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El ex presidente de Barcelona Sandro Rosell describió sus días en prisión con un duro testimonio

Sandro Rosell, ex presidente  del FC Barcelona cuenta el su experiencia luego pasar casi dos años en prisión acusado de blanquear comisiones por la retransmisión de partidos de la selección brasileña de fútbol y por un contrato de esponsorización con Nike.
Sandro Rosell, ex presidente del FC Barcelona cuenta el su experiencia luego pasar casi dos años en prisión acusado de blanquear comisiones por la retransmisión de partidos de la selección brasileña de fútbol y por un contrato de esponsorización con Nike.

Sandro Rosell pasó 643 días en prisión preventiva y quedó libre luego de ser absuelto de un supuesto delito de blanqueo de capitales. Cuatro años después, en una entrevista con su amigo Risto Mejide en el programa “Viajando con Chester” el expresidente de Barcelona relató algunas de las experiencias, mientras se mantuvo recluido.

Rosell contó que lo amenazaron algunas veces, pero que algunos compañeros salieron en su defensa. “Me iban a dar de hostias primero por ser presidente del Barcelona y después por ser catalán. Uno me dijo que le pagara todo lo que me pidiera o me reventaba”. En otra ocasión, en la cárcel Brians 2, donde hoy se encuentra Dani Alves, se hizo muy amigo de un jefe gitano que era muy fanático del Barça. “Entonces, ahí el que me amenazó fue un gitano. El jefe le dijo cuatro cosas y se paró todo”.

También habló sobre los encuentros sexuales en la cárcel. Dice que ahora comprende por qué al ir a prisión les dan una caja de preservativos y vaselina. “Hay mucha relación homosexual en la cárcel, incluso entre gente que no es homosexual”.

Durante la entrevista, contó cómo era un día en la cárcel: “Conocíamos muy bien la celda porque pasábamos quince horas al día en ella, contando las ocho de dormir”. Luego de desayunar buscaban qué actividad podrían hacer. “El objetivo era salir del módulo y después comida, celda, que eran dos horas de siesta, y por las tardes era el momento de cartas, libros, dominó, parchís, jugar un rato con los amigos, cenar y luego ya a dormir. Eso era lo que hacíamos cada día excepto los domingos, que íbamos a misa”.

El motivo de su detención

En mayo de 2017, Rosell fue detenido y permaneció 21 meses en prisión preventiva acusado de blanquear comisiones por la retransmisión de partidos de la selección brasileña de fútbol y por un contrato de esponsorización con Nike. La Fiscalía pedía seis años de cárcel, pero la Audiencia Nacional terminó absolviéndolo.

Además, en un reportaje concedido al diario español EL PAIS, Sandro Rosell presentó su libro “Fuerte Abrazo”, las memorias de los 643 días que pasó en la cárcel antes de ser absuelto por presunto blanqueo de 20 millones de euros. El expresidente del Barça tituló su libro de memorias carcelarias haciendo referencia a lo que más extrañaba: el contacto humano, justamente un fuerte abrazo.

Rosell describe el ambiente de la prisión a través de sus sentidos: “huele a rancio. La ves gris siempre. Y si hablamos de tacto... eso es lo que más echas de menos. El tacto humano. Un fuerte abrazo”. Cuenta que prefería los encuentros familiares a los encuentros íntimos con su esposa. “Yo prefería ver a mi familia y amigos. En la cárcel fue la primera vez en mi vida que lloré y que hablé dos horas con mis hijas adolescentes sin el móvil por medio”. Para él, lo que él llama “reacciones animales del hombre” como el sexo, no estaban en un primer plano.

El empresario considera que si bien estructuralmente el sistema carcelario está bien: “hay que cambiar protocolos, porque allí no se reinserta nadie. Te paran el mundo y al salir te has perdido su evolución y estás en desventaja”.

El catalán no hizo duelo al quedar en libertad, cuando salió de prisión fue directo al bar de hotel. “Pedí una caña con alcohol, que es verdad que en Madrid la tiran mejor que en Barcelona, y me la bebí de un trago. Qué buena estaba madre mía. Pasé de la cárcel a la libertad en tres segundos”.

Luego de casi dos años de encierro, considera que le robaron el tiempo. “Tengo 56 años. ¿Cuánto me queda de vida activa? Activa de poder salir con la bici, correr, bailar, ¿hasta los 70? Catorce años. Me hubieran puesto en la cárcel con 85, que ya estoy hecho papilla y me da igual dónde esté”. Dice que ni siquiera los 30 millones de euros que le demanda al estado compensan el tiempo perdido.

Rossel y el Tata, cuando firmaron
Sandro Rosel, cuando Tata Martino firmó con Barcelona

Sandro Rosell había solicitado una indemnización de casi 30 millones de euros por daños y perjuicios, después de haber estado, a su criterio, injustamente encarcelado. El expresidente del Barça, sin embargo, solo recibirá 18.000 euros. El ministerio de Justicia se opone a la liquidación multimillonaria que pedía el empresario barcelonés, donde la gran parte de la indemnización correspondía a dos contratos que se le cancelaron mientras estaba entre rejas.

El catalán, busca esclarecer si la causa que lo mantuvo en prisión preventiva fue resultado de un montaje policial por una venganza planeada. “La única forma que tengo de descubrirlo es que la propia justicia quiera descubrir que ha pasado. Voy a dedicar mi energía a mi familia y mis amigos, pero guardaré un poquito para saber quién está detrás, porque yo tengo la suerte de que tú me entrevistes, pero otros, no. Esa suerte fue mi desgracia y ahora es otra vez mi suerte”.

Además, habló del “ego del fútbol”. “Al ego lo dejas en la entrada, vuelves a tu versión básica, es como si pusieras tu marcador a cero y vuelves a empezar una vida en un sitio que se llama cárcel. El ego lo recoges al salir” contó Rosell.

Otro momento importante: en junio de 2013, tras la llegada del brasileño Neymar
Otro momento importante: en junio de 2013, tras la llegada del brasileño Neymar - Créditos: @JOSEP LAGO

“En la cárcel ves a la persona, el delito lo aparcas en una especie de limbo, menos con los violadores, con los que no se habla. Yo jugaba al dominó con un compañero que era sicario”, cuenta sobre la experiencia de interactuar con otros delincuentes. “El tío te contaba cómo trabajaban. Te haces amigo de alguien, le preguntas qué hizo, te dice que mató a su mujer y te preguntas: ‘Hostia, ¿cómo puedo ser amigo de este?”.

Los beneficios del libro irán a la Fundación solidaria del padre Paulino, el cura de la cárcel de Soto del Real en Madrid y auténtico “líder” del centro penitenciario donde Rosell pasó la mayor parte de su internamiento. “Hay muy pocas cosas en esta vida que no tienen precio. Esa vocación de entrega a los demás de Paulino es una de ellas. Él sí que es un verdadero crack”, opina.

A casi cuatro años de su liberación, Rosell afirmó que aun le queda una acusación por resolver de las seis que tenía: “Yo he tenido hasta ahora seis casos, de los cuales cinco me ha acusado la Fiscalía. De los seis que me piden penas de prisión, de cinco he salido absuelto. Sólo me queda uno pendiente que me acusa la fiscalía de tráfico de órganos humanos”.