Los Pumas, avasallados, sin fuego y con una cuenta que quedó sin saldar

Ethan Blackadder celebra otro try de los All Blacks mientras Gonzalo Bertranou, Marcos Kremer y Enrique Pieretto, sufren en el piso; un símbolo del aplastante partido que sufrieron los Pumas
PATRICK HAMILTON

El sufrimiento empezó a los 5 minutos. No dio descanso hasta la última pelota. Los Pumas fueron apabullados por los All Blacks. Durante varios pasajes pareció una película de los test de los 90: los argentinos tackleando y tackleando, extenuados, y sangrando ante unos neozelandeses que no les dejaban ni tocar la pelota. Pero es otra época, claro. Hace menos de un año, también en Australia y por el Rugby Championship, los Pumas le ganaron a los All Blacks. Parece que costó caro: tras aquella epopeya, que ahora parece tan lejana, llegaron dos goleadas: 38-0 y 39-0. El sábado juegan de nuevo y será difícil que en apenas una semana se pueda revertir esta tendencia .

Es preocupante que ante los dos mejores equipos del mundo, Springboks y All Blacks, los Pumas hayan estado tan lejos al menos de inquietarlos. En estos tres cruces, las diferencias en el juego resultaron abrumadoras. En 240 minutos, los argentinos no superaron los 25 de jugar mano a mano. Los desbordaron dos seleccionados con distintos estilos, y a ninguno le encontraron la vuelta. No se trata del resultado. Hoy es lógico que los Pumas pierdan ante ambos, pero no de esta manera. Incluso la distancia con los de negro fue más amplia –y debió serlo en los números- que el 39-0.

Hay que mirar y analizar el desarrollo en el que está el equipo que conduce Mario Ledesma. Se transita un recambio. Hay al menos quince jugadores que se incorporaron tras el fallido paso por Japón 2019 que pelean su puesto con varios de los que venían siendo titulares, y eso no permite aún que haya un XV definido. Es la mitad del camino a Francia 2023 y quizá recién el año próximo se consolide el grupo desde todo punto de vista. Es lo que debería suceder.

Nicolás Sánchez parece no encontrar respuestas, como todo el equipo
Kris Matthews


Nicolás Sánchez parece no encontrar respuestas, como todo el equipo (Kris Matthews/)

En este rubro debe marcarse todo lo que acarreó los episodios negativos que se dieron precisamente tras la única victoria en la historia con los All Blacks. Errores propios, desatinos dirigenciales, condenas desmedidas. Lo que se percibe es que todo ello no se terminó de saldar. El equipo perdió fuego. Pablo Matera y Guido Petti siguen en un alto nivel, dejan todo, pero no parecen ser los mismos. Y Julián Montoya, el nuevo capitán, tendrá que recorrer el camino necesario para ser el líder dentro de la cancha.

Otro factor que repercute tiene que ver con el daño que provocó la pandemia. Es verdad que afectó a todos, pero a ninguno como al seleccionado argentino. Los jugadores se desparramaron por distintos lugares y clubes, hubo que resignar la localía y viajar de un lado al otro. De los top 10, los Pumas fueron los únicos que no jugaron un test en su país desde que se desató el covid-19 .

Mario Ledesma, en medio de un recambio y un momento difícil para los Pumas, los que más sufren la pandemia
Tertius Pickard


Mario Ledesma, en medio de un recambio y un momento difícil para los Pumas, los que más sufren la pandemia (Tertius Pickard/)

Pero más allá de todos estos avatares, lo cierto es que los Pumas no encuentran un patrón de juego y aquí no hay excusas. En lo que va de este Rugby Championship no funcionó nada, salvo el espíritu de los jugadores. No hay un aspecto técnico y táctico que se pueda señalar como positivo en estos tres partidos. La obtención, la posesión, la disciplina, la presión; todo estuvo en rojo. Lo poco positivo se produjo en situaciones aisladas, en los primeros minutos del último choque con los Boks y en este con los ABs. Algo está suelto internamente, al margen de la categoría de los rivales.

Después del 38-0 del año pasado con los All Blacks y en el medio de una semana enloquecedora con los tweets y las suspensiones, los Pumas dieron una muestra de carácter y le sacaron un empate a los Wallabies en su propia casa. Si no hay pronto un revulsivo como aquel y como el que tantas veces mostraron en su historia, lo inmediato para el seleccionado argentino de rugby puede presentarse tan negro como lo fue la noche en la Gold Coast.