PSG: en medio de las protestas por Lionel Messi, hinchas fueron a la casa de Neymar para exigirle que se fuera del equipo

Tras los insultos a Lionel Messi, ultras de Paris Saint-Germain fueron a la casa de Neymar, ocho kilómetros al oeste del Parque de los Príncipes, a exigirle su salida del club.
Tras los insultos a Lionel Messi, ultras de Paris Saint-Germain fueron a la casa de Neymar, ocho kilómetros al oeste del Parque de los Príncipes, a exigirle su salida del club. - Créditos: @Captura de pantalla

El miércoles fue un día de furia en París. El viaje de Lionel Messi a Arabia Saudita resultó el disparador de que un importante número de hinchas de PSG, organizados por Collectif Ultras Paris, se movilizara hacia la entrada del Parque de los Príncipes para protestar enérgicamente contra la administración del fondo soberano Qatar Sports Investments (QSI), que controla el club desde 2011. La manifestación tuvo como principales apuntados a Messi, sus compañeros Neymar y Marco Verratti, el entrenador Christophe Galtier y el presidente Nasser Al-Khelaïfi, y se extendió durante gran parte de la tarde.

Pero en el caso del brasileño, cuya temporada se terminó a mediados de febrero por una lesión, los ultras fueron más allá. No bastaron los cánticos en la sede del campeón defensor de la Ligue 1, sino que posteriormente se dirigieron a su domicilio, ubicado en Bougival, Yvelines, unos ocho kilómetros al oeste del Parque de los Príncipes, para seguir expresando su furia y demandar que se fuera del club al que arribó por una cifra récord mundial en 2017.

El escrache en el hogar de Neymar

En principio, las muestras de animosidad no pasaron inadvertidas por el futbolista, que tiene contrato con el club hasta 2027. Poco después de las protestas el número 10 le dio “me gusta” a una publicación en Instagram que tenía durísimas palabras para con su actual equipo: “La diferencia entre ser grande y tener grandeza. Tener historia no es opcional, posicionarse como grande y tener una buena actitud es posible. ¡Solían ser muy chicos!”, indicó el posteo, haciendo referencia al pasado de PSG antes de que la entidad fuera adquirida por sus actuales dueños, qataríes.

El posteo gustado por el brasileño

Por otra parte, las autoridades del club difundieron rápidamente su repudio a las actitudes de los hinchas que reclamaron frente a la casa de Neymar: “Paris Saint-Germain condena enérgicamente las acciones intolerables e insultantes de un pequeño grupo de personas que tuvieron lugar este miércoles”, expresó un comunicado publicado en su sitio de internet. “Cualesquiera sean las diferencias, nada justifica tales actos. El club da todo su apoyo a sus jugadores, a su dirección y a todos aquéllos afectados por estos vergonzosos comportamientos”, añadió.

Las protestas iniciales fueron mucho más allá de lo ocurrido en la presente temporada, en la que PSG sumó otra eliminación en los octavos de final de la Champions League. “Muchas cosas están mal. Queremos un presidente que esté más presente, que nos escuche. Nos avergonzaron todo el año”, vociferó el líder de Collectif Ultras Paris, Romain Mabille, en un discurso en la entrada de la sede del club, donde también se manifestó en contra de una propuesta de abandonar el Parque de los Príncipes por el Stade de France, situado en Saint-Denis, nueve kilómetros al norte de París.

El enojo de los ultras de PSG en el Parque de los Príncipes

“Messi, hijo de p...”, “dirección, dimisión”, “Neymar, andate” y “Verratti, la c... de tu madre” fueron algunos de los cánticos que retumbaron, y hubo una bandera con la leyenda “PSG, ¿dónde estás, a dónde vas, me escuchás?”. Además, el grupo de hinchas publicó un extenso comunicado en el que criticó al fondo Qatar Sports Investments en cuanto a la gestión global, los precios de las entradas, la política en los mercados de pases, la contratación a “jugadores parásitos”, la pérdida de talentos de las divisiones inferiores y los cambios en el diseño de la camiseta, alejados de la doctrina Hechter del azul con franja central roja y bordes blancos. El mensaje finaliza con una frase contundente: “QSI, compraron un club de fútbol, ¡jueguen al fútbol!”.