Los Pumas arrancan un año trascendental: cómo nació la mística de un equipo que mantiene un espíritu de grupo inquebrantable

Los jugadores de Los Pumas festejan luego de vencer a Inglaterra por 30-29 en Londres, en 2022
Los jugadores de Los Pumas festejan luego de vencer a Inglaterra por 30-29 en Londres, en 2022 - Créditos: @Alastair Grant

Empieza a haber olor a Pumas. En la semana próxima los motores comenzarán a calentarse, primero en la previa del arranque del Rugby Championship, nada menos que ante los All Blacks, en Mendoza, el sábado 8 de julio, y, luego del torneo, en la recta final hacia la Copa del Mundo. Sí, de aquí a noviembre, el rugby argentino tendrá el color de los Pumas. Fieles, simpatizantes, ocasionales y extraños estarán pendientes del andar del seleccionado que en su mente y alma tiene el gran objetivo de llegar otra vez a la última semana en Francia.

Nunca pasa de moda revisar cómo se fue construyendo la identidad de las selecciones. Todos los deportes tienen la suya, pero en el caso del rugby, a veces de modo magnificado, hay una mística especial en la que tienen un fuerte soporte la tradición, el legado y el valor de la camiseta. Pasa con los sudafricanos y el orgullo de ser un Springbok, con los Lions y la trascendencia aún mayor que la de sus países o con los All Blacks y su libro blanco, donde se especifica que al que viene hay que dejarle la camiseta más alta de lo que la recibió. Un detalle al respecto, ya que además tendremos aquí a los neozelandeses dentro de unas horas: en la casaca que presentaron para el Mundial, resaltaron todavía más el símbolo del helecho, que no está únicamente en el escudo, sino que se dibuja en el relieve del fondo negro característico.

La selección argentina tiene como primera gran desafío el encuentro con los All Blacks, en Mendoza, el 8 de julio
La selección argentina tiene como primera gran desafío el encuentro con los All Blacks, en Mendoza, el 8 de julio - Créditos: @ADRIAN DENNIS

Los Pumas tienen su leyenda. Los originales son, sin duda, los de 1965. Ellos pusieron a la Argentina en el mapa internacional por primera vez y cultivaron un espíritu de grupo inquebrantable que se mantiene luego de tantos años, y que ha sido una bandera para las generaciones que llegaron después. ¿Pero es realmente ahí donde se empezó a gestar ese espíritu tan distintivo del seleccionado argentino? En el último almuerzo de los Pumas del 65 –a la sede histórica del SIC en los tiempos recientes la reemplazó Virreyes Rugby Club y la de 2023 se celebró hace dos viernes en lo del Gato Handley, asado de por medio- José “Coco” Benzi contó un hecho que retrotrae esta mística a décadas anteriores.

Arturo Rodriguez Jurado, el Mono, fue un deportista excepcional. Logró la medalla de oro de boxeo en los Juegos Olímpicos de Amsterdam 1928. Pero lo que lo atrapó fue el rugby. De Gimnasia y Esgrima pasó al CASI, donde fue multicampeón. Llegó a ser capitán del seleccionado en los duelos con el Combinado Británico. Fue también uno de los fundadores del SIC, donde descolló su hijo, Arturo, el Trompa, Puma del 65 y también más adelante capitán del seleccionado. En 1969, los Pumas se enfrentaban con Escocia en GEBA. Rodríguez Jurado era el centro titular, pero llegaba lesionado. Lo probaron y horas antes del test, lo descartaron. Entonces, el entrenador, Ángel Guastella, lo llamó a Benzi, que estaba en Rosario: “Venite que jugás”. Benzi había llegado a Sudáfrica 65 como titular, pero una serie de lesiones lo marginaron de la mayoría de los partidos. Unos instantes antes del kick-off, el Mono Rodríguez Jurado se le acercó a Benzi, que estaba cambiándose, y le dijo: “Hoy sos mi hijo”. “Lo cuento y se me pone la piel de gallina”, revela el rosarino de Duendes. ¿No estaba en Rodríguez Jurado padre, un jugador de la década del 30, la semilla de lo que significa ponerse la camiseta celeste y blanca?

Una foto reciente del equipo de los Pumas del 65, los que iniciaron el camino
Una foto reciente del equipo de los Pumas del 65, los que iniciaron el camino

Varios de los Pumas del 65 están en desacuerdo con la decisión de la UAR de eliminar el yaguareté del escudo. Algunos quieren elevar una protesta por escrito. Si bien entienden que no es un Puma y que alguna vez se cambió, lo consideran un símbolo intocable, como el helecho de los All Blacks. Además, en el escueto grupo de ex Pumas que la UAR dice haber consultado, no incluyó a ninguno de los originales, los del 65.

En 1941, en los primeros tests con Francia, el capitán, Ricardo Giles, se enorgullecía de haber “cuidado la leyenda de la defensa argentina”. La mística del seleccionado argentino, como vemos, pasó de generación en generación desde el kilómetro cero. Por eso es tan poderosa.