alcanzar", dijo Corleto, que ya apoyó en el ingoal francés - Créditos: @David Davies

Los franceses tenían sed de venganza. “Ya se puso muy tenso en el túnel, antes de entrar. Nos prepearon, se pusieron duros, pero se sabe que lo único que no les falta a los Pumas es coraje. Así que nos plantamos, los tackleamos y no nos dejamos llevar por delante. Y cuando bajaron los brazos, los pasamos por encima”. Iban 24 minutos del segundo tiempo y ya los Pumas habían marcado tres tries, el último excepcional del recordado Federico Martín Aramburú. Pero faltaba otra corrida de “Nani” Corleto. Otra vez Agulla pescó una pelota en el aire, avanzó y casi a la misma altura desde donde había arrancado hace 15 años, Corleto empezó a cabalgar, incontenible. Sólo tardó un instante más en aterrizar en el ingoal francés: siete segundos.